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  • Maniqueismo de ultraderecha

    Maniqueismo de ultraderecha

    El maniqueísmo patológico en el que basan su vida los conservadores los vuelve aparentemente torpes políticamente y así lo demuestran quienes incursionan en la política desde ese lado de la historia. Dividir entre buenos y malos la historia, como si se tratara de una película de Hollywood del siglo pasado, es la única manera que conocen algunos de hacer política.

    Ni siquiera son capaces de explicar las causas de la bondad o de la maldad de quienes citan reiteradamente en sus debates parlamentarios su limitada visión que les impone una interpretación de la realidad que se aleja de la verdad.

    Hay lugares, personas, eventos que sólo son malos o buenos. Se quedan con la primera visión de lugares personas y eventos del pasado, único tiempo que reconocen como bueno el presente es malo y el futuro les da miedo.

    Los lugares que son malos por antonomasia sin explicación alguna son, por ejemplo, Venezuela, país malo, en cambio Estados Unidos es un país bueno. Rusia es malo, Canadá bueno; China es malo y España excelente, incluso tiene rey. Nicaragua es malo y Reino Unido es bueno, por eso tiene rey. Su noción de realidad que ubica a los países en el paraíso o en el infierno la difunden los medios convencionales manejados por los propios empresarios convencionales, conservadores y de derecha.

    Es decir, ni siquiera la simplicidad del maniqueismo que maneja la derecha en México está basada en la realidad. Los convencionales parecieran ser una secta que comparten una realidad que no es compatible con la que vive la mayoría de las personas. Si colocáramos números a esas dos partes tendrían cifras, más o menos exactas, en las urnas del 2 de junio.

    La apreciación pueril de la realidad a la que conduce el maniqueismo se manifiesta en la gran mayoría de los discursos de los conservadores dentro y fuera de la política. El debate parlamentario de la derecha está saturado de maniqueismos que arrojan insustanciales conceptos que no sirven más que para comprobar su inoperancia política.

    Así, los conservadores se refugian en la agobiante rutina del convencionalismo para reforzar su creencias sociales y policías, entretenidos en dividir buenos y malos, revolverlos, conjugarlos, dispersarlos. La condición de dividir buenos y malos es no dividirlos ni hacer que se noten sino que sorpresivamente expresen diferencias que pueden llevar al extremo del exterminio.

    El origen de esta manera de ver el mundo no sólo parece extraída de una película del siglo pasado sino que tiene sus orígenes en la religión. El pecado es lo malo y lo demás, como la caridad, la bondad, la decencia, la honestidad, etc. son buenos. No hay términos medios, el propio sacerdote, desde el púlpito reafirma valores más que religiosos propios de su antecedente, el maniqueismo.

    Al ser excluyente, el maniqueísmo crea diferencias, discrimina, margina, segrega. Por si la identificación con la derecha, los conservadores incorporan primero el lenguaje maniqueista y luego las acciones, son el insumo retórico principal de los partidos libertarios, como el que se gesta en Monterrey, Nuevo León, llamado así, sucursal del organismo político en el que milita gente como Javier Milei.

    Los personajes malos y los buenos son enfrentados en muchas de las alocuciones de personajes estridentes de la oposición en las cámaras. Estos personajes no debaten dan señales a través de sus palabras clave, basados en principios maniqueistas. Son los signos vitales de la ultraderecha.

    El maniqueismo es la pieza esencial en el discurso de la derecha que impulsa la polarización, como un proyecto sostenido, orquestado y estratégico diseñado para desatar la violencia. El Chile, la asociación Libertad y Desarrollo ha tomado la ofensiva contra el gobierno de Gabriel Boric, con una disidencia soterrada pero efectiva que se esconde en el discurso moralista con evidentes matices maniqueos.

    Lucía Santa Cruz, consejera de Libertad y desarrollo en una columna publicada en el diario El Mercurio de ese país, titulada “El maniqueismo hoy”, Señala: El sesgo más característico de nuestro tiempo ha pasado a ser el maniqueísmo, que solo permite percibir la realidad en dos perspectivas mutuamente excluyentes: por un lado, el reino de la luz, la verdad y la virtud, y, por el otro, las tinieblas, dominadas por Satanás, donde radican el mal, la mentira, el egoísmo y la perversión. Así, la sociedad, las ideas y las personas, infinitamente complejas, se dividen, sin matices, en dos bandos irreductiblemente irreconciliables, enfrentados en una guerra sin cuartel. El maniqueísmo, que en sus orígenes fue una herejía cristiana, hoy día, aplicado a la política, no abandona la lógica religiosa y, en consecuencia, puede prescindir de los datos empíricos, si ellos no calzan con su particular visión”.

    La ultraderecha anuncia su llegada a América Latina en una red de estrategias que tienen como hilo conductor el discurso maniqueista, el cual al apoyarse en una moralina conservadora atrae y a algunos cautiva.

    Sembrar las ideas del maniqueísmo es convencer a los mexicanos de la necesidad de un golpe de Estado, porque la ultraderecha nunca podrá obtener el poder por medio de las urnas.

  •  ¡Declaren inconstitucional la Constitución!

     ¡Declaren inconstitucional la Constitución!

    Hace no muchos días, menos de los que se imaginan y más de los que importan, el ministro Javier Laynez, héroe defensor de la democracia de la clase privilegiada y el estado de derecho para unos cuantos, abrió la puerta de la esperanza para quienes esperan que nada cambie y sostuvo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en su suprema superioridad que resulta —todavía—superior a los otros dos poderes dependientes de la voluntad popular, tiene la facultad declarar inconstitucional la reforma al Poder Judicial. Poco importa que, siendo afectada por dicha reforma, la corte tuviera que actuar como juez y parte para declarar su inconstitucionalidad. Mucho menos, que la corte nunca haya declarado inconstitucional una reforma constitucional. No sucedió con la reforma indígena de Fox, ni con reforma electoral que reducía el financiamiento privado de campañas políticas, ni cuando Felipe Calderón incorporó la figura del arraigo penal en la constitución, ni con reforma energética de Peña Nieto. Poco importa, siempre hay una primera vez y esta primera vez debe ser la primera vez de todas las primeras veces, la madre de las primeras veces. De lo contrario, de no declarar inconstitucional la Constitución, estaremos frente a la posible posibilidad de que a la clase privilegiada le resulte más complicado preservar esos inmerecidos privilegios de los que durante tantos años han disfrutado y en los que tanto empeño y manipulación han dedicado.

    Desde luego que la presente circunstancia demanda no sólo echar para atrás, tumbar, la reforma judicial, que atenta en contra de la libertad de la clase privilegiada y sus esbirros políticos de atentar en contra de la justicia, demanda —de una vez por todas— echar para atrás la Constitución, tumbar ese documento plagado de derechos sociales que no hacen más que poner trabas a la explotación del otro como generador de riqueza. Si los cuatreros cuatroteros fueron tan lejos como para poner en tela de juicio la facultad nepotista de determinar quiénes y a favor de quien se imparte justicia, facultad que garantiza un Poder Judicial autónomo, libre de todo compromiso y responsabilidad social y que preserva la libertad de recibir incentivos para realizar su trabajo y negarse a realizarlo ahí donde no existe ningún elemento que incline la balanza para hacerlo, un Poder Judicial alineado con los poderes no constitucionales que, de facto, constituyen los poderes con los que todo poder constitucional debe estar alineado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación debe ir más lejos y estar a la altura de las circunstantes circunstancias y defender su estatus de poder intocable, incuestionable e inmutable, para garantizar la protección de los derechos de quienes pueden pagar por tener derechos.

    El espíritu de la Constitución, más allá del oropel social con el que se la adorna, radica en la defensa radical de las clases privilegiadas y su estilo de vida. Si permitimos que un gobierno la reforme, en un sentido opuesto al de asegurar la preservación de quienes durante décadas han pagado y controlado al gobierno para asegurar que nadie los moleste, por el sólo hecho de que la ciudadanía votó por él y lo respalda, estaremos abriendo —de par en par— las puertas del caos y el desorden propios de quienes no saben vivir como se les dicta que deben vivir: agachando la cabeza, sometiendo su voluntad y alienándose según las normas del decoro, el consumismo irreflexivo y una existencia dictada para el beneficio de un sistema que no los beneficia. Lo siguiente será un congreso constituyente que busque sentar las bases de una sociedad menos injusta y desigual. Cuestión que, se vea por donde se vea, aunque convenga a una inmensa mayoría, pone en riesgo todo aquello a lo que la clase aspiracionista aspira a aspirar.

    Entrados en gastos

    Declarar inconstitucional la Constitución debe ser el primer paso en la nueva estrategia de la opositora oposición que se opone a todo lo que implique la posibilidad de transformar las condiciones de vida de la gente a favor de la gente y no de los intereses de la interesada inversión privada. Una estrategia que termine por abolir la Constitución e imponga un código claro, estricto, clasista y retrogrado que permita a México regresar a los gloriosos tiempos de la tienda de raya, la ley de fuga, la encomienda, y tantas otras virtuosas virtudes que los gobiernos que trabajaban para que otros sacaran provecho de la explotación de los recursos naturales del país, supieron utilizar para su propio beneficio y el de sus patrones.

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Historia mínima del desempleo.
  • Crítica vacía, propuestas ausentes: la derecha estancada

    Crítica vacía, propuestas ausentes: la derecha estancada

    Si bien han transcurrido más de tres meses desde las elecciones nacionales, quienes se oponen al régimen de la Cuarta Transformación siguen anclados en ese momento. La resistencia a aceptar los resultados y el nuevo rumbo político del país refleja una falta de visión y de propuestas concretas por parte de la oposición.

    Hace más de una semana que el presidente Andrés Manuel López Obrador abandonó Palacio Nacional, pero el discurso de los medios afines a la derecha sigue estancado en su figura. En lugar de enfocarse en la nueva administración o en los retos que enfrenta el país, persisten en atacar al expresidente como si aún estuviera en el cargo.

    Hace unos días, el vocero de la derecha, Ciro Gómez Leyva, afirmó que AMLO nunca pisaría Estados Unidos por temor a ser detenido. Sin embargo, ignora que el expresidente no tiene interés en abandonar el país, demostrando, como siempre, su desconexión con la realidad y su tendencia a construir narrativas vacías.

    A diferencia de la mayoría de exmandatarios, Andrés Manuel López Obrador no se exilió en otro país. Su principal carta de presentación es el respaldo popular que ha cultivado durante su gestión. Basta con observar cómo el pueblo lo recibió en su trayecto al recinto legislativo o cómo sus vecinos de Tlalpan le agradecieron por todo lo que hizo. AMLO no necesita irse, porque su legado y trabajo lo respaldan en cualquier rincón de México.

    En el mismo programa, se sumó el líder del Cártel Inmobiliario en Benito Juárez, el exalcalde y excandidato a la Jefatura de Gobierno, Santiago Taboada. Con su comportamiento arrogante, resumió por qué la oposición no funciona: está más preocupada por defender sus privilegios que por ofrecer una alternativa viable al país.

    El panista aseguraba que “la oposición está para criticar, levantar la voz y no dejar que el régimen haga nada”, y con esto sentenció su estrategia: decir no por el simple hecho de oponerse. ¿En serio creen que esa es la fórmula para ganarse a la población? ¿Cuándo fue que la crítica vacía se convirtió en el único argumento de la derecha?

    Una verdadera oposición no solo critica, sino que también propone. Una oposición fuerte analiza los errores del gobierno, plantea soluciones y construye consensos con la ciudadanía. No se trata de bloquear por bloquear, sino de aprovechar los desaciertos del régimen para presentar un camino alternativo que represente los intereses de la mayoría.

    La razón por la cual la oposición en México está perdida es clara: no tienen un proyecto de nación. No escuchan a la gente, no buscan acuerdos y, lo que es peor, actúan solo para proteger sus propios intereses. Es en esa desconexión donde han fracasado, y seguirán fracasando si no cambian su enfoque.

    El futuro de México no está en el estancamiento ideológico ni en el enfrentamiento constante. Está en las propuestas, en las soluciones, y en la construcción de un diálogo genuino que incluya a todos los sectores del país. Sin ese cambio, la oposición solo será un eco lejano de un pasado que el pueblo ya ha dejado atrás.

  • PRESIDENTA CON A

    PRESIDENTA CON A

    Vivimos tiempos históricos donde después de más de 200 años de país independiente México tiene su primera presidenta de la república. Claudia Sheinbaum ganó con casi 36 millones de votos y la oposición aplastada no sabe qué hacer y recurre a falsos debates de la lengua que hablaremos en este escrito.

    La discusión lingüística

    Dentro de la oposición conservadora casualmente -o quizás no tanto- se encuentran la mayoría de personas que son amantes de los diccionarios como reguladores del lenguaje, además de ser fanáticos de lo que pueda señalar la Real Academia de la Lengua Española (RAE) sobre lo que sea “hablar correcto o incorrecto”.

    Así, han sido atacantes del lenguaje incluyente tachándolo de aberraciones contra el lenguaje español y muchos otros horrores que se puedan imaginar. También han criticado otros usos lingüísticos de algunas palabras que casualmente utilizan personas en condiciones de desigualdad social, dejando ver su clasismo conservador.

    Lo cierto -hablando serios y en términos lingüistas- es que el lenguaje y la lengua responden y se deben a los hablantes y por lo tanto se encuentran en constante transformación. Creer que son estáticos es una ilusión y un mito que solo usan a conveniencia los conservadores pues no hay problema alguno cuando si usan anglicismos como chatear, por ejemplo.

    Son hipócritas los conservadores, su supuesta superioridad moral e intelectual no les deja ver que son clasistas y que en términos intelectuales son bastante tontos para debatir de manera seria lo lingüístico.

    Lo no nombrado no existe

    Y en ese debate se encuentra la premisa de que lo que no se nombra no existe. Una bandera utilizada mucho por los feminismos para hablar de la invisibilización de la historia de las mujeres y sus papeles e importancia.

    Sin embargo, esa aseveración es parcialmente cierta. Ya que si bien cuando hablamos de ocultar cosas al no nombrarlas puede borrar del relato a grupos sociales, también es cierto que la lengua o el relato no le da por sí misma la materialidad al hecho; es decir, el que se nombre no necesariamente hace que exista.

    Pero en el debate y contexto actual es pertinente insistir en que se nombre en este caso a las mujeres por que la realidad material y política así lo exige.

    Llegamos todas

    En ese sentido, debemos mencionar que el falso debate de la oposición de obligatoriamente querer mencionar a Claudia Sheinbaum como “presidente” dentro de su lógica aburrida de adorar a los diccionarios y a los adultos mayores de la RAE se cae por sí misma, ya que la palabra presidenta existe en ese terreno desde 1803.

    Su postura como hemos dicho encubra un clasismo y un machismo asqueroso. Por eso y por más perdieron y seguirán perdiendo. Les duele que estos seis años y quizás más tiempo tendrán que decir PRESIDENTA con A y el no hacerlo los seguirá dejando aislados de las transformaciones sociales porque además la política de la PRESIDENTA tiene una perspectiva de género interesante que vendrá a profundizar más el rostro de mujer popular de la 4T.

    Redes sociales

  • UN PELIGRO PARA MÉXICO

    UN PELIGRO PARA MÉXICO

    El poeta inglés Alexander Pope dijo “El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera”. Un libro de reciente publicación resulta de mucha utilidad para la construcción de un debate más público más ético. Se trata de Un peligro para México y otros cuentos de Héctor Alejandro Quintanar de editorial Chamuco. 

    Este libro es una recopilación de las mentiras y campañas de desprestigio que los enemigos de Andrés Manuel López Obrador han dicho en su contra. El autor enfatiza aquellas engañifas que se han dicho con el propósito de debilitar, perjudicar y socavar el proyecto del tabasqueño por las vías ilegitimas. López Obrador es un comunista, tomó y quemó pozos petroleros en Tabasco, asesinó a su hermano, convertirá a México en Venezuela y sobre todo es un peligro para México, todas estas mentiras carentes de sustento, eran sumados con ataques no sólo hacia su persona, sino también a sus colaboradores y su familia, como parte del sentido común e ideario de las derechas mexicanas. No trata de cuestionar las creencias supremas de la derecha, del neoliberalismo, la ultraderecha o de aquel que se asuma adversario del obradorismo, sino reúne las más estridentes falsedades que personajes como Enrique Krauze, Carlos Alazraki, Felipe Calderón, José Antonio Crespo, María Amparo Casar y Beatriz Pages han publicado para engañar deliberadamente a quien los escucha para perjudicar a un movimiento político que hoy gobierna.

    Héctor Alejandro Quintanar es maestro en Estudios Políticos y Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y es profesor titular en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Es autor del libro Las raíces del Movimiento de Regeneración Nacional. Antecedentes, consolidación partidaria y definición ideológica de Morena¸ en el que rastrea los orígenes del partido de izquierda valiéndose de un enfoque histórico-biográfico, bajo el entendido de que los hechos sociales deben de comprenderse como entidades dinámicas sujetas a un contexto que las condiciona. Actualmente es articulista en La Jornada, Sentido Común y SinEmbargo, donde aborda temas relacionados con los movimientos políticos latinoamericanos posguerra fría y es panelista del programa Radicales, junto con Álvaro Delgado, Alejandro Páez Varela y Fabrizio Mejía Madrid.

    “Andrés soportó con estoicismo infames campañas de descredito y resistió hasta que la verdad saliera a la luz”, fue lo que me dijo el caricaturista Rafael Barajas El Fisgón mientras comentábamos el libro y coincidimos que era una historia de resistencia en el que la verdad se impuso al final. La propagación de noticias falsas constituye la principal modalidad de un retroceso hacia una sociedad casi medieval y bárbara e irracional mentalidad, según el historiador francés Marc Bloch, quien vivió los horrores de la Primera Guerra Mundial. Los fracasados pregoneros de estas mentiras se rehúsan a entender la tarea que han asumido después de las elecciones del 2018, porque lo único que les interesa es retroceder y volver a obtener el control de los recursos, el Congreso y la Corte. Invito a los lectores a leer este libro, muy sencillo de leer, con divertidas ilustraciones de los maestros caricaturistas José Hernández y Rafael Pineda Rapé, que nos ayude a aspirar a un mejor debate público, empezando por denunciar a aquellos que por intereses mezquinos saquen provecho de una mentira. 

    BIBLIOGRAFÍA

    Quintanar, Héctor Alejandro, Un peligro para México y otros cuentos, ilustraciones de José Hernández y Rafael Pineda Rapé, primera edición, México, Editorial Chamuco y los hijos del averno, 2024, 234 p. 

  • Antónimos sobre la realidad en la Palestina ocupada

    Antónimos sobre la realidad en la Palestina ocupada

    La defensa que los países autodenominados “del mundo libre” hacen de Israel es única en su tipo. Los argumentos que sustentan la existencia del estado sionista suelen contradecir la realidad, la lógica y la razón. Un ejemplo claro es el tan repetido mantra de Estados Unidos: “Israel tiene derecho a defenderse”.

    La manera más sencilla de comprender lo que sucede en la Palestina ocupada es escuchar un discurso de un jefe de Estado de nuestro vecino del norte sobre el tema, pero sustituyendo los verbos por sus antónimos. Por ejemplo:

    • Israel tiene derecho a defenderse = Israel tiene derecho de atacar
    • Israel busca la paz = Israel promueve la guerra
    • Israel respeta los derechos humanos = Israel viola los derechos humanos
    • Israel intenta coexistir con los palestinos = Israel se niega a coexistir con los palestinos

    El llamado derecho a la defensa de Israel se fundamenta en la ocupación y colonización de un territorio habitado por una población originaria. La simple existencia de un estado sionista en Medio Oriente representa una agresión hacia los países árabes y, en particular, contra la patria palestina. Antes del establecimiento de Israel, existía un pueblo palestino cuyo territorio formaba parte de una colonia británica. El cambio de gobierno en 1948 no hizo más que reemplazar a un colonizador por otro, marcando el inicio de un régimen de apartheid.

    Hablar de la defensa del Estado sionista equivale a justificar su derecho a continuar agrediendo al pueblo palestino sin la intervención de otros países árabes u organizaciones que apoyan la libertad de Palestina. Argumentar que Israel tiene derecho a defenderse es, en esencia, respaldar un régimen de apartheid y las políticas genocidas que han caracterizado su actuar, especialmente en el último año, sin que otras naciones puedan hacer algo al respecto.

    El argumento de que “Israel busca la paz” contrasta con sus acciones. Durante el último año, la entidad sionista ha agredido a países vecinos, a diversos estados árabes, a vehículos de ayuda humanitaria e incluso a bases de la ONU; utilizando como justificación los hechos ocurridos el 7 de octubre del año pasado, cuando el grupo de resistencia palestina Hamas llevó a cabo un ataque. Esta respuesta violenta ha servido como pretexto para intensificar sus políticas de agresión en la región.

    Israel no ha aceptado ninguno de los acuerdos de paz propuestos, tampoco ha acatado las resoluciones de la ONU para que detenga sus acciones en medio oriente. La entidad sionista está ahora concentrada en crecer el conflicto y en seguir llevando a cabo el genocidio en el territorio de sus víctimas.

    Israel respeta los derechos humanos”.  Para poder desmentir esto solo hay que ver los bombardeos israelíes, sus ataques son capaces de asesinar a decenas de civiles inocentes solo para alcanzar un objetivo de lo que ellos consideran un “terrorista”. Los sionistas son capaces de masacrar familias enteras solo por eliminar a una persona que consideran su enemigo. Son más de 40,000 palestinos asesinados en lo que va del último año.

    Para Israel vale más la muerte de lo que ellos consideran un “terrorista”, que una familia civil entera.

    El establecimiento del Estado de Israel desde el año 1948, ha marcado un conflicto prolongado, que es una forma moderna de colonialismo. La insistencia en la “defensa” de Israel, mientras se ignora la ocupación y los continuos ataques en Gaza y Cisjordania, equivale a justificar la opresión y la violencia sistemática contra el pueblo palestino. Este argumento sostiene que la defensa de Israel implica la perpetuación de un régimen que ha sido descrito como apartheid por organizaciones internacionales.

    Las cifras recientes de víctimas en Palestina, con decenas de miles de muertos en un año, ponen en duda las afirmaciones sobre el respeto a los derechos humanos por parte de Israel. La negativa del gobierno israelí a aceptar resoluciones de la ONU o propuestas de paz se ve como una prueba más de que la entidad sionista prefiere continuar el conflicto en lugar de buscar una solución pacífica.

    Es por ello, que considero que la mejor fuente para poder entender lo que sucede en Palestina es ver la postura de las potencias occidentales al respecto, pero cambiar todos los verbos utilizados por sus antónimos 

    “La escena es bastante paradójica. Es como si asistiéramos a una especie de juicios de Nuremberg a la inversa, donde no se juzgan los crímenes cometidos por los nazis, sino las atrocidades (indiscutibles) cometidas por los aliados”

    Enzo Traverso

  • SHEINBAUM Y LA NUEVA ESTRATEGIA DE SEGURIDAD: INNOVACIÓN CON CONTINUIDAD

    SHEINBAUM Y LA NUEVA ESTRATEGIA DE SEGURIDAD: INNOVACIÓN CON CONTINUIDAD

    La seguridad en México continúa siendo uno de los principales desafíos para el gobierno, y la nueva administración de Claudia Sheinbaum no es ajena a esta realidad. Al asumir el poder, Sheinbaum enfrenta la necesidad de preservar y fortalecer los logros alcanzados durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, mientras introduce innovaciones que se adapten a los complejos retos de seguridad actuales. Su estrategia, aunque mantiene la continuidad en algunos aspectos fundamentales, plantea elementos clave para construir un México más seguro. Entre ellos destacan la atención a las causas estructurales de la violencia, la consolidación de una Guardia Nacional con enfoque civil, y un impulso decidido hacia la modernización tecnológica e inteligencia, con la creación del Sistema Único de Inteligencia como uno de sus componentes más innovadores.

    El eje de la política de seguridad de Sheinbaum, al igual que en la administración anterior, sigue siendo el combate a las causas estructurales de la criminalidad. Sin embargo, su visión trae consigo un enfoque más focalizado y evaluable. Programas como Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida continúan siendo parte fundamental de la estrategia, pero Sheinbaum ha subrayado la necesidad de mejorar su eficacia y ajustarlos a las realidades regionales.

    A diferencia de la administración de López Obrador, que aplicó estos programas de manera más generalizada, Sheinbaum propone un enfoque más selectivo, enfocado en las comunidades más afectadas por el crimen organizado. Asimismo, se ha comprometido a establecer mecanismos de seguimiento que permitan evaluar su impacto en tiempo real, garantizando que los recursos realmente lleguen a quienes más los necesitan. Esta visión más precisa y dirigida busca generar mejores resultados a largo plazo, mientras se mantienen los principios de justicia social que caracterizan estos programas.

    Uno de los elementos más controversiales en la administración de López Obrador fue el creciente papel de las fuerzas armadas en la seguridad pública, lo que generó críticas sobre la posible militarización del país. En este contexto, Sheinbaum ha prometido consolidar la Guardia Nacional (GN) como una pieza clave en la estrategia de seguridad, pero bajo un enfoque más civil y con un respeto claro a los derechos humanos.

    La Guardia Nacional continuará operando en coordinación con las fuerzas armadas, pero la administración de Sheinbaum busca que su presencia en las calles no implique un desplazamiento de las fuerzas civiles de seguridad. Por el contrario, uno de sus compromisos es fortalecer las policías locales para que puedan asumir mayores responsabilidades en el control territorial y la prevención del delito. Este énfasis en el reforzamiento de las instituciones civiles es un paso hacia la desmilitarización gradual de la seguridad pública, con la meta de que, a largo plazo, las policías locales puedan operar de manera independiente en muchas zonas del país.

    Uno de los aspectos más destacables y novedosos en la estrategia de Sheinbaum es la apuesta por la modernización tecnológica y el uso de la inteligencia para mejorar la efectividad de las políticas de seguridad. En este marco, se destaca la creación del Sistema Único de Inteligencia, una plataforma de coordinación interinstitucional que permitirá centralizar la información de todas las agencias de seguridad en un único sistema. Este enfoque promete mejorar la capacidad del Estado para anticiparse a las actividades del crimen organizado mediante el uso de tecnologías como big data, análisis predictivo y una mayor coordinación entre agencias.

    Este sistema no sólo centralizará la información de inteligencia, sino que también se enfocará en la prevención. A través de la integración de datos de distintas fuentes federales, estatales y municipales, el gobierno podrá diseñar estrategias preventivas más precisas y actuar con mayor rapidez frente a situaciones de riesgo. En comparación con el gobierno anterior, que también utilizó herramientas de inteligencia, Sheinbaum propone una estructura más cohesionada y moderna, donde las tecnologías avanzadas juegan un papel central para optimizar la toma de decisiones.

    La estrategia de Sheinbaum ofrece una visión integral que combina la continuidad de algunas políticas con una propuesta de innovación y modernización. Su enfoque en la atención a las causas estructurales del crimen se fortalece con programas sociales que ahora estarán mejor diseñados para impactar en las zonas más vulnerables. La consolidación de la Guardia Nacional, aunque todavía bajo el mando de la Secretaría de la Defensa Nacional, se hace con un claro compromiso hacia el fortalecimiento de las fuerzas civiles y la protección de los derechos humanos. Y, sin duda, la modernización tecnológica y la creación del Sistema Único de Inteligencia representan un cambio de paradigma que puede marcar un antes y un después en la lucha contra el crimen en México.

    El reto para Sheinbaum, como siempre, será implementar estas políticas con éxito, manteniendo la coordinación interinstitucional y asegurándose de que la tecnología e inteligencia se usen de manera eficaz y ética. México enfrenta una situación compleja, y aunque no hay soluciones fáciles, la combinación de prevención social, consolidación de instituciones civiles y un uso inteligente de la tecnología ofrece un camino viable hacia una seguridad más justa, moderna y eficiente.

    • La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Regional y Bienestar Social del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
  • Para todos, TODO

    Para todos, TODO

    El poder económico continúa su embate contra el pueblo. ¿Qué debe hacernos para que pueblo y gobierno decidamos ponerlo en su lugar?

    Somos un pueblo que ha aprendido a hablar de política, a conocer su historia y su gobierno; AMLO nos dejó una herencia inconmensurable al darnos los sólidos cimientos de una transformación cultural, social y política. Sin embargo, no hemos sabido dar el siguiente paso para consolidarnos como pueblo con una firme conciencia social y poder ser participes directos de los modos de producción, logrando con ello la autosuficiencia como país, pero es necesario que el Estado tome las riendas del poder económico.

    Es entendible que en la primera etapa de la transformación, con AMLO, el gobierno tratara de llegar a acuerdos, hacer alianzas, tomar medidas que ayudaran tanto al más pobre como al más rico.

    Hubo muchos y grandes cambios que el poder económico tomó como afrenta, como obligarlos a pagar impuestos. Por muchos años fueron dueños de todo y dentro de esa lógica quisieran permanecer.

    No obstante, es urgente dar otro paso a la izquierda; sin temor, sin conmiseraciones. No pueden estar las minas en manos de unos cuantos. Aunque la ley recientemente aprobada Reforma del Poder Judicial también abona a la construcción del nuevo México, pasamos por un “ínter” en el que los otrora dueños del país tienen oportunidad de elucubrar sin descanso y a todo vapor, para tumbar leyes ya aprobadas, como es el caso de la ley minera.

    Antes de la ley minera aprobada en el periodo de AMLO, las empresas de dicha materia no pagaban por las múltiples afectaciones causadas a los pobladores de las comunidades, por el daño al ambiente, por las enfermedades, por los ríos y los terrenos arrebatados, etc., hoy deben dar el 5% de lo producido; las minas se concesionaban por 100 años, ahora es por 80, además de quedar prohibidas las nuevas concesiones.

    A pesar de que muchas minas siguen concesionadas, por insatisfacción y ambición, los poderosos, quienes tienen la Corte de su lado, han metido un amparo con la intención de mover las aguas y levantar olas hasta lograr la inconstitucionalidad. Tres ministros, aliados de Piña, intentan coronarse con tal acto.

    En caso de declarar la reforma como inconstitucional, el suelo mexicano seguirá siendo ofertado al extranjero, la explotación será desmedida, como en tiempos neoliberales, cuando EU, Canadá, España y otros países, se adueñaron de gigantescas extensiones de tierra, apropiándose también de muchos cuerpos de agua, de vastas riquezas minerales, explotando minas incluso dentro de reservas ecológicas, dañando gravemente a miles de mexicanos con pobreza y enfermedades incurables.

    Es tiempo de decir, YA BASTA! Los cimientos de la transformación, fueron puestos con el mejor material. No podemos permitir retrocesos.

    SI EL PODER ECONÓMICO DA MADRUGUETE, EL GOBIERNO TIENE EL AVAL DEL PUEBLO PARA RECUPERAR LO QUE A TODOS NOS PERTENECE, incluso, con la expropiación.

    No podemos permitir que se nos vuelva a arrebatar una riqueza que AMLO se esmeró en regresar a las manos de su verdadero dueño: ¡EL PUEBLO!

  • La oposición se monta en la reforma

    La oposición se monta en la reforma

    La oposición alarga su agonía en la reforma al Poder Judicial, primero trató de evitarla, ahora, ya con reglas nuevas se aferrará a ella como a un clavo caliente para sobrevivir. Opositores en los partidos y la sociedad de clase media ahora podría concursar en los cargos dentro de ese poder para figurar y, desde ahí, tener influencia para definir el rumbo de la política del país.

    Los partidos de oposición fueron rechazados del Poder Ejecutivo, del Poder Legislativo, ahora lo único que les queda es pelear por un cargo dentro dela burocracia del Poder Judicial, una vez que sean expulsados de este poder tendrán que empezar a preocuparse por su sobrevivencia, situación en la que debieron pensar desde los días en que mandaban a elaborar encuestas engañosas que mostraban sus empates técnicos ilusorios.

    El innegable lazo entre Norma Piña y la oposición, principalmente panista, decidió levantar el paro en todo el país, aunque con casi la mitad de sus integrantes en desacuerdo, para montarse, puntualmente, a la carrera judicial desde el consevadurismo. Para el proyecto de la derecha de recuperar espacios para rescatar privilegios, no hay cargo pequeño, el problema que tiene la derecha es que cuenta con gente poco preparada para concursar en serio, por un cargo. Todo lo ha tenido regalado, desde la Presidencia de la República hasta las legislaturas plurinominales.

    La derecha tiene en sus principales miembros a personas con cargos importantes penales, desde lavado de dinero hasta fraudes, y desvíos de fondos, complicidad con el narcotráfico, así como peculado y hasta asesinatos. La propia candidata a la Presidencia de la República concursó por ese cargo cometiendo delitos graves, cuando ella, como senadora, influía en los contratos a favor de su empresa. Ninguno de ellos puede ser juez sin antes ser juzgado por la opinión pública y las leyes.

    Anteriormente, la derecha lo tenía todo, porque teniendo en el bolsillo, en el más amplio sentido de la palabra, al Presidente de la República, éste se encargaba de dominar al resto. La división de poderes de la que muchos anuncian fusión o un logro popular, es una novedad para una derecha acostumbrada a no pensar en la política, aunque no así en la economía familiar.

    Sería muy ingenuo pensar en que la lucha por la reforma al poder Judicial se convertiría en una secretaría del Ejecutivo, a estas alturas. El método de selección ha convocado hasta a panistas como Roberto Gil Zuarth, x secretario particular de Calderón, durante su usurpación, quien quiere ser ministro dela Suprema Corte de Justicia, a pesar de su pasado delictivo y su tendencia imparcial de ver la realidad y su estilo muy personal de interpretar la ley.

    Hay desconfianza en la reforma y sus resultados, pero no deja de ser, para los conservadores, la última oportunidad para tener espacios que puedan darle vida a la oposición en general, ante su agonizante existencia que quieren revivir con gritos en las cámaras y estridencias en los medios.

    Resulta tentador para los conservadores concursar, pueden ganar en un golpe de suerte o de Estado desde ese espacio, pero también en la derrota tendrían argumentos al decir que no fueron elegidos por lo fraudulento del proceso impuesto por la reforma al Poder Judicial.

    Sean cuales fueren los resultados para que los conservadores se mantengan con un par de juzgados, los días del PAN y del PRI, están contados. Tienen al enemigo en casa, la división interna los condena a morirá ante la negativa de renovarse.

    A pesar de que tradicionalmente en el Ejecutivo y el Legislativo se han descubierto corruptelas muy graves, dignas de varias cadenas perpetuas por robar al pueblo, el Poder Judicial resulta ser el más sucio de la historia de la administración pública de México.

    Apenas es posible ver una pequeña parte de los delitos cometidos por jueces, magistrados y ministros, habrá material, seguramente, para una enciclopedia, que registre las violaciones a la ley, a todas las leyes y todos los derechos.

  • EL PATRIARCADO ESTÁ HABLANDO

    EL PATRIARCADO ESTÁ HABLANDO

    Aquel día 31 de agosto el zócalo se encontraba abarrotado de sillas, pues al día siguiente se llevaría a cabo el último informe del expresidente López Obrador, pero entre tanta silla había tranquilidad y paz. Pocas personas pasaban por el mismo lugar que yo transitaba con tanta rapidez, iba tarde al segundo día del Encuentro Continental de Periodistas Independientes. Frente a mí, un par de hombres jóvenes hablando, estaba a punto de rebasarlos cuando pasamos frente al balcón presidencial y ambos voltearon a ver aquel sitio.

    – “Ya se va el viejito” le dice uno.
    -“Sí”, asiente el otro, “él se las sabía de todas todas”. 
    -“Quién sabe si Claudia la arme, las mujeres están bien pendejas, aunque este muy preparada y no sé que tanto” 
    Ríen los dos y se desvían hacia otro lado. 

    Impactada pensé: ¿solo por el hecho de ser mujer anulan su preparación y conocimientos? Mi cabeza trataba de descifrar aquel “razonamiento”. Este recuerdo me llegó mientras leía cómo el machito de Garci; es decir, el monero de “El Financiero” escribía en su cuenta de X a la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR): “Soy caricaturista y periodista mexicano y estoy siendo acosado (por) políticos de mi gobierno que desde el poder pretende(n) censurarme y lesionarme, me pongo en contacto con ustedes para solicitar asilo político. Ya estoy iniciando trámites”. La razón, haber vulnerado la intimidad de la senadora morenista Andrea Chávez a través de una imagen erótica generada por inteligencia artificial, delito condenado por la Ley Olimpia la cual señala que difundir contenidos íntimos en internet sin consentimiento es un delito, incluyendo imágenes generadas por IA. 

    Estos dos casos se tratan de machismo y, sobre todo, el segundo, de misoginia. Esto es descalificar, violentar, atacar, odiar a una mujer por el simple hecho de ser mujer. Es replicar la idea de la mujer como un ser sin voluntad propia, sin voz y sin capacidad de autonomía y razón. “Detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer” se dice. La frase tan común, evidencía la histórica subordinación de la mujer al género masculino. 

    Las mujeres ocupan más espacios de poder público que hace 6 años, especialmente en la política. Tenemos a la primera mujer presidenta y a la primera jefa de gobierno que es abiertamente feminista. Esto nos dice que la izquierda en nuestro país, aunque hay cosas que afinar, avanza con un fuerte reconocimiento a los derechos de las mujeres. Sin embargo; otro gallo canta para la oposición.

    La derecha desde su “intelectualidad”, es machista y misógina; solo basta ver como cumpliendo con el pacto patriarcal, periodistas, moneros y demás, apoyaron al violentador Antonio Garci; y basta ver como los grupos conservadores se niegan a decir presidenta con a. 

    De modo que, así como el expresidente López Obrador, fue el primero en hablar y señalar al clasismo y racismo, y por ello destapó la cloaca en la que se encuentra el aspiracionismo y mitos como “el pobre es pobre porque quiere”; Al momento en que Claudia Sheinbaum habla de igualdad sustantiva, la derecha ha actuado de manera reaccionaria utilizando discursos basados en estereotipos machistas como burlarse del trabajo doméstico: “vamos a tener una ama de casa, 6 años”

    En conjunto, la derecha en nuestro país esta tan derrotada y es profundamente machista que tiene que ofender no solo a la presidenta, sino que a todas las mujeres amas de casa, cuyo trabajo no es remunerado, pero es el sostén del sistema capitalista. Es momento de continuar hablando sobre la violencia de género y repensar nuestra realidad con los anteojos del feminismo.