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  • Juicio Político contra los jueces que intentaron frenar la Reforma Judicial: el contundente mensaje de la futura Consejera Jurídica de la Presidencia

    Juicio Político contra los jueces que intentaron frenar la Reforma Judicial: el contundente mensaje de la futura Consejera Jurídica de la Presidencia

    A horas de asumir el cargo de Consejera Jurídica de la Presidencia de la República en la administración de Claudia Sheinbaum, Ernestina Godoy mandó un contundente mensaje: los jueces que intentaron frenar la Reforma Judicial serán investigados. Si el Congreso lo determina, puede haber un juicio político.

    Durante una entrevista para “La Jornada”, la senadora Ernestina Godoy informó que se le notificará al Consejo de la Judicatura Federal sobre la decisión de algunos jueces de otorgar amparos contra la Reforma al Poder Judicial, pues considera que tienen que trabajar con imparcialidad y nomás no.


    “Vamos a ver qué reacción tiene el Consejo de la Judicatura, ojalá que analice lo que están haciendo los jueces e igualmente el Congreso de la Unión, porque ellos tienen la obligación de actuar con imparcialidad, con profesionalismo y no lo están haciendo”, dijo Godoy Ramos.  

    Asimismo, la futura Consejera Jurídica de la Presidencia de la República comentó que los jueces invadieron facultades que no les competen, como la del Legislativo, debido a que no cuentan con las atribuciones para frenar el trabajo de otro poder.

    Con información de La Jornada

  • LA JUSTICIA AHORA EN TUS MANOS: EL PODER DE ELEGIR JUECES Y MAGISTRADOS

    LA JUSTICIA AHORA EN TUS MANOS: EL PODER DE ELEGIR JUECES Y MAGISTRADOS

    El 15 de septiembre de 2024 marcará un antes y un después en la historia de México. Con la firma del decreto que promulga la reforma judicial, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio un paso histórico para transformar el sistema de justicia. “Es un acto de justicia para el pueblo, que por primera vez tendrá el poder de elegir a quienes imparten justicia en nuestro país”, afirmó el presidente, con Claudia Sheinbaum, presidenta electa, como testigo de honor. Esta reforma pone en manos de los ciudadanos una responsabilidad sin precedentes: Elegir directamente a jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

    Hasta ahora, los nombramientos en el Poder Judicial estaban en manos de la élite política. Con esta reforma, los mexicanos podrán votar por quienes decidirán en los tribunales más altos del país. Este es un cambio trascendental que busca hacer el sistema judicial más transparente, equitativo y cercano a la sociedad. A través del voto popular, los ciudadanos tendrán la oportunidad de influir en decisiones que antes se tomaban a puertas cerradas.

    Una de las principales críticas al sistema judicial ha sido la distancia entre los ciudadanos y quienes administran justicia. La reforma responde a esa necesidad de acercar el Poder Judicial al pueblo. Los ministros de la SCJN, los magistrados de las salas superiores y regionales del Tribunal Electoral, así como jueces y magistrados federales, serán elegidos por el voto popular en un proceso que se celebrará el 1 de junio de 2025. 

    El presidente López Obrador lo dejó claro: “Ya no más jueces de consigna, ya no más justicia al servicio de intereses económicos o políticos”. Al ser electos directamente por el pueblo, los juzgadores tendrán un compromiso mayor con la ciudadanía y sus necesidades. Este nuevo modelo, asegura, permitirá que los magistrados y jueces no sólo obedezcan a la ley, sino también al mandato del pueblo, generando así mayor confianza en las instituciones.

    Con esta reforma, más de 800 cargos del Poder Judicial serán sometidos al voto ciudadano. Entre los puestos que estarán en juego se encuentran 9 ministros de la SCJN, 2 magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral, 15 magistrados de las Salas Regionales y más de 800 jueces y magistrados federales. De esta manera, se abre un proceso democrático único en su tipo en México, una verdadera oportunidad para que los ciudadanos sean parte activa de la administración de justicia.

    Además, se garantiza que este proceso sea justo y accesible para todos. Las campañas de los candidatos judiciales estarán limitadas a tiempos oficiales de radio y televisión, y no podrán recibir financiamiento público ni privado. Esto elimina el riesgo de que intereses económicos influyan en la elección, como ha sucedido en otros procesos electorales. Los candidatos tampoco podrán ser apoyados por servidores públicos ni partidos políticos. Esto asegura que las decisiones de los votantes se basen únicamente en los méritos de los aspirantes.

    Un aspecto esencial de la reforma es la paridad de género. De acuerdo con el nuevo marco legal, deberá haber una representación equitativa entre hombres y mujeres en los cargos judiciales. Este compromiso responde a la lucha histórica por la igualdad en las instituciones y garantiza que la voz de las mujeres esté debidamente representada en los tribunales.

    El proceso también será supervisado rigurosamente por el Instituto Nacional Electoral (INE), que contará los votos, publicará los resultados y entregará las constancias de mayoría. Además, el INE trabajará bajo los principios de imparcialidad y transparencia, lo que garantiza que los ciudadanos puedan confiar plenamente en el proceso. Como señaló el presidente: “El pueblo es sabio, y en sus manos dejamos esta responsabilidad”.

    El camino hacia la elección del 1 de junio de 2025 ya está trazado. El INE deberá iniciar los preparativos el 22 de septiembre de 2024, cuando su Consejo General sesione para comenzar a organizar los comicios extraordinarios. En octubre, el Senado emitirá la convocatoria para integrar las listas de candidatos, mientras que, en diciembre, el Congreso de la Unión deberá aprobar los cambios necesarios en las leyes secundarias para adecuarlas a la reforma.

    A partir del 30 de marzo de 2025, los candidatos tendrán dos meses de campaña para exponer sus propuestas y participar en debates, aunque sin financiamiento privado ni público. El día de la elección, los ciudadanos recibirán seis boletas para elegir a los jueces y magistrados, un proceso que concluirá cuando los electos tomen protesta en septiembre de 2025.

    Uno de los puntos más discutidos ha sido el costo de esta elección. Sin embargo, Claudia Sheinbaum, presidenta electa, aseguró que el financiamiento está garantizado. Los recursos provendrán de los 13 fideicomisos del Poder Judicial, que serán extinguidos y cuyos fondos, estimados en 15 mil millones de pesos, se destinarán a este proceso electoral. De esta manera, la reforma no representará una carga adicional para el presupuesto público, sino que aprovechará los recursos ya disponibles.

    La reforma judicial no es únicamente un cambio legal, es un acto de empoderamiento ciudadano. Pone en manos del pueblo la decisión sobre quién debe impartir justicia y busca transformar un sistema que durante años ha estado desconectado de la sociedad. Si bien hay desafíos por delante, como la organización logística y la aprobación de las leyes secundarias, el objetivo es claro: un Poder Judicial más justo, equitativo y cercano a las mexicanas y los mexicanos.

    Como concluyó el presidente López Obrador: “Este es el inicio de una nueva era para la justicia en México. Es un acto de democracia, porque el pueblo, que es el soberano, debe ser quien elija a los encargados de impartir justicia en nuestro país”. Ahora, la responsabilidad está en manos de los ciudadanos, quienes el 1 de junio de 2025 tendrán la oportunidad de moldear el futuro de la justicia en México.

    • La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Regional y Bienestar Social del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
  • Entre la casa de los famosos y la reforma al poder judicial

    Entre la casa de los famosos y la reforma al poder judicial

    La reciente aprobación de la reforma al poder judicial ocurrida la madrugada del 11 de septiembre, nos deja eventos para el anecdotario. Durante meses se puso sobre la mesa el contenido y los cambios existentes mandados por el presidente López Obrador y de los cuales la oposición política de nuestro país hizo apenas caso e incluso se mofó de la misma. Se supo más tarde, durante las elecciones federales, de una supuesta reunión entre la ministra presidenta de la Suprema Corte y el líder del Partido Revolucionario Institucional, ya que como bien se sabe, ella es rival declarada del primer mandatario.

    Lo que jamás imaginaron quienes sostuvieron esa reunión secreta, es que en los comicios que tuvieron lugar en junio de este año el partido oficialista tendría un éxito arrasador en las urnas. Al interior del poder legislativo, el partido Morena obtuvo sendos triunfos al grado de colocarlos en una posición en la que, en la cámara de diputados, no tuvieran que comprometerse con los partidos de oposición, mientras que en la de senadores, tendrían faltante de un voto para lograr hacer cambios profundos en la constitución de cara al próximo sexenio.

    La casa de los famosos, el programa transmitido por Televisa en el cual, un grupo de personalidades de la farándula son monitoreados las 24 horas del día al interior de un recinto, tuvo su clímax cuando uno de los integrantes, por demás polémico, se retiró del mismo. Durante su estancia en el show, realizó comentarios despectivos hacia los integrantes del recinto así como a las mujeres en general; sin embargo, es un personaje que se ha dirigido de esa manera a lo largo de su trayectoria en las pantallas, ya sea en su programa de YouTube o en el de Multimedios en Nuevo León, de donde es originario.

    Lo que tienen en común, a nivel social, los detractores de la reforma al poder judicial, así como quienes pedían la cabeza del integrante del programa de Televisa, es una total incongruencia en la manera de, supuestamente, defender una causa por ser lo más conveniente a la sociedad y por otro lado, promover con todas sus fuerzas actos que resultan deleznables cuando menos, para esa misma sociedad que dicen defender. El mejor ejemplo de esto último, se dio el día de ayer en la cámara de senadores, mientras se abría a discusión la reforma. Los personajes que hablaron de parte de la oposición, expusieron más con arrebatos y descalificaciones, la impotencia que tenían ante una eventual derrota, que dejaron ver el doble discurso antes mencionado, lleno de hipocresía y falta de valores que supuestamente defienden ante las cámaras de las televisoras como la que transmite el show de los famosos pero, dejaron ver, entre sus participaciones viscerales, la pobre argumentación que ha caracterizado a la mayoría de ellos.

    De un programa como la casa de los famosos se espera que, entre más escándalo y más fricciones existan al interior del mismo, más rating se sabe que tendrá. Para eso llevan a figuras polémicas mezcladas con otras de personalidad más débil y es casi seguro que los acontecimientos que ocurrieran para la salida de la oveja negra del show, quien de paso es el mejor actor de todos los que ahí se encuentran presentes, haya sido meticulosamente planeada por los productores, ya que al ser esa televisora el monstruo mediático que es, jamás se arriesgaría a realizar algo que no estuviera planeado.

    Cuando el día de ayer, mientras se encontraba en sesión la cámara alta bajo la dirigencia del presidente de esta, el senador Gerardo Fernández Noroña, arribaron de manera agresiva protestantes instigados por el PRIAN, así como por integrantes del poder judicial, dejaron en claro el falso puritanismo y defensa de los derechos de los demás, así como la falta de valores que siempre les ha caracterizado y mientras que en televisión tienen que guardar las apariencias ante el público detrás de las pantallas, motivo por el cual dejaron ir al mejor de sus celebridades en el reality, los personajes de derecha tanto en la cámara cómo los del poder judicial, no tuvieron que fingir más sus pretensiones.

    La faramalla y la polémica con la que se maneja un personaje como Adrián Marcelo quien dice utilizar la comedia negra y que le valió su salida y la condena de miles de personas que sí siguen dicho programa, así como los exabruptos de la tristemente célebre Lilly Téllez, cada vez que toma el estrado en el senado, sólo dejan al descubierto la doble moral de aquellas personas que durante estos 6 años de un gobierno de alternancia, de izquierda, ligado a la gente pobre, han utilizado. Por un lado, condenan y se dicen jueces respetabilísimos y por el otro utilizan golpeadores, instigadores y personajes incendiarios, según su conveniencia. En un lado lo hacen con el fin de atraer a más televidentes para a su vez tener más patrocinadores y por el otro manipular las conciencias, si es que todavía pudieran contar con ese poder como era en antaño, de la sociedad.

    A final de cuentas, hablamos de un engaño intencionado hacia la gente pero, incluso al día de hoy, hasta los seguidores de la selección mexicana de fútbol son capaces de mostrar más sentido común y congruencia que quienes se ponen de parte del PRIAN, del poder judicial y de los grandes medios de comunicación, que quisieron bloquear la reforma que finalmente fue aprobada con 86 votos a favor. Mayoría calificada.

    El gran legado que deja el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador para ésta y las generaciones por venir, es la politización de las masas, para que estas exijan de manera activa, a su criterio, lo que crean que es justo para ellos.

  • Si hay Reforma…habrá ¡JUSTICIA!

    Si hay Reforma…habrá ¡JUSTICIA!

    Uno de los grandes obstáculos para la transformación durante todo el sexenio de AMLO ha sido el Poder Judicial. Un poder judicial que no empata con el pueblo y sí congenia con la delincuencia de cuello blanco, siendo un Poder nulo, inservible. La estabilidad de nuestro país y su salud política radica en gran medida en el equilibrio que debe existir entre los Poderes de la Unión.
    Si uno de estos falla, no hay armonía.

    A ningún mexicano actual nos ha tocado ver un gobierno en total consonancia, sobretodo durante el periodo neoliberal, cuando el poder judicial y el legislativo se sometían y se culimpinaban al ejecutivo. Al llegar AMLO a la presidencia, comenzó una nueva era para todos los mexicanos, efectuando cambios preponderantes en todos los ámbitos de gobierno. Y el pueblo experimentó en carne propia los beneficios.

    Impulsar iniciativas y acciones populares y sustanciales en materia laboral, energética, fiscal, económica y política han sido el soporte donde se basa actualmente la felicidad, la ventura y la tranquilidad de la mayoría de los mexicanos.

    El país estaba en cenizas, AMLO logró edificar de los despojos una nueva nación incipiente, fresca, destacable.

    Pero esta nueva Patria necesita consolidarse, lo que no será posible si el Poder Judicial permanece hundido en la corrupción, en la impunidad y violentando constantemente nuestra Constitución.

    Refresquemos la memoria. Todos hemos leído sobre los golpes blandos, golpes jurídicos o lawfare efectuados en America Latina.

    La destitución a la presidenta Dilma en Brasil, bajo pretexto de corrupción, el encarcelamiento a Lula, la persecución a Correa, el derrocamiento de Castillo en Perú, el golpe a Zelaya, las intentonas golpistas en México a manos de los medios alienados y de actores conservadores, han sido impulsados utilizando la ley, retorciéndola y manoseándola para tergiversarla en beneficio de neoliberales y conservadores de México, EU y UE.

    Ahí radica la importancia de transformar el Poder Judicial; efectuar en él una sanitización profunda para que la bazofia que lo pudre salga completamente.

    Aunque no seria suficiente para dejarlo impoluto, es cierto, el camino es largo, porque es una institución putrefacta; sin embargo, es urgente dar el primer paso, para lograr la armonía que merecemos y que debemos heredar a las siguientes generaciones.

    Si se logra la reforma al PJ, estaremos viendo uno de los cambios mas radicales del sexenio, tocando a los intocables, desafiando a la élite política y en consecuencia al poder económico, es sin duda una de las acciones mas grandes e importantes del presidente y su equipo, secundado por el pueblo entero. ¿Cual seria el beneficio de dicha reforma?

    ¡JUSTICIA PARA TODOS! AMLO, un estratega, un estadista nos heredará un México nuevo, un México justo.

    ¡GRACIAS PRESIDENTE!
    ¡GRACIAS SIEMPRE!

    … ¡LA REFORMA, VA!

  • EL PRECEDENTE QUE MARCA LA REFORMA JUDICIAL

    EL PRECEDENTE QUE MARCA LA REFORMA JUDICIAL

    México se está sacudiendo, y no porque sea septiembre (mes de terremotos), sino porque estamos a un paso de democratizar a uno de los 3 Poderes de la Unión, y a menos de que seas apolítico seguramente te has preguntado ¿Por qué estar a favor de la Reforma al Poder Judicial? O ¿Por qué en contra? 

    En los recientes días las calles y las plazas de diversos municipios y de la capital de México han presenciado manifestaciones a favor y en contra de este cambio constitucional. Los jóvenes, como en ningún otro sexenio, han salido a expresar su sentir, arrastrando consigo interrogantes. Desde este artículo me gustaría abarcar la reforma desde las siguientes preguntas: ¿Qué problemas resuelve la Reforma Judicial?, ¿Qué significa democratizar al Poder Judicial?, ¿Qué partes trastoca del sistema de justicia?, ¿Por qué no al intervencionismo estadounidense y económico? Y ¿Qué papel juega el mandato popular? 

    El actual Poder Judicial representa, me atrevería a decir, la red de nepotismo más grande del país, de acuerdo con estudios publicados por el propio Consejo de la Judicatura Federal (CJF), señaló que, dentro de esta misma institución (uno de los núcleos del Poder Judicial), el 49 por ciento de los trabajadores tiene al menos un familiar laborando, dentro de estas, la red familiar de mayor tamaño que trabaja ahí es de ¡65 personas! 

    Por otro lado, existe una deuda con la justicia social, en el sentido de que se viola el artículo 127 constitucional, fracción II que establece que “ningún servidor público podrá recibir remuneración por el desempeño de su función, mayor a la establecida por el presidente de la República”. Mientras el salario neto del Presidente López Obrador, es de 129, 087 pesos mexicanos (de acuerdo con los datos recientes de la Plataforma Nacional de Transparencia), las y los 11 ministros perciben un salario neto de 206, 948 pesos, a los que se les suman: aguinaldo, prima vacacional, pago por riesgo de trabajo y seguro de gastos médicos mayores, además de otras compensaciones. Que juntos; es decir, sueldo y prestaciones, alcanza un monto de casi 800 mil pesos mensuales de acuerdo a lo expuesto desde Presidencia. Esto sin mencionar los fideicomisos del Poder Judicial, los cuales son usados para cuestiones como el Mantenimiento de casa habitación de magistrados y jueces entre otros asuntos. 

    Los anteriores puntos son temas a los que la reforma ofrece una solución, toda vez que como hemos visto, este Poder está bañado de una red de nepotismo y lujosos privilegios lo cual obstruye su labor y abre una enorme puerta a la corrupción y opacidad que acoge una justicia elitista, racista y machista que sobre pone los intereses extranjeros y económicos sobre el interés y beneficio públicos. En este sentido, la democratización de este Poder lejos de crear una subordinación al Ejecutivo entabla un vinculo con la ciudadanía. Aprovecho para desmentir uno que otro mito sobre la elección de ministras, ministros, magistradas, magistrados, juezas y jueces: No cualquiera podrá ser candidato para estos cargos, primero se necesita cumplir con el principio de idoneidad jurídica, y posteriormente pasar por un mecanismo riguroso. Los 3 Poderes de la Unión estarán involucrados para proponer los perfiles por los que votará la ciudadanía, por lo que no será imposición de un solo poder. Al hacer un análisis, esta vía, debilita al sistema presidencial de nuestro país. 

    Esta democratización implica una mayor politización de la gente, pues como ciudadanos debemos participar activamente en la cosa pública, ya lo decía Kant, hay que dejar el estado de niñez y ser ciudadanos. 

    Claro está, que la oposición se sustenta en el clasismo y desinformación para desacreditar esta demanda popular. Los lideres de la derecha se aferran a defender sus causas, que son los intereses de grupos creados o pregúntenselo al Senador Ricardo Anaya, tan cercano a los intereses extranjeros y tan alejado del pueblo. Las y los ministros, magistrados y jueces, no se quedan a tras, durante años han defendido intereses ajenos al pueblo de México, y recientemente lo volvieron a mostrar votando en contra de la LIE. 

    En fin, estos no son todos los puntos que la Reforma abarca. Después de la lectura de este texto si me preguntas ¿Está Reforma cambia la justicia en México? Te respondería: si le preguntas a una nutrióloga “¿Qué alimento o comida me puede dar mayor energía?” Seguramente te diría que “ninguno”, pues para lograr lo que deseas se necesitan una serie de procesos como: dormir mejor, tomar agua etc. Lo mismo ocurre en este caso, la Reforma no soluciona el sistema de justicia, pero es un precedente que ataca al tema del nepotismo, privilegios, corrupción de la cúpula, y al Poder Judicial le da otro sentido apegado al humanismo mexicano. De igual manera abre el paso para una Reforma Integral en materia de Justicia. 

  • No se va a destruir nada: AMLO batea “contrapropuesta” de Reforma Judicial de Norma Piña y reafirma que la intención de la 4T es reconstruir la impartición de justicia

    No se va a destruir nada: AMLO batea “contrapropuesta” de Reforma Judicial de Norma Piña y reafirma que la intención de la 4T es reconstruir la impartición de justicia

    Desde Palacio Nacional, el Presidente López Obrador respondió a las peticiones de la ministra Norma Piña Hernández, que ahora pide presenta una “contrapropuesta”, acusando sin evidencias que desde el Legislativo, se pretende “destruir” al Poder Judicial con la reforma del paquete del Plan C.

    Ante las infundadas declaraciones de la ministra presidenta de la SCJN, el tabasqueño fue claro y aclaró que la Reforma al Poder Judicial no busca destruir nada, sino por el contrario, reconstruir el sistema que debería ser el encargado de la impartición de justicia en beneficio del pueblo mexicano.

    Cabe mencionar que además de la elección de jueces, magistrados y ministros por la vía del voto popular, la Reforma de la 4T contempla un órgano que vigile y sancione las malas prácticas de los que deberían ser los impartidores de justicia, en donde se incluye terminar con la corrupción y nepotismo al interior del PJ.

    AMLO respeta el derecho de manifestación de Norma Piña y secuaces

    Durante la conferencia matutina de este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Hernández Piña, está en su derecho de manifestarse en contra de la reforma al Poder Judicial, como lo han hecho otros trabajadores del mismo. El mandatario reconoció la postura de la ministra, señalando que en México se respeta la libertad de expresión, incluso dentro del Poder Judicial.

    López Obrador subrayó que la corrupción en el Poder Judicial es de “dominio público” y que la mayoría de los mexicanos están conscientes de esta realidad. “Es evidente, y la gente lo sabe, que impera la corrupción en el Poder Judicial y urge limpiarlo”, afirmó. Agregó que este problema afecta no solo a los ciudadanos, sino también a empresarios, banqueros y extranjeros con inversiones en el país, por lo que es necesario que haya legalidad y un verdadero estado de derecho que proteja al pueblo y a quienes buscan justicia.

    El presidente destacó que, a diferencia del Poder Judicial, en el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo ya se han implementado reformas que han logrado avances importantes en la lucha contra la corrupción. “En el Poder Ejecutivo se acabaron los negocios ilícitos realizados al amparo del poder. Ya no se entregan obras a dueños de medios de comunicación ni se privatizan los reclusorios para dárselos a empresarios influyentes“, puntualizó. En cuanto al Poder Legislativo, mencionó que ya no se reparten sobornos a los legisladores para la aprobación de leyes, práctica que calificó como “moches”.

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  • El legado en materia Judicial del Presidente Obrador, lo que debemos considerar y conocer de la Reforma Judicial aprobada por la Cámara de Diputados

    El legado en materia Judicial del Presidente Obrador, lo que debemos considerar y conocer de la Reforma Judicial aprobada por la Cámara de Diputados

    La reforma judicial propuesta por el Presidente Andrés Manuel López Obrador es un tema crucial que debemos entender y analizar. Sin embargo, los grupos conservadores que se niegan a perder sus beneficios han intentado boicotear e impedir que esta reforma constitucional se apruebe, lo que ha generado confusión y desinformación. 

    A pesar de esto, la Cámara de Diputados ha aprobado la reforma, y es importante que conozcamos sus detalles y lo que implica para el futuro de la justicia en México.

    La corrupción en el Poder Judicial es un problema que afecta a todos los niveles, desde las más altas esferas hasta las oficinas administrativas y los Ministerios Públicos. La corrupción influye directamente en la toma de decisiones judiciales, afectando la impartición de justicia en casos penales y en trámites legales.

    Desde las famosas detenciones por faltas administrativas hasta quiénes al amparo del poder público negocian el despojo de tierras, aguas y bienes a beneficio de grandes empresas y consorcios que llevan litigios a modo para beneficiarse en sus intereses privados. 

    Los jueces reciben cantidades astronómicas de dinero cada mes, incluyendo sueldos, pensiones y gastos de viaje. Estos fondos públicos deberían ayudar a los jueces a hacer su trabajo de manera imparcial y evitar la corrupción. Sin embargo, en la práctica, tiene el efecto contrario.

    La reforma judicial presentada por AMLO el 5 de febrero de este año ante la Cámara de Diputados, también tuvo foros públicos bajo los principios de pluralidad, inclusión, publicidad, oportunidad, máxima difusión, trasparencia, escrutinio, discusión y deliberación del 21 de febrero al 15 de abril, plazo que se amplió al 18 de abril. Posterior a ello, la Junta de Coordinación Política de la Camarada de Diputados el 21 de junio acordó ampliar el tiempo de los llamados Diálogos Nacionales para la Reforma del Poder Judicial, donde participaron ministros, magistrados, jueces, senadores, diputados, personal de la Poder Judicial de la Federación, abogados, académicos y hasta la Ministra Presidenta Norma Piña.

    La principal propuesta de la iniciativa de reforma al poder judicial está basada en la elección de Ministras y Ministros, Magistradas y Magistrados, y Juezas y Jueces por voto popular.  

    Esto es la modificación del párrafo octavo del artículo 94 de la Constitución, donde se establece que para juezas o jueces de distrito y magistradas o magistrados de circuito su elección se realizará por voto directo y secreto de la ciudadanía, actualmente los designa el Consejo de la Judicatura Federal.

    Se propone adecuar el artículo 95 constitucional para los requisitos de elegibilidad de las Ministras y Ministros de la SCJN, sustituyendo designación por elección.

    Se plantea reducir el número de integrantes de la Suprema Corte de Justicia de 11 a 9 Ministras y Ministros, establecer una sola sala en lugar de dos para que el pleno delibere de todos los asuntos que lleguen a la máxima instancia, así también la reducción del tiempo en el que permanecen en el encargo pasando de 12 años improrrogables a 9 años. 

    El artículo 96 constitucional se modifica a fin de dejar claro el principio democrático de que a las y los Ministros de la SCJN, las y los Magistrados de Circuito, las y los Jueces de Distrito y las y los Magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial serán elegidos de manera directa y secreta por la ciudadanía, esto es el voto popular.

    Para proteger la elección de jueces y magistrados, se propone prohibir cualquier influencia de recursos privados en las campañas. Esto incluye la prohibición de comprar espacios en radio y televisión, así como cualquier otra forma de intervención privada que pueda influir en la elección. Además, se busca evitar que los partidos políticos promuevan o critiquen a los candidatos.

    Se introduce un segundo párrafo al artículo 97 para establecer los requisitos de elegibilidad que deben satisfacer las candidaturas.

    La iniciativa de ley, también propone que las y los magistrados del Tribunal Electoral en su sala superior y regionales, prevalecerán en su encargo hasta 6 años y también deberán ser electas por voto popular.

    La reforma propuesta por el presidente considera modificaciones a las facultades y atribuciones de la Judicatura Federal, para implementar dos órganos nuevos el de Administración Judicial y el Tribunal de Disciplina Judicial. 

    El Tribunal de Disciplina Judicial, se conformará por 5 miembros electos por la ciudadanía y estará facultado para conocer, investigar y en su caso, sancionar responsabilidades administrativas y conductas contrarias a los principios de excelencia, profesionalismo, objetividad, imparcialidad e independencia de las ministras y Ministros de la SCJN, de las y los Magistrados de Circuito, de las y los Jueces de Distrito, así como del personal del Poder Judicial de la Federación.

    Este órgano podrá sancionar con amonestación, suspensión, sanción económica, destitución o inhabilitación, tendrá la facultad de llamar a comparecer y apercibir a los servidores públicos del Poder Judicial que se requieran para continuar sus investigaciones, así como presentar denuncias penales y solicitud de juicio político contra Magistradas o Magistrados de la SCJN, sus resoluciones serán inobjetables e inatacables, definitivas.

    Mediante la reforma al articulo 97 se establece que cualquier persona pueda estar facultada para presentar ante este Tribunal de Disciplina Judicial quejas o denuncias para investigar y en su caso sancionar a jueces, magistradas o magistrados incluyendo a los del Tribunal Electoral, por su conducta o por actos que violenten a las personas o por corrupción.

    En cuánto a justicia pronta y expedita, la reforma establece la obligatoriedad de actualizaciones para la solución de controversias en los tribunales de naturaleza administrativa o judicial o bien los Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación da un plazo máximo de 6 meses para que en caso de exceder el tiempo el órgano de Disciplina propuesto investigue y en su caso determine si la demora es imputable a la persona titular del órgano en controversia y de ser así ordene las medidas conducentes o imponga las sanciones pertinentes. 

    Las sesiones de la SCJN deberán ser públicas ya no habrá excepción a la regla para sesiones en lo obscurito o privadas. 

    Se establece que ningún personal del Poder Judicial de la Federación como ya está establecido en el artículo 127 constitucional pueda percibir una remuneración superior a la establecida para el Presidente de la República. 

    Se elimina el privilegio que reciben las Ministras y Ministros de la SCJN de la pensión vitalicia una vez que concluyan su encargo. 

    ¿Qué les pesa en las altas esferas del Poder Judicial? Pues que, en los artículos transitorios se establece que la elección extraordinaria de los encargos enumerados inicia a más tardar el próximo año de manera escalonada y paulatina. 

    Desde la constitución de 1917 los jueces inferiores, magistrados de circuito, jueces de distrito y jueces comunes son designados por los miembros del Poder Judicial, sin la intervención de otro poder o entidad. Esto quiere decir que la discrecionalidad, el nepotismo, influyentísimo y amiguismo imperan en el Poder Judicial desde hace 107 años, sin tener resultados satisfactorios en materia de impartición de justicia para la ciudadanía. 

    “De acuerdo con cifras emitidas por el Consejo de la judicatura Federal: En el 67% de los juzgados y tribunales había personas servidoras públicas con alguna relación familiar en el Poder Judicial.; El 23.8% del personal tenía más de cuatro familiares trabajando en la institución; Magistradas y magistrados tienen en promedio cuatro familiares en los órganos jurisdiccionales; La organización de concursos en los que sólo pueden participar quienes ya forman parte del poder judicial, ha sido una forma para premiar y perpetuar el nepotismo” (Lenia Batres, Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.)

    Finalmente, los privilegios y las percepciones inequitativas se reflejan en los 11 Ministros y Ministras de la Suprema Corte, quienes ganan al mes 50 veces más (314 mil 500 pesos) que 21 millones de mexicanos que en 2023 ganaban el salario mínimo (6 mil 223 pesos). Además, los Ministros y Ministras cuentan con privilegios excepcionales en el servicio público, que en 2022 representaron 73 mil 723 millones 020 mil 424 pesos: sueldos muy superiores al del Presidente de la República, de 297 mil 403 pesos mensuales; aguinaldos de 586 mil 092 pesos, que representan 40 días de sueldo; primas vacacionales de 95 mil 474 pesos, que representan 10 días de sueldo; un fondo para comer en restaurantes de lujo por 723 mil 690 pesos anuales; comedor especial en la SCJN con carta de alimentos y bebidas alcohólicas; presupuesto de 5 millones 540 mil 930 pesos mensuales para contratar personal; dos autos blindados tipo Suburban, con un valor de 6 millones de pesos que se renuevan cada dos años; pago por riesgo de más de 640 mil 372 pesos al año; apoyos para gasolina por 22 mil pesos mensuales; apoyos ilimitados para el pago de peajes en autopista; algunos Ministros cuentan con escoltas del Servicio de Protección Federal (SSPC); seguros para autos y casa habitación; atención especial para reservaciones en restaurantes, licencias, visas y otros trámites; atención personalizada en el aeropuerto, para no hacer filas ni ser revisados; viáticos para vuelos, hospedaje y comidas en viajes oficiales y pasaportes diplomáticos; salones especiales en el aeropuerto para ofrecerles comidas y bebidas exclusivas; dos períodos vacacionales al año de 15 días cada uno; tres equipos de cómputo e impresión; seis teléfonos celulares de gama alta, con plan ilimitado de datos con renovación anual; tres iPads con servicio de internet ilimitado; papelería personalizada; computadoras, impresoras e Internet en su domicilio pagado por la SCJN; seguro de separación individualizado de casi 20 millones de pesos al final de 15 años de servicio; acceso a un área de atención especial para ministros jubilados; un incremento salarial por estímulo por antigüedad de 1 mil pesos anuales.

    Por todo lo anterior, la reforma judicial es un imperativo ético y una necesidad absoluta en el sistema judicial mexicano. Es importante señalar que la misma ley aprobada por la Cámara de Diputados y que pasará al Senado de la República establece que el recurso que se ahorre de estos gastos honoríficos será utilizado para la Pensión del Bienestar, incluso a los Magistrados de la SCJN se les otorga el beneficio de renunciar previo al periodo electoral extraordinario para ser acreedores a su pensión vitalicia. 

    ¡Hasta con eso, los sinvergüenzas se niegan a aceptar que se les terminaron los privilegios! 

  • INMINENTE REFORMA JUDICIAL

    INMINENTE REFORMA JUDICIAL

    Tras la aprobación de la Reforma al poder Judicial en la Camara de Diputados, la protestas promovidas por parte de los miembros de la @SCJN no se han hecho esperar.

    Por supuesto que a quien en realidad afecta la mencionada Reforma es precisamente la cúpula del máximo poder judicial que sirve a la Oligarquía, a la llamada mafia del poder político económico y a miembros de la delincuencia organizada. Que junto con sus serviles comentócratas de los medios corporativos de manipulación se acostumbraron a imponer su narrativa tratando de influenciar a la opinión pública, incluidos miembros de la iglesia tratando de adoctrinar a sus feligreses como solo ellos saben.

    La iniciativa de Reforma Constitucional fue presentada por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, después de una serie de abusos mediante amparos por parte de grupos y organizaciones de la oligarquía, avalados por el poder judicial, en contra de proyectos en beneficio del pueblo como la refinería Dos Bocas, el Tren Maya, la Ley eléctrica, La guardia Nacional… Esto dio pie a promover desde la Presidencia de la República a la ciudadanía el mencionado plan C del que los opositores se burlaron, sin dar crédito al poder de convocatoria de nuestro presidente y de la capacidad de respuesta del pueblo de México que se refleja en el 80% de aprobación a la gestión del actual gobierno, junto con el aplastante triunfo en favor del proyecto de la Cuarta Transformación encabezado por la Doctora Claudia Sheinbaum, próxima presidenta Constitucional de nuestro país.

    La Reforma al poder Judicial es inminente, sabemos que no es suficiente para acabar con la injusticia y la corrupción ya que la mayoría de los vicios se dan en la instancias de procuración de justicia, en los procesos y en las mismas autoridades locales y federales, pero el cáncer se ataca desde la raíz, desde los liderazgos dónde se crean los vicios.

    Nadie puede estar de acuerdo en que el máximo poder en la impartición de justicia viole la ley de manera descarada y proteja a delincuentes del crimen organizado y de cuello blanco.

    ReformaAlPoderJudicial.

  • Derrotar a los necios

    Derrotar a los necios

    ¿Podría decirse que el triste y vergonzoso espectáculo que está dando el Poder Judicial en su conjunto y la Suprema Corte de Justicia de la Nación en lo particular al quebrantar el orden constitucional una vez más como es su costumbre, pero esta vez más sólo para su beneficio, es una consecuencia obvia de las políticas de la 4T? Porque, aunque los jueces han hecho un chiste de sí mismos, de todas maneras se necesita mucho talento político para motivar que esos perfectos caradura juren que están defendiendo la “independencia judicial”. No es fácil.

    ¿Sería posible pensar que el presidente López Obrador no hubiera calculado todas las vilezas que está dispuesta a cometer, entre la alegría y el alborozo, la mayoría de los integrantes del Poder Judicial con tal de conservar sus privilegios? Difícil creerlo así, porque si algo conoce al detalle el presidente de la república, además de la Historia del país, es el nivel de bajeza en el que vive, se desenvuelve y medra dicho Poder.

    Ese poder judicial que encarceló a los ferrocarrileros en 1959 y a estudiantes y maestros en 1968, y que en tiempos recientes se prestó al desafuero del propio López Obrador, además de cometer un sinfín de atrocidades legales contra el pueblo, ¿tendrá la capacidad de engañar al presidente y mostrarse como un Poder respetuoso de las leyes, cuando ni siquiera se sujetan al mandato constitucional de no devengar salarios mayores a los del presidente? No, definitivamente. 

    Evidenciado en su patética desnudez, mostrándose en vergonzosos paños menores jurídicos de donde se desbordan las lonjas de la corrupción, el Poder Judicial ha dejado de ser una junta de sombras reunida en la casa de ¡un magistrado! para juramentarse contra la decisión de 36 millones de votantes reformar la impartición de justicia tal como hasta ahora la conocemos.

    La conjura de los necios validó que el Poder Judicial perseverara tenazmente en sus vicios: que soltara peligrosos integrantes de la delincuencia organizada en fin de semana para que se impidiera la posibilidad de que se les cumplimenten órdenes de aprehensión pendientes en su contra; que liberara las cuentas bancarias a los mencionados personajes para que volvieran a tripular sus automóviles de alta gama; que enviara a descansar a sus casas a personajes políticos o ligados a la política y a políticos para que desde la comodidad de sus sillones, rodeados de sus nietecitos, siguieran adelante con sus fechorías; que se soslayara por años la urgencia del pago de impuestos de empresarios acostumbrados a evadir sus obligaciones fiscales, y que descartara leyes que beneficiarían al pueblo mediante la consolidación de empresas públicas como la Comisión Federal de Electricidad.

    Y a cambio de lo anterior, sólo esperan que ese Poder castigue con severidad extrema a la pobreza para que quien no alcance a comprar la justicia sea refundido en la cárcel: es curioso que tratándose de gente pobre las fiscalías siempre sean eficientes y elaboren expedientes de manera tan pulcra y minuciosa que los jueces nunca encuentren fallas al debido proceso, tan abundantes éstas cuando se trata de indiciados por delitos de narcotráfico.

    Si el sujeto pasa diecisiete años en prisión sin ser sentenciado, como en el caso de Israel Vallarta, pues será cosa de la mala suerte en la aplicación de la ley del embudo, que es la que manejan con sorprendente soltura jueces y magistrados.

    Aun si por hoy no se aprueba la reforma judicial –digo, es un decir– no sucederá nada fuera del cálculo político del presidente López Obrador y sólo será cuestión de tiempo para que el evento ocurra. El mejor ejemplo de que una vez movidos los engranajes de la historia éstos ya no se detienen es su propia candidatura presidencial, derrotada a fuerza de mañas en 2006 pero vencedora en 2018 y más aplastante todavía en 2024. 

    El presidente López Obrador convirtió la enajenante necesidad externa de justicia en una necesidad interna expresada en la lucha por liberarse de esa enajenación. En otras palabras, la táctica de presentar la reforma es una parte menor en la estrategia final y concluyente de evidenciar de manera incontestable ya no la necesidad sino la obligación de reformar al Poder Judicial.

  • Cuando los jueces le temen al pueblo

    Cuando los jueces le temen al pueblo

    La discusión sobre la reforma al Poder Judicial ha revelado las tensiones existentes entre quienes defienden los privilegios del actual sistema y aquellos que buscan una transformación estructural. En medio de este debate, resulta evidente que el país necesita una reforma profunda que democratice el acceso a la justicia, combata los abusos y elimine los privilegios excesivos que durante años han caracterizado a este poder. La propuesta actual, que busca implementar la austeridad republicana y la elección popular de jueces, magistrados y ministros, es un paso necesario para acercar la justicia al pueblo y devolverle su función legítima: servir a todos los ciudadanos por igual.

    En un país con altos niveles de pobreza y desigualdad, es moralmente indefendible que un reducido grupo de jueces y magistrados perciban sueldos millonarios mientras la mayoría de la población enfrenta condiciones precarias. La austeridad republicana propuesta no es solo una medida de ahorro, sino un principio ético que refleja la necesidad de un Poder Judicial que esté en sintonía con las realidades económicas del país.

    Si bien algunos críticos argumentan que reducir los sueldos de los altos funcionarios judiciales no resolverá todos los problemas del sistema, esta medida es un primer paso indispensable para eliminar la percepción de que el Poder Judicial es un enclave de élite ajeno a las necesidades del pueblo. Al mismo tiempo, es una declaración clara de que los tiempos de privilegios excesivos han terminado. Esta transformación simbólica es necesaria para recuperar la confianza ciudadana en las instituciones.

    Uno de los aspectos más controvertidos de la reforma es la propuesta de elección popular de jueces y magistrados. Aunque algunos sectores han señalado que esta medida podría poner en riesgo la independencia del Poder Judicial, es importante entender que se trata de un mecanismo para hacer a los jueces más responsables ante el pueblo. En lugar de permitir que los jueces respondan únicamente a intereses internos o de élite, la elección popular abre una puerta hacia una justicia más transparente y accesible.

    Por supuesto, esta elección no puede ser un proceso sin restricciones. Es esencial establecer estrictos requisitos de idoneidad y profesionalismo, de manera que solo los jueces con la formación, experiencia y ética necesarias puedan ocupar estos cargos. Pero al incorporar la participación ciudadana en la selección de los responsables de impartir justicia, se asegura que el sistema sea más representativo y esté alineado con las demandas sociales de equidad y justicia.

    Lejos de debilitar al Poder Judicial, esta medida tiene el potencial de fortalecerlo. Al ser elegidos por el pueblo, los jueces tendrían un mandato más claro de representar los intereses de la sociedad, no los de un pequeño grupo de poder. Esto no solo democratiza el acceso a la justicia, sino que también puede servir para reducir la corrupción y los conflictos de interés que, en algunos casos, han permeado el sistema judicial.

    Resulta interesante observar cómo aquellos que se oponen a la reforma han recurrido no solo a la crítica, sino a la incitación a la violencia y a medidas que rayan en la desesperación. Este tipo de reacciones no son más que la evidencia clara de que los sectores privilegiados del Poder Judicial y sus aliados están temerosos de perder los beneficios que han acumulado durante años.

    La ironía más grande en todo este proceso es que dos jueces intentaron frenar los trabajos del Poder Legislativo al intentar impedir que el Congreso discutiera la reforma judicial. Es curioso que quienes siempre han defendido la autonomía de los poderes ahora se atrevan a invadir las funciones de otro poder, con el único objetivo de salvaguardar sus propios intereses. No se puede pedir más pruebas de cómo la resistencia a esta reforma no es más que el miedo a perder el control y los privilegios.

    La polarización no es un fenómeno nuevo en la política, pero la violencia retórica y física que algunos sectores han promovido revela el nivel de desesperación ante un cambio que es inevitable. Y como si no fuera suficiente, la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, se ha sumado a los contingentes que se oponen a la reforma. Al parecer, la máxima representante del Poder Judicial tampoco está dispuesta a renunciar a los privilegios de su cargo y ha decidido convertirse en vocera de aquellos que quieren perpetuar el sistema tal como está.

    ¿No es curioso que aquellos que abogan por la imparcialidad y la independencia del Poder Judicial, de repente, se vuelvan activistas en contra de un cambio que busca justamente eliminar los excesos y poner al sistema judicial al servicio del pueblo? La ironía de que quienes deberían representar la justicia se alineen con quienes incitan a la violencia no puede pasar desapercibida.

    México ha vivido durante décadas con un sistema judicial que ha sido, en muchos sentidos, inaccesible y elitista. La reforma que se propone hoy no solo busca eliminar estos privilegios, sino también hacer que el Poder Judicial sea más transparente y cercano a la gente. Este cambio es urgente y necesario, no solo para corregir los problemas estructurales que enfrenta el sistema, sino también para garantizar que la justicia deje de ser un privilegio de pocos y se convierta en un derecho efectivo para todos.

    Es comprensible que algunos sectores se resistan a esta transformación, especialmente aquellos que han mantenido beneficios gracias al actual esquema. Sin embargo, el futuro de México depende de un sistema judicial que esté al servicio de la sociedad, no de intereses particulares. La justicia debe ser un espacio de equidad, imparcialidad y austeridad, y esta reforma es el camino para lograrlo.

    La reforma al Poder Judicial es más que una simple modificación legal; es un paso necesario para construir un sistema de justicia más democrático, austero y accesible. La elección popular de jueces y la eliminación de privilegios excesivos son medidas que fortalecerán la confianza de la sociedad en sus instituciones y devolverán al pueblo el control sobre uno de los pilares fundamentales del Estado. Aquellos que se oponen lo hacen por temor a perder sus beneficios, y su resistencia no hace más que confirmar la urgencia de este cambio. Es momento de avanzar hacia un Poder Judicial que verdaderamente sirva a los intereses de la nación y esté a la altura de las demandas de justicia y equidad que exige la sociedad mexicana.