Etiqueta: Universidad

  • Gobernador de Puebla supervisa trabajos en Eloxochitlán tras deslaves

    Gobernador de Puebla supervisa trabajos en Eloxochitlán tras deslaves

    El Gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, visitó Eloxochitlán para supervisar los trabajos tras los deslaves provocados por las fuertes lluvias. Durante su visita, destacó el compromiso de su gobierno de ser cercano al pueblo.

    Armenta Mier afirmó que, como parte del humanismo impulsado por la Presidenta Claudia Sheinbaum, se desplegó maquinaria y se brindó apoyo directo a las familias afectadas. “Ya hicimos una revisión de los caminos y mandamos maquinaria para limpiar cualquier deslave”, comentó.

    Afortunadamente, no se reportaron desgracias humanas. El gobernador anunció que se establecerá una universidad en la región para atender el desarrollo local. “Vamos a darle valor agregado a la producción agrícola y al campo”, agregó.

    Además, se implementará un arco de seguridad y atención al turismo. El gobernador también mencionó la necesidad de un albergue y el apoyo del DIF. “No están solos, estamos aquí para ayudarles”, aseguró.

    Armenta Mier explicó que se revisará cómo conducir el agua de las laderas y se construirá un dren adecuado para evitar futuros deslaves. La administración estatal reafirma su compromiso de apoyar a la comunidad en estos momentos difíciles.

  • Alejandro Armenta anuncia acuerdo de colaboración con la Universidad de Nueva York para profesionalizar a los jóvenes poblanos 

    Alejandro Armenta anuncia acuerdo de colaboración con la Universidad de Nueva York para profesionalizar a los jóvenes poblanos 

    El gobernador electo, Alejandro Armenta Mier, sostuvo un encuentro con Jorge Islas, Cónsul General de México en Nueva York, para concretar un acuerdo de colaboración con la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY por sus siglas en inglés), para facilitar el intercambio con instituciones educativas de la entidad poblana.

    Al respecto, el mandatario poblano electo señaló que dicho convenio se firmará el próximo cuatro de octubre, con el que jóvenes, maestros y profesionistas podrán irse a Nueva York de intercambio, así como la realización de sus prácticas para profesionalizarse en áreas tecnológicas.

    En ese sentido, Armenta Mier ha realizado la invitación al gobernador constitucional de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, para que sea el testigo de honor en la celebración de la firma del convenio de colaboración.

    El proyecto pretende la creación, en una primera etapa, de un campus virtual para facilitar el intercambio de conocimiento y habilidades entre el estado de Puebla y la CUNY. 

    Asimismo,  Alejandro Armenta destacó que el acuerdo representa un gran avance en la formación académica y profesional de los estudiantes, quienes podrán acceder a programas de alto nivel en una de las universidades más importantes no solo de Estados Unidos.

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  • Universidad gratuita y popular

    Universidad gratuita y popular

    Uno de los capítulos más intensos de la larga lucha del pueblo de México contra el neoliberalismo lo escribieron los estudiantes universitarios del Consejo General de Huelga de la UNAM, a fines del siglo XX. Las chavas y chavos del ´99 le arrebataron al poder la agenda de la vida pública nacional durante más de 9 meses, a partir del estallido de la huelga contra la privatización de la máxima casa de estudios del país, implementada como última medida -después de movilizaciones masivas, foros, consultas y llamados al dialogo-, que las autoridades de Rectoría y del entonces PRI- gobierno no atendieron.

    En tiempos de transformación -donde se fundan nuevas universidades gratuitas para garantizar la cobertura del nivel superior a las subsecuentes generaciones, y donde se entrega de manera universal una beca para que los jóvenes del bachillerato público no abandonen sus estudios por razones económicas-, es preciso recordar que fue el movimiento estudiantil de 1999-2000 uno de los protagonistas más consecuentes en defender la educación pública en su carácter gratuito y popular, en momentos donde, la clase política casi por unanimidad, y todo el aparato mediático estaban entregados a los afanes de los tecnócratas de mercantilizar también la educación pública.

    Prácticamente un cuarto de siglo después, comienzan a presentarse desde diversas ópticas, diferentes publicaciones que a la luz del testimonio, la memoria histórica, el análisis de coyuntura, la crítica y la autocrítica invitan a los jóvenes de corazón y jóvenes de ahora, a revisitar aquellas jornadas rojinegras, en las que el movimiento estudiantil incomodó, resistió y frenó las aspiraciones de las élites políticas y económicas del antiguo régimen para hacer de la educación pública otro aberrante negocio. 

    Porque es justo la distancia histórica la que comienza a descubrir la enorme dimensión ética y política que tuvo la resistencia estudiantil al neoliberalismo, y sin la cual no se podrían explicar los cambios que hoy están regenerando un estado de Bienestar y derechos sociales anclado al México de los de abajo.

    En enero de 2024 se ha dado a conocer el libro “Universidad gratuita y popular. Ecos de la huelga universitaria de 1999-2000” con la notable coordinación de José Luis Cruz Sánchez por la editorial Libros del Alicate, publicación que se suma a “Memorias del CGH, a 20 años de la huelga de la UNAM” publicado por CNDH en 2022; insumos que implican un proceso de revisionismo histórico precisamente de los ecos y consecuencias de la compleja lucha por el derecho a la educación gratuita. 

    “Universidad gratuita y popular. Ecos de la huelga universitaria de 1999-2000” está nutrido por una veintena de voces, y el prólogo del profesor universitario Javier Torres Parés; plumas que desde diversos ángulos y corrientes del movimiento participaron en los acontecimientos, para hoy recuperarlos y también para indagar acerca de los rasgos de una generación -que de manera pacífica pero no pasiva- se le atravesó con cuerpo y alma a todo el poder de un régimen fundado en la corrupción, la degradación moral y el despojo. 

    En su texto Diana Fuentes recupera una entrevista a Higinio Muñoz, uno de los personajes más entrañables, visibles y coherentes del movimiento, quien señaló que la camada de jóvenes que tomaron la UNAM el 20 de abril de 1999, no eran esa “Generación X”, nombre con el que despectivamente se había querido estigmatizar a los chavos de la época, al caracterizarlos por “el desánimo, el escepticismo y la incapacidad de reaccionar ante el entorno”; por el contrario, se trató de una generación que despertó ante la crisis, con un profundo sentido crítico, incluso de cara a las propias izquierdas, para dar una batalla real al sistema político y económico en su conjunto. Una batalla que hoy en día sigue ofreciendo lecciones culturales.

    Asimismo, sobre los sellos de dicha generación del cambio de milenio, Javier Torres Parés refiere en el libro: “Generosidad, soledad, autenticidad, son tal vez los rasgos más notables que se desprenden de la lectura de estos testimonios y reflexiones. El lector juzgará. En todo caso queda una certidumbre, aquella huelga señaló la presencia de una generación que hoy permanece de muy diversos modos en el escenario de la reconstrucción del país y su experiencia no puede ser negada”.

    No olvidemos que, aunque logró su objetivo de detener la privatización de la UNAM, la huelga fue duramente reprimida, hubo desaparecidos, y cientos de encarcelados en su epilogo en febrero del 2000. Por ello, queda para la reflexión de nuestros días y de las generaciones de este siglo, en especial para los jóvenes de la propia UNAM -y de ahí la importancia de este nuevo artefacto de la memoria-, la conclusión del entonces activista Joel Simbrón: 

    “Es necesario superar la derrota y no indigestarnos con supuestos triunfos, porque a pesar del incipiente tránsito democrático que vive el país, hay una agenda pendiente que deberán tomar los jóvenes universitarios de hoy: el presupuesto asignado a las universidades públicas es insuficiente y los recursos deberán transparentarse; las obsoletas formas de gobierno de la UNAM deben democratizarse para estar a la altura de las circunstancias políticas de la transformación; todavía existen excluidos de la educación, por lo que se deberá exigir la apertura de más lugares en el bachillerato universitario y las licenciaturas, hay que recuperar los dos turnos que desaparecieron en el CCH; hacer cumplir la gratuidad definitiva de la educación superior, es decir que, para transformar y democratizar la máxima casa de estudios, es indispensable pugnar por la realización de un congreso universitario resolutivo”. 

    La discusión sobre el papel de la UNAM en tiempos de transformación del país, y del acceso al derecho universal a la educación pública, gratuita y de calidad desde preescolar hasta el doctorado, tiene más vigencia que nunca en un 2024 de definiciones. 

  • Se ha reportado un ataque con arma de fuego en una universidad de Praga, al momento hay una cifra de 15 personas fallecidas (FOTOS Y VIDEOS)

    Se ha reportado un ataque con arma de fuego en una universidad de Praga, al momento hay una cifra de 15 personas fallecidas (FOTOS Y VIDEOS)

    Esta mañana se ha reportado un tiroteo en una universidad de Praga, en República Checa, en donde hubo un total de al menos 15 personas muertas y decenas de heridos, debido a un ataque por un presunto estudiante.

    En las primeras horas de este jueves 21 de diciembre, se reportó un ataque con un arma de fuego en la facultad de Filosofía de la Universidad Carolina, situada en la plaza de Jan Palach de Praga, aún no existen testimonios que expliquen la “motivación” para llevar a cabo el violento suceso.

    Se presume que el atacante es un estudiante de la facultad de Praga, sin embargo, este fue abatido y falleció, aún no hay un total de personas fallecidas, sin embargo, las cifras rondan los 15 fallecidos y decenas de heridos que ya están siendo atendidos.

    Las autoridades de la zona han pedido a la ciudadanía no acudir al lugar de los hechos ya que se están realizando los procesos protocolarios para determinar los datos con exactitud.

    Luego del ataque el edificio fue evacuado y se continúan con las investigaciones. De acuerdo con el medio “Sky News”, el tirador era estudiante y su padre también fue encontrado sin vida.

    La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) se pronunció en redes y lamentó el suceso, así como también informaron que la Embajada de la República Checa en México, está al pendiente de personas mexicanas que requieran asistencia o protección consular.

    De acuerdo con medios locales, el tirador comenzó el ataque en el tejado del edificio y no se reporta la existencia de algún cómplice o segundo tirador.

    Los medios seguirán informando acerca de las cifras oficiales de personas heridas y fallecidas, así como de las motivaciones que llevaron al atacante a realizar estos actos.

  • Pagan en su totalidad nóminas a docentes de la Universidad Rosario Castellanos

    Pagan en su totalidad nóminas a docentes de la Universidad Rosario Castellanos

    La Universidad Rosario Castellanos informó que pagó en su totalidad las nóminas de los mil 114 docentes del plantel.

    A través de una tarjeta informativa, la institución informó que tras las reuniones que se llevaron a cabo los pasados 5, 6 y 7 de octubre de 2023 en las oficinas del plantel, se revisó puntualmente cada plantilla docente, con lo que se determinaron que los pagos de nómina de la quincena 17 y 18, correspondientes al mes de septiembre de un total de 1,114 docentes de asignatura, fuera cubierta en su totalidad.

    En las reuniones estuvieron presentes la directora general de la URC, Alma Herrera Márquez; el secretario general, Francisco Mora Gallegos; el director de Administración y Finanzas, Hugo Moreno Castillo; la directora de Asuntos Académicos, Ismene Brass Ruíz; y las y los jefes de la Carrera de dicha institución.

    Asimismo, señaló que los docentes que decidieron suspender la impartición de sus clases lo hicieron por iniciativa propia, pues tras los acuerdos tomados con las Jefaturas de Carrera se mantienen todas las actividades académicas en todas las unidades.

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  • UNAM se pronuncia sobre plagio de Xóchitl Gálvez; convoca al Comité de Ética para revisar el caso

    UNAM se pronuncia sobre plagio de Xóchitl Gálvez; convoca al Comité de Ética para revisar el caso

    Tras darse a conocer el plagio de la empresaria panista Xóchitl Gálvez en su trabajo de titulación, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) solicitó el apoyo del Comité de Ética para revisar el tema.

    Fue a través de un comunicado que la Máxima Casa de Estudios se pronunció al respecto:

    “Ante las recientes publicaciones en algunos medios de comunicación y redes sociales aludiendo a la presunta falta de integridad y honestidad académica en la presentación del informe escrito, correspondiente al trámite de titulación por trabajo profesional de la egresada Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue Wiechers, pidió al director de la Facultad de Ingeniería, José Antonio Hernández Espriú, turne el asunto tanto al Comité de Ética como al Consejo Técnico de esa entidad, a fin de que se realice el análisis que corresponda“, se puede leer en el documento que emitió la institución educativa este miércoles.

    La senadora panista, quien también se postula para la presidencia, admitió que plagió seis párrafos de su tesis de licenciatura, lo que motivó la decisión de la UNAM.

    Después dice que fue un “error”

    Tras haber admitido el plagio, la empresaria Gálvez en otro encuentro con medios de comunicación dijo que “a lo mejor fue error”

    “Hay un par de referencias mínimas, pero lo que yo digo es que mi titulación fue por experiencia profesional”, se excusó la panista, después el reportero la cuestiona sobre los párrafos y le dice si considera que fue una mala citación o un error. A lo que Gálvez responde que el del gobierno “está muy claro” que corresponde al gobierno, sin embargo, la panista no citó el párrafo por lo que lo hizo pasar como suyo.

    A lo mejor fue un error”, dijo, después acusó que querían hacer del tema algo “grande”, cuando fue Gálvez quien estaba al tanto del tema de la ministra Yasmín Esquivel, quien pasó por un caso similar.

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  • UNAM ya tiene un dictamen sobre el caso del presunto plagio de la ministra Yasmín Esquivel; resolución judicial impide compartirlo

    UNAM ya tiene un dictamen sobre el caso del presunto plagio de la ministra Yasmín Esquivel; resolución judicial impide compartirlo

    Este viernes 9 de junio, el Comité Universitario de Ética (CUÉTICA) de la UNAM informó que ya tiene el dictamen final sobre el caso de presunto plagio de la ministra Yasmín Esquivel Mossa, sin embargo, esta no se ha hecho pública en acatamiento de mandatos judiciales.

    Mediante un comunicado, el Comité se sumó a la apelación realizada por la Universidad para que se le permita concluir su trabajo académico.

    “CUÉTICA es un órgano colegiado, honorífico y académico, encargado, entre otras funciones, de emitir un dictamen estrictamente ético y técnico-académico sobre asuntos sometidos a su consideración por la persona titular de la Rectoría”, informaron.

    Para poder llegar a un dictamen final, elementos de CUÉTICA analizaron de forma detallada todos los elemento, pruebas, documentos y escritos recibidos por parte del entonces alumnado de la UNAM.

    Por su parte, la Universidad rechazó el pasado jueves la resolución de una jueza que determinó que Yasmín Esquivel es la única autora de su tesis de licenciatura, además, solicitó a la ministra a que se desista de otros juicios y permita que el Comité Universitario de Ética pueda concluir su trabajo.

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  • Hacia una universidad no neoliberal

    Hacia una universidad no neoliberal

    La universidad juega un papel fundamental en la gestión del conocimiento. El conocimiento pasa por distintas fases de un mismo ciclo, primero se genera, luego se difunde y finalmente se aplica. La universidad es pieza clave y tiene el desafío de mantener un balance en la dinámica de este ciclo del conocimiento sin descuidar ninguna de sus fases. Es en la universidad en donde se lleva a cabo gran parte de la labor de investigación científica y tecnológica de un país. La universidad genera nuevo conocimiento y cuestiona el ya existente con miras a mejorarlo. Económicamente, la universidad contribuye al producto de una nación, entre otras cosas, por el conocimiento que aporta, de ahí la importancia de impulsar a las universidades en su labor científica, académica y social. La universidad se presenta como respuesta a muchas de las interrogantes y encrucijadas que se presentan a nivel mundial en materia de desarrollo y bienestar.

    Es muy importante que las universidades mejoren en la forma en que crean conocimiento y lo dan a  conocer a la sociedad, es decir, mejorar en la forma en que el conocimiento que se genera en sus aulas, laboratorios y centros de investigación llega a la comunidad que los envuelve, y no me refiero sólo a los pares investigadores o colegas científicos de distintas disciplinas, no me refiero únicamente a la difusión de sus resultados de investigación entre pares, de una forma horizontal, sino a una divulgación de este conocimiento también de forma vertical, que trascienda las fronteras del tecnicismo y de la jerga disciplinar y que permita llegar a una mayor cantidad de población, a las masas de la sociedad, que le llegue al pueblo de una forma simple y cotidiana.

    Un reto al que se enfrentan las universidades es el de encontrar los canales de comunicación y de transmisión efectiva de este conocimiento y cumplir con su compromiso social. En ocasiones, quizás por una falta de orientación y rumbo (tal como ha ocurrido en el periodo neoliberal), las propias universidades son víctimas de la trampa del conocimiento y de forma arrogante separan la ciencia de la sociedad olvidando con ello que, desde su naturaleza, el conocimiento es social, parte de la sociedad y llega a la sociedad, es decir, es la sociedad el principio y el fin del propio conocimiento. 

    La labor de la universidad en la generación de conocimiento es ardua y permanente. Son abundantes los recursos que se necesitan para que la labor de las universidades se lleve a cabo de manera efectiva al interior de una sociedad. Cumplir a plenitud con estos objetivos requiere de talento y de libertad entre sus dirigentes y sus autoridades (todo lo contrario de lo que ocurre en la UNAM), talento para diseñar estrategias que los lleven al éxito de su plan institucional y libertad para no caer en intereses de grupos de poder que privilegien los intereses supremos de la ciencia y de la generación de recursos humanos de alta calidad. Para ello se requiere tener conciencia del importante papel que juega la universidad como punta de lanza del desarrollo, no sólo al interior de la misma, entre sus agremiados, sino fuera de esta, es decir, entre la misma sociedad, entre el pueblo raso, el ciudadano común. Es mediante una visión abierta a la sociedad en la que se puede incentivar la mejora continua, la transparencia y la rendición de cuentas. Es en el cumplimiento de sus objetivos fundamentales y en la presentación de sus resultados medibles y palpables en donde en términos reales la sociedad puede evaluar el papel de la universidad y juzgar su éxito o su fracaso (si medimos con esta vara sabremos que muchas de las universidades del centro del país y del interior de la república han fracasado en su intento por hacerse llamar la “máxima casa de estudios”).

    Es muy importante que la universidad no neoliberal se evalúe a sí misma desde una posición de honestidad y que en contraste con los resultados de sus pares, ya sea a nivel local, regional, o incluso nacional e internacional, se ubique en la posición que le corresponde en materia de generación de nuevo conocimiento y desde ahí, tome medidas para una mejora continua, mejora que en ocasiones demanda decisiones radicales en la forma de operar y de gestionar sus recursos, es decir, es desde el reconocimiento de las posibles falencias desde donde se puede mejorar de forma real y verdadera, sin simulaciones. En ocasiones las propias universidades llevan a cabo malas prácticas y de forma coludida y en contubernio con las agencias certificadoras hacen como que “cumplen a plenitud” con los “estándares”, en donde se preocupan más por “pasar” la evaluación que por cumplir en términos reales con las necesidades básicas que requieren sus docentes para la investigación, o con las necesidades de infraestructura o de material de trabajo que requieren sus alumnos para brindarles un espacio digno de enseñanza y aprendizaje.  

    La universidad no neoliberal requiere tener como prioridad brindar a sus estudiantes un espacio libre de corrupción y ser un referente ético. Si en una universidad se llevan a cabo actos de corrupción, la universidad pierde con ello la calidad moral de brindar a sus estudiantes una educación honesta con principios y valores, se requiere enseñar con el ejemplo. Los mismos estudiantes son autocríticos y se dan cuenta, ellos pueden distinguir la hipocresía de sus autoridades y la falta de congruencia entre los resultados de las certificadoras y su realidad educativa, esto provoca en los propios estudiantes una baja autoestima y una falta de credibilidad en la gestión de sus directores de facultad, coordinadores o jefes de departamento. Frente a estas malas prácticas, más allá de aliarse, las autoridades se separan de la comunidad universitaria hasta conformar una élite. Es muy recurrente encontrar que tanto en universidades públicas como en universidades privadas lleguen autoridades que más allá de fortalecer los principios universitarios, se dediquen a cometer delitos que le cuestan en su prestigio a toda la comunidad universitaria, estudiantes y egresados, por ejemplo, autoridades que cometen delitos de enriquecimiento ilícito, desvío de recursos, lavado de dinero, tráfico de influencias, nepotismo, influyentísimo, corrupción, entre otros (véase como ejemplo la lista de universidades que aparecen en “La Estafa Maestra”). 

    En ocasiones, las mismas universidades supuestamente “certificadas en calidad educativa” son las mismas que presentan bajos salarios para su personal, contrataciones temporales y condiciones laborales injustas e indignas, aulas de clase deterioradas, falta de insumos básicos (copias, impresiones, plumones, proyectores, etc.), bibliotecas desactualizadas, profesores poco preparados, falta de mobiliario, carencia de personal de limpieza, insumos de higiene y sanitarios, falta de seguridad en el plantel, necesidades de infraestructura tecnológica (equipos de cómputo, softwares, acceso a revistas especializadas y otros recursos electrónicos), falta de revistas científicas y de divulgación propias de la universidad por facultad y disciplina, ausencia de espacios de recreación y de formación continua, falta de cubículos docentes y espacios para el asesoramiento y la regularización de estudiantes, así como la carencia de personal para identificar el talento universitario o para tratar alumnos con necesidades educativas especiales o para atender estudiantes que padecen racismo, clasismo, discriminación, o que son víctimas de violencia o son excluidos por su idioma o por su dialecto, o por su cultura, religión o tono de piel, entre otros.

    El concepto de “calidad de la educación” a nivel universitario requiere ser replanteado. Por ejemplo, un estudiante de calidad requiere un docente de calidad, es decir, un docente que sea mediador entre el conocimiento que genera y el conocimiento que le brinda a su alumnado, de ahí la importancia de que los docentes se involucren en actividades de investigación científica y que su formación alcance los mayores niveles de estudio posible, para este propósito la universidad requiere brindar todas las condiciones al docente para una mejor formación, una formación continua de aprendizaje, de un aprendizaje y formación profunda de su disciplina, no meramente una “capacitación” técnica o instruccional (como con cursos básicos de manejo de office o cursos de manejo de estrés en el aula de clases), no, sino de un conocimiento serio y formal, con la didáctica y la andragogía que demanda la enseñanza y el aprendizaje de su propia disciplina, es aquí donde se privilegia, además de la creación del conocimiento, su difusión, la habilidad del docente de difundir entre sus colegas los resultados de su investigación y de tomar retroalimentación para su perfeccionamiento e impartir su disciplina entre sus estudiantes con nuevas y mejores formas de enseñanza. 

    El docente universitario de una universidad no neoliberal requiere desarrollar la habilidad de crear nuevo conocimiento, de difundirlo y de divulgarlo. No cabe la idea de que, por un lado, en una localidad se cuente con una “universidad de calidad” si únicamente se limita a la formación de recursos humanos y a la publicación de investigaciones en revistas indexadas y que, por otro lado, la sociedad que envuelve a ese centro de estudios viva en condiciones de miseria, o en pobreza extrema, o que la mayor parte de la población sea víctima de una concentración del ingreso desmedida. La universidad no neoliberal no puede ser espectadora de las injusticias sociales, de contemplar la marginación y exclusión de la población más vulnerable, por el contrario, requiere tener una visión incluyente y tener la convicción de ayudar a los demás con los recursos con los que cuenta, más allá de una responsabilidad social, tiene un compromiso de apoyar el alcance de los objetivos de desarrollo y mejorar la calidad de vida de las personas en el corto, mediano y largo plazo. Es en este punto que después de generar conocimiento y difundirlo, busque alternativas para su aplicación, para “aterrizar” o “descodificar” todo lo que se encuentra en la teoría al terreno de lo real, no contemplar sino incidir en la realidad para tener un impacto profundo y favorable en la sociedad. 

    Al día de hoy, lamentablemente las propias universidades suelen ser parte en muchas ocasiones de una trama privatizadora y no socializadora de conocimientos, sobre todo cuando obedecen a intereses de una cúpula ya sea universitaria, sindical, política o empresarial. Una universidad no neoliberal requiere establecer vínculos “hacia afuera” pero privilegiando la autonomía universitaria y permitiendo expandir el impacto que esta pueda tener en la calidad de vida de su población. Atender cada una de las partes del ciclo de conocimiento requiere de una supervisión por parte de las autoridades de la universidad, sobre todo de personal con liderazgo y visión a futuro (como dice nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, pensar en la siguiente generación no en la siguiente elección), dado que los procesos de desarrollo requieren de tiempo para su maduración. No resulta conveniente para los planes de desarrollo universitario el cambio de autoridades que obedezcan a vulgares intereses políticos o de alguna planilla en el poder, cuando eso ocurre, es síntoma de que la universidad se encuentra cooptada por intereses que sobrepasan el interés universitario de la propia comunidad (Véase el caso de la UdeG). 

    No se puede hablar de calidad en la educación si no se cuenta con personal honesto, sino se establecen lazos con la sociedad que permitan resarcir los graves problemas nacionales. En ocasiones los docentes universitarios se suelen limitar en su campo de acción, es decir, se limitan a dar clase para cumplir con su horario, o a publicar en una revista para atender las evaluaciones a su producción científica, descuidando el impacto social que su conocimiento puede llegar a tener en los grandes problemas del país. Estas limitaciones suelen justificarse dentro del claustro de profesores por distintas razones, incluso adjudicándolas a su propia “formación”, lo cierto es que no encuentran la manera de “descodificar” ese conocimiento teórico para llevarlo a un terreno empírico de mayor impacto (como dice AMLO, tienen que “subirle el nivel”), este tipo de docentes requieren de una mayor orientación y apoyo en sus actividades académicas para brindarles alternativas a su labor docente y que esta no sea limitativa a solo un plano profesor-alumno, por el contrario, que el docente se presente como un agente de cambio junto con el propio estudiante. 

    Está ampliamente documentado la crisis en el aprendizaje que nos ha traído esta pandemia, hoy más que nunca requerimos de los docentes universitarios fuera del aula de clases (más territorio y menos escritorio), hoy más que nunca requerimos de universidades de puertas abiertas, empáticas con los problemas graves de la humanidad, hay toda una agenda pendiente con la desigualdad económica que se vive a niveles globales y con el resarcimiento al daño que le hemos hecho al medio ambiente. La pandemia del Covid-19 ha dejado estragos en la población más vulnerable, las universidades requieren resaltar su lado humano y con ello su labor humanitaria, en ocasiones cometemos el error de dejarle esta labor a disciplinas como el trabajo social o a las humanidades, por el contrario, tenemos que apoyarlas y tomar estas como disciplinas transversales para que podamos llevar el conocimiento a un trabajo de campo. No podemos volver a cometer el error de seguir separando la ciencia de la sociedad, ni tampoco de excluir a la sociedad de los beneficios de la ciencia. 

    Hasta el momento la universidad que no cumple con el ciclo de conocimiento propuesto, requiere entonces reestructurar la forma en que gestiona sus recursos, en otras palabras, si el saldo de los resultados a nivel social es negativo, entonces requiere replantear su forma de operar y de manejar los recursos con los que cuenta. Hacer una mejor revisión de los insumos y resultados obtenidos le permitirá cambiar de estrategia, requerirá también de una oficina que guarde vinculación con la atención de las demandas sociales de la ciudadanía. Un esquema de incentivos al personal docente apoyaría esta labor social, estamos hablando de incentivos económicos que apoyen también la economía familiar del profesorado, amén de revisar sus propios términos de contratación y terminar de una vez por todas con las condiciones indignas, de explotación y tercerización que padece el personal docente contratado por asignatura o por tiempo definido de forma temporal y con esa incertidumbre de saber que esta un ciclo escolar pero el próximo quizás ya no. 

    La universidad no neoliberal puede contar con un área especializada y que se dedique exclusivamente en monitorear y medir el impacto que esta tiene en el bienestar y en el desarrollo de la localidad, de la misma manera puede llevar a cabo el monitoreo de la contribución que esta realiza al alcance de los objetivos de desarrollo a escala local, nacional e internacional. Por ejemplo, de los grandes problemas que demandan atención inmediata puede tener el registro de cómo es que la universidad apoya al logro de garantizar el cumplimiento de los derechos fundamentales; o monitorear de qué forma la universidad impacta en darle cumplimiento a una mayor justicia social, o a reducir la corrupción y combatir la impunidad; o bien apoyar a la población vulnerable, a mejorar la democracia, o mejorar el análisis de información y distinguir las noticias falsas, etc., en términos generales, se trata de apoyar a la humanización de la sociedad que tanta falta hace.

    Finalmente, hoy la universidad tiene la oportunidad de despojarse de una vez por todas del ropaje neoliberal y migrar hacia una universidad no neoliberal, de retomar el ciclo del conocimiento y de generar esta sinergia que permita resarcir los graves problemas que enfrenta la humanidad. Debe dejar viejos paradigmas y empezar a pensar y pensarse en su papel humanista de ahora en adelante, vislumbrar un futuro más prometedor donde ésta sea el centro y motor del desarrollo, mirarse a sí misma y ponerse como meta, por ejemplo, que no debiera haber pobreza donde haya una universidad, no debiera haber desigualdad donde hay una universidad, la universidad no neoliberal requiere adoptar todos estos problemas y hacerlos propios y atenderlos con humildad, honestidad, valor y vocación, características que distinguen a un humanista. Se va requerir de cambios y de replantear sus contenidos curriculares, pero esto es así, cambios continuos y revolucionarios, nos lo demanda la realidad. No hay cabida para la pasividad, ya no basta con únicamente “dar clase”, eso quedo en el pasado, la universidad no neoliberal requiere ser transformadora y de aquí en adelante ser punta de lanza de la justicia social y pilar fundamental del bienestar. 

  • 10 de junio del 71. Un movimiento surgido en Nuevo León

    10 de junio del 71. Un movimiento surgido en Nuevo León

    El 10 de junio de 1971 prevalece en la memoria del pueblo de México como un hito en la larga lucha por nuestras libertades. Los trágicos acontecimientos de San Cosme donde perdieron la vida y desaparecieron decenas de estudiantes que se solidarizaban con la huelga de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), confirmaron la decadencia del régimen del PRI- Gobierno iniciada en 1968.

    En 2021 se cumplieron 50 años de aquellos sucesos también conocidos como “El Halconazo”, pues a diferencia del 68 no fueron directamente los militares los artífices de la violencia de Estado sino un grupo de choque paramilitar vestido de civil preparado material e intelectualmente en los sótanos del poder.

    La pandemia de Covid no permitió la realización de grandes movilizaciones en conmemoración del cincuentenario de los estudiantes caídos por sus ideales; pero este 2022 comienzan a retomarse las actividades públicas, y el reciente aniversario ha devuelto el protagonismo de aquel movimiento y la demanda vigente de justicia contra la impunidad.

    En este contexto, la Universidad Iberoamericana ha publicado el libro 10 de junio no se olvida: organización estudiantil, narraciones y memoria del Halconazo de 1971, coordinado por Marisol López Menéndez, Jorge Mendoza García y Amílcar Carpio Pérez, que hoy es preciso visitar.

    La obra es una revisión integral y multidisciplinaria del 10 de junio de 1971, el movimiento estudiantil, su narrativa y contexto. Consta de los capítulos: “10 de junio, entre la memoria y el olvido” de Yllich Escamilla Santiago; “Los gorilas, soportes de la sensibilidad estudiantil frente a las fuerzas represivas del Estado (1968, 1971)” de Carlos Enrique Torres Monroy; “Archivos de la memoria de 1971: La reconstrucción desde el mimeógrafo” de Alfonso Díaz Tovar y Valentín Albarrán Ulloa; “Sociabilidad política y asociaciones estudiantiles: el Halconazo y la organización de los comités de lucha” de Amílcar Carpio Pérez; “Tiempo público y narrativa martirial. Reflexiones sobre la muerte de Rafael L. Márquez” de Marisol López Menéndez; “Narrando y recordando el Halconazo de 1971 en México medio siglo después” de Jorge Mendoza García; “¡Ay dios mío, no los vayan a golpear otra vez!”, El 10 de junio de 1971 en el cine mexicano” de Miguel Ángel García Mani; “Diez de corpus”. Evocaciones a la masacre del 10 de junio” en una canción de José de Molina de

    Rigoberto Reyes Sánchez; “¡La lucha de Nuevo León es la lucha por la democracia!”, de Edna Ovalle Rodríguez; “Los Comandos Armados del Pueblo y el 10 de junio” de David Cilia Olmos; y “Ayotzinapa en el marco del 10 de junio de 1971” de Pedro Ortiz Oropeza y Alba Martínez Carmona.

    Como podemos observar esta compilación posibilita revisitar el 71 desde diversos ángulos y enfoques, no solo políticos, sino también culturales como la música y el cine.

    En este caso recuperamos algunos puntos del artículo “¡La lucha de Nuevo León es la lucha por la democracia!” de Edna Ovalle Rodríguez, pues es importante reseñar que los acontecimientos de 1971 en gran medida surgen del movimiento estudiantil en tierras regias, en la UANL.

    Como señala un texto de la CNDH: “A finales de la década de 1960, en la UANL profesores como estudiantes presentaron una ley orgánica donde se proponía un gobierno paritario. Gracias a ésta llegó a la rectoría Héctor Ulises Leal Flores en 1971. En total desacuerdo, el gobierno redujo los presupuestos y obligó al Consejo Universitario a aprobar un nuevo proyecto de ley donde se suprimía la autonomía de la universidad. Por ello, los estudiantes salieron a las calles a manifestar su descontento y, quienes integraban el comité estudiantil, pidieron a las demás universidades del país su apoyo. Tanto la UNAM como el IPN respondieron, decidieron unirse y realizar una manifestación masiva el 10 de junio de 1971.” (CNDH). El movimiento de la UANL desembocó en una huelga que fue desalojada por el gobierno del estado, hecho que significó el proemio de que los estudiantes de la capital del país volvieran a salir a las calles después de los traumáticos y dolorosos sucesos de la represión del 2 de octubre de 1968.

    Nos narra Edna Ovalle: “Sabemos que, en las asambleas estudiantiles previas a la marcha, la discusión de asistir o no fue controvertida. Salir a las calles para manifestarse no era nada fácil después de la masacre del 2 de octubre en Tlatelolco. Para algunos dirigentes estudiantiles no resultaba muy prudente u oportuno, por lo que la decisión fue polémica; se discutieron pros y contras para, finalmente, decidir impulsar y acudir a la marcha con las siguientes demandas, como lo informa un volante del CoCo, dirigido a obreros y estudiantes: democracia sindical, libertad inmediata e incondicional de todos los presos políticos del país, democratización de la enseñanza, apoyo a los estudiantes y maestros de Nuevo León y rechazo a la reforma educativa antidemocrática, entre las más importantes. Al revisar la propaganda emitida antes y durante la marcha, se observaron variantes en las demandas de acuerdo con cada escuela; sin embargo, todas coinciden en un objetivo: apoyar a los universitarios de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).”

    En su texto Ovalle reconstruye los sucesos del 71, y la relación del movimiento de la UANL con los estudiantes de la UNAM y de las instituciones de educación capitalina desde el hallazgo de un volante: “Entre las hojas de un libro adquirido en una librería de segunda mano en la Ciudad de México, apareció un documento cuyo encabezado decía: ¡¡La lucha de Nuevo León es la lucha por la democracia!! Era un volante tamaño carta, impreso por ambos lados, en papel revolución, escrito en máquina mecánica e impreso mediante esténcil de cera en un mimeógrafo. El documento estaba maltratado, pero era legible, a pesar de haber sido elaborado casi medio siglo atrás. Se trataba de un volante firmado por el Comité de Lucha de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, fechado en la Asamblea General el lunes 7 de junio (1971) donde seguramente se discutieron los pros y los contras de la participación estudiantil en la marcha del 10 de junio”. En aquella época donde el contexto de la comunicación era diametralmente diferente a hoy en día, resalta que, a través de volantes y medios de comunicación alternativos, los estudiantes lograron comunicarse e integrarse, para sacudirse el miedo, volver a participar por sus ideales y organizarse en un frente inter universitario que de no haber sido por la brutalidad del gobierno se hubiera convertido en un movimiento nacional emergente.

    Como sintetiza Ovalle: “La estrategia de engaño y simulación del gobierno de Luis Echeverría intervino arteramente para mediatizar, confundir y negociar el conflicto regiomontano que se perfilaba como la posibilidad de una reactivación del movimiento estudiantil. En Monterrey, entre tanto, la desmovilización, la represión, la negociación de espacios de poder y el cansancio de los diferentes actores del movimiento estudiantil actuaron en contra. La represión a la marcha del 10 de junio fue la puntilla para las aspiraciones de democracia de muchos activistas universitarios, mostró el lado más oscuro del régimen y facilitó el paso al inicio de otro capítulo de la historia nacional”.

    A la luz de no olvidar los hechos del 71 para redimir con nuevas voces, nuevas luchas, nuevos rostros la alegría e imaginación de los jóvenes caídos en las calles y que soñaron con un país de igualdad, fraternidad y libertad, el libro 10 de junio no se olvida: organización estudiantil, narraciones y memoria del Halconazo de 1971 es un mosaico de todas las tonalidades, imprescindibles para comprender que los cambios sociales de hoy, tienen un anclaje con quienes incluso ofrendaron su vida, palabra y acción.