Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, ex líder del Cártel de Sinaloa, prepara un equipo legal en Colorado para solicitar la reducción de las estrictas medidas de confinamiento que ha cumplido durante los últimos cinco años en el Centro Penitenciario ADMAX de Florence, considerado uno de los más seguros del mundo.
De acuerdo con información de Milenio, la defensora Mariel Colón encabeza la estrategia legal para que Guzmán pueda tener mayor contacto con sus familiares, incluyendo a sus hermanas, hijos no acusados y eventualmente su esposa Emma Coronel, cuando termine su período de libertad condicional. Actualmente, El Chapo cumple las Medidas Administrativas Especiales (SAMs) que lo mantienen prácticamente aislado y limitan sus actividades al aire libre a apenas tres horas semanales sin contacto directo con el sol.

Según Colón, el nuevo esfuerzo legal se basa en la conducta intachable de Guzmán desde su extradición en 2017, así como en la disminución de riesgos de fuga, dado que sus antiguos aliados y dos de sus hijos se encuentran bajo custodia de las autoridades estadounidenses. “No ha habido incidentes ni amonestaciones; su comportamiento ha sido ejemplar”, señaló la abogada.
El Chapo enfrenta actualmente un proceso civil en Estados Unidos para revisar las condiciones de su reclusión, tras concluir su juicio criminal en Nueva York. La defensa busca que pueda tener una vida más cercana a la normalidad dentro de prisión, con oportunidades de estimular su mente y mantener un contacto familiar básico, señalando que el confinamiento extremo puede tener efectos psicológicos severos.
Colón destaca que, aunque el capo no podrá interactuar con todos sus hijos presos, el objetivo es garantizar derechos humanos mínimos y aliviar las condiciones de aislamiento prolongado, mostrando a las autoridades que los temores de fuga y riesgos de seguridad son hoy prácticamente nulos.
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