Entre 2017 y 2025, México ha registrado múltiples ataques armados y agresiones letales en escuelas, desde tiroteos hasta asesinatos con armas blancas, lo que evidencia la urgencia de medidas de seguridad efectivas y prevención en los centros educativos.
La violencia en escuelas mexicanas se ha intensificado en los últimos años, generando alarma entre estudiantes, padres y autoridades. El 22 de septiembre de 2025, un estudiante de 19 años asesinó a su compañero de 16 en el CCH Sur de la UNAM, utilizando una guadaña. Tras el ataque, también hirió a un trabajador del plantel antes de saltar desde un tercer piso; el plan original era atacar a seis personas.
Este caso se suma a otros hechos graves: el 30 de noviembre de 2024, Brandon Alonso N., de 17 años, atacó con martillos a compañeros en la Preparatoria San Andrés de Guadalajara, dejando dos estudiantes con fracturas graves. En Los Reyes La Paz, Estado de México, en mayo de 2023, Tony Diego N., de 13 años, protagonizó una balacera en la Escuela Secundaria Federalizada No. 80 ‘Cuauhtémoc’, buscando atacar a un maestro que lo acosaba.

Los incidentes con armas de fuego en primaria y secundaria también son alarmantes. En Torreón, Coahuila, en 2020, José Ángel Ramos ingresó al Colegio Cervantes con dos pistolas, mató a su maestra y hirió a seis personas antes de suicidarse. Antes, en 2017 en Monterrey, Federico Guevara disparó en el Colegio Americano del Noreste, dejando cinco heridos y una víctima mortal.
Estos ataques muestran patrones preocupantes: uso de armas de fuego y blancas por estudiantes, influencia de subculturas violentas en línea, acoso escolar previo y omisiones en seguridad. Autoridades han implementado medidas como el operativo ‘Mochila Segura’, pero la recurrencia de hechos letales indica que se requieren estrategias más efectivas de prevención y atención psicológica.
Con información de Cecilia Alvarado para E-Consulta
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