Los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) han extendido su alcance hasta Oceanía, aprovechando rutas marítimas del Pacífico para traficar metanfetaminas y cocaína hacia Australia y Nueva Zelanda, en colaboración con grupos criminales de Estados Unidos y Canadá, según un informe del Centro Internacional de Investigación y Análisis contra el Narcotráfico Marítimo (CMCON) citado en una investigación de La Jornada.
El estudio “Australia: la puerta de entrada de sustancias ilícitas a Oceanía” revela que el país oceánico es un mercado altamente rentable para el narcotráfico, con el Cártel de Sinaloa posicionado como principal importador de cocaína en la región.
La DEA advierte que en los últimos años la presencia de estas organizaciones en Australia y Nueva Zelanda ha crecido de forma alarmante, con redes operativas sólidas y rutas establecidas que cruzan el Pacífico.

Un caso reciente ilustra la magnitud del problema: el 9 de mayo de 2025, la Policía Federal Australiana y la Brigada contra el Crimen Organizado interceptaron un yate de 13 metros con 1,040 kilos de clorhidrato de cocaína ocultos en compartimentos. Cinco personas fueron detenidas, aunque no se reveló su nacionalidad.
Las autoridades han identificado que la ruta del narcotráfico parte de Estados Unidos y América Latina, con escalas en las islas del Pacífico Sur, que suelen ser vistas como destinos turísticos y no como puntos estratégicos para el tráfico de drogas.
En los últimos cinco años, ha habido un aumento explosivo de embarcaciones que cruzan el océano cargadas con más de una tonelada de cocaína cada una, para abastecer el creciente y lucrativo mercado australiano.
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