Etiqueta: columna

  • LA LABOR DE UN HISTORIADOR Y EL RESCATE DE LOS SILENCIOS ENTERRADOS

    LA LABOR DE UN HISTORIADOR Y EL RESCATE DE LOS SILENCIOS ENTERRADOS

    Llamó mi atención la circulación de un artículo publicado el pasado 20 de febrero por la Gaceta UNAM titulado “¿A qué se dedica un historiador? ¿Y de qué vas a vivir?”, entre mis amigos, amigas y colegas historiadores. En dicho artículo, menciona un acercamiento que tuvo la Dra. Claudia Garay Molina, doctora en historia del arte e investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con alumnos de la Escuela Nacional Preparatoria 4 “Vidal Castañeda Najera”. Resulto que un 33% de los estudiantes quieren dedicarse a estudiar el arte o la historia, tomando el ejemplo de Abril, una adolescente de 17 años y su deseo de estudiar artes visuales en la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM, a pesar de las protestas de su familia. 

    La investigadora compartió su experiencia con la joven estudiante, en el que enfrento ese prejuicio que se tiene a los que se dedican a las humanidades y su inquietud de dedicarse a la investigación. El momento decisivo para la investigadora se lo dieron sus maestros y maestras de historia universal e historia de México, como en su caso con el Dr. Renato González Mello, especialista en el muralismo mexicano, quien se convertiría su asesor desde la licenciatura hasta el doctorado para construir su línea de investigación desde los estudios de la cultura visual. De manera, que Garay Molina compartió con los estudiantes de la Preparatoria 4 los diversos campos de acción que tienen en la historia del arte. Por ejemplo, mencionó “que, así como hay la posibilidad de la investigación y la docencia, también existe la de trabajar en los museos como curadora, lo que permite hacer narrativas y relatos visuales en los muros de esos espacios”.

    En lo personal, no tengo nada en contra de estudiar la historia del arte o las artes visuales, al contrario, es muy atractivo. Sin embargo, el artículo de la Gaceta UNAM omite cuál debe de ser la labor de un historiador profesional en una realidad inmediata o de los problemas que enfrentan las y los historiadores para encontrar oportunidades de trabajo al concluir sus estudios. Discutía en la semana con un amigo y otros compañeros sobre cuál debe de ser la labor del historiador y se llegó a la siguiente conclusión, “el rescatar los silencios enterrados”.  

    Aquellas nociones de racismo, clasismo, machismo, eurocentrismo y xenofobia enterraron por mucho tiempo la lucha de las mujeres en México, a los indígenas, a los afrodescendientes y a las víctimas de la llamada Guerra Sucia, en el que tiempo atrás el Estado movilizó sus recursos de espionaje, policiaco y militar para perseguir sistemáticamente en distintas regiones del país a cualquier disiente que representara una amenaza a los gobiernos postrevolucionarios del PRI, como Lucio Cabañas, la Liga Comunista 23 de Septiembre o Rubén Jaramillo.  

    “El historiador debe plantear problemas, no sólo narrar hechos. La historia es una forma de conciencia que ilumina el presente” así lo planteó el historiador francés Marc Bloch, fundador de la escuela de los Annales y participante de la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), razón por la que fue torturado por la Gestapo y luego fusilado a los 57 años de edad el 16 de junio de 1944 en Saint-Didier-de-Formans, Ain, cerca de Lyon.  

    Estamos viviendo una situación peculiar, un proceso que se mueve y tratamos de entenderlo. No se puede ser neutral e indiferente ante los acontecimientos o estar atrincherados en nuestros espacios para no ser afectados. En ocasiones, permitimos cederles el espacio del debate público a personajes autonombrados “desmitificadores”, a los que los medios masivos otorgan espacios, como Enrique Krauze o Héctor Aguilar Camín, porque sus narrativas se adecuan a la ideología de los dueños de esos medios masivos de comunicación. 

    Se han hecho extraordinarios esfuerzos tanto para revindicar estas luchas históricas y en la promoción de la lectura para combatir aquellas generalidades, se hace un llamado para acercarse a los espacios donde los estudiantes se informen, debatan y aprendan. Por ejemplo, la reciente construcción de la red Sembrando Historia, un proyecto de más de 100 historiadores, que cuenta con el respaldo del Archivo General de la Nación (AGN), el Archivo General Agrario (AGA), el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) y el Fondo de Cultura Económica (FCE). Trabajando desde posiciones alejados del ámbito académico, estudian a los pueblos originarios, las minorías, las mujeres, los rebeldes, los campesinos, la resistencia en cualquiera de sus expresiones. 

    Pueden estar de acuerdo o en desacuerdo con las siguientes líneas, el modelo de la economía moral implementado en México, se ha convertido en un polo alternativo ante el modelo neoliberal en el mundo, aparte del nuevo modelo que busca implantar Donald Trump en los Estados Unidos, que conllevara a consecuencias desastrosas. Podemos vivir de la investigación o la docencia, pero no podemos olvidarnos de nuestra labor de formar conciencias, ver más allá del contexto histórico. Tenemos que estar comprometidos con estos cambios, para desarrollar formas de convivencia entre hombres y mujeres en México para la resolución de nuestros problemas. 

  • México, mar de izquierdismo

    México, mar de izquierdismo

    Con la postpandemia vino para el mundo una reconfiguración geopolítica, el mundo que conocíamos ya no lo es más y día a día los cambios se aceleran. La paz subjetiva que reinaba el mundo desde la caída del muro de Berlín, ahora se transforma en incertidumbre ante nuevas potencias que surgen y un imperio que ve morir su hegemonía. 

    Nuestro siglo XX parece, como he dicho en otras columnas, una copia fiel de lo sucedido hace cien años; hago énfasis en copia, ya que incluso los símbolos comienzan a verse repetidos; desde el saludo “romano” de los ultraconservadores en los Estados Unidos, hasta la creciente popularidad del AfD en Alemania, sin dejar atrás el genocidio que sucedió al apartheid en tierras palestinas. 

    En América Latina los movimientos con características fascistas también comienzan a emanar como resultado de los países que habían durado décadas en crisis. Argentina actualmente tiene como jefe de Estado a un personaje que toda su vida política ha defendido los intereses de  los grandes capitales internacionales en suelo sudamericano y, curiosamente, llegó al poder de un país con una de las reservas de litio mas grandes del mundo. 

    Sin embargo, en México nació una resistencia popular que ha impedido el ascenso de estos movimientos ultraconservadores. A diferencia de otras naciones latinoamericanas, donde la desesperación y el descontento han sido canalizados por liderazgos de extrema derecha, en México las mayorías han optado por un proyecto de transformación que prioriza la soberanía, el desarrollo social y la justicia histórica.

    Esto no significa que el país esté exento de amenazas. La oposición, debilitada y carente de un discurso propio, ha recurrido a estrategias desesperadas, desde la judicialización de la política hasta la promoción de narrativas de miedo y desinformación. A ello se suma la presión de actores externos que ven en México un territorio clave en la disputa geopolítica global, ya sea por sus recursos estratégicos o por su posición como vecino inmediato del país que aún se asume como líder del mundo occidental.

    En México la amenaza interna no es la del fascismo, en nuestro país tenemos como principal enemigo al fantasma del priismo que parece estar recorriendo los pasillos de las oficinas del que podría convertirse en un nuevo partido de estado. Sin embargo, este tema lo abordaré en la columna del siguiente miércoles. Por el momento podemos celebrar que somos una isla de izquierda en un mar de fascismo. 

  • ZURDOS, PERO PAGAMOS IMPUESTOS

    ZURDOS, PERO PAGAMOS IMPUESTOS

    En México sólo hay 14 ultrarricos, o en otras palabras, solo 14 personas son los verdaderos fifís en nuestro país. Salinas Pliego toma un lugar entre estos. Juntos mantienen a México en una desigualdad extrema. El dueño de TV Azteca es el claro ejemplo de como esta clase ha acumulado cantidades inmensas de riqueza por medio de concesiones y permisos para explotar bienes que son propiedad de la nación.

    Salinas Pliego “posa” en redes sociales como un modelo a “seguir”, como alguien que se construyó a sí mismo sin necesitar “del otro”. Sin embargo, se hace como el tío Lolo  al no reconocer los orígenes de su fortuna. A tal punto, que es del grupito “Viva la Libertad Carajo”, que dice no necesitar del Estado, y culpa a este de “ser el problema”. Por otro lado,  calla sobre las concesiones, privatizaciones, pautas gubernamentales y condonaciones de impuestos de las que se ha beneficiado él y sus empresas.  

    El meollo esta en nombrar a los otros como “zurdos de m*erda” para legitimar sus posiciones de libertinaje. Pero, por qué no preguntarnos si es que este grupo de 14 personas cuyas fortunas son de más de mil millones de dólares, han beneficiado o afectado al país, ¿Qué ha pesado más de estas dos opciones? 

    Los “empresarios” como Salinas Pliego hablan de “no ser conformistas”, de “alcanzar el éxito”, pero no mencionan en sus discursos que 55% de los ingresos totales del país se los llevan quienes poseen empresas en México, y a su vez, estos beneficios se concentran en un pequeño grupo de grandes corporaciones, de acuerdo con Oxfam. 

    ¿Qué ha pesado más? Cuando además de este monopolio de la desigualdad que han generado, se rehúsan a pagar sus impuestos correspondientes. Salinas Pliego, en lugar de pagar lo que le debe a México lo gasta en amparos para alargar su caso en la Suprema Corte,  y en demandas contra periodistas que informan sobre la situación de sus empresas, ¿no que estaba a favor de las libertades? O ¿solo es de las libertades económicas que permiten acumular riqueza? Aprovecho para enunciar mi solidaridad con los periodistas atacados en la denuncia que hace el empresario por supuestos “daños patrimoniales y morales” a Banco Azteca. 

  • Porcentajes opositores

    Porcentajes opositores

    Si el 0.26 por ciento del padrón electoral se tomara como condición de los partidos políticos para mantener el registro, ya no habría oposición en México. Ese porcentaje, para fines de mantener el registro, es tomado en cuenta por el voto emitido y no por el total de inscritos en las listas del INE.

    El abstencionismo ha oscilado en las últimas elecciones ente el 60 y el 64 por ciento. Integrados por mexicanos que tienen tantas razones para no votar como causas que se lo impiden.

    En México la oposición adopta votación emitida, por arriba del 63 por ciento del padrón, para aplicar las leyes electorales sólo cuando le conviene y en su desesperación trata de embaucar a la población con cálculos de aritmética que derivan en un engaño, por decir lo menos.

    Ante este panorama, para la oposición está muy bien que se mida el 0.26 del voto emitido para conservar el registro, pero toma en cuenta el total del padrón sólo cuando le conviene, con una interpretación infantil.

    Con una simpleza que raya en la estulticia, aseguran que los votos a favor de la oposición sumados al abstencionismo representan votos en contra para Morena. No se sabe de dónde pudieron extraer esa información inexistente.

    Sobre esa mentira colocan otra: que sólo el 60 por ciento apoya al gobierno, y que el 40 restante no sólo es indiferente simplemente lo rechaza de manera contundente al gobierno de Morena, lo rechaza de manera tan contundente como a ellos, por quienes tampoco votaron. Una percepción que nace de la necesidad de sobrevivencia; sin embargo, aquí es donde toma como referencia para otorgar los espacios plurinominales.

    La oposición garantiza que cómo de 60 por ciento del padrón puede ampliarse a 75 por ciento la representación en las cámaras, la respuesta es la misma, porque se tomó la cantidad de votos emitidos en las urnas y no el abstencionismo que, por cierto, disminuyó.

    Esta vez para ellos el padrón rige la representación y no el voto realizado por los mexicanos. Desde luego no toma en cuenta los votos anulados, porque quienes no quieren o no pueden votar correctamente.

    Así tratan de convertir la mentira en un hecho consumado y para lograrlo implican en un supuesto fraude al Tribunal Electoral, al INE, a Morena, la Presidenta, y todo aquel que no piense como ellos.

    Crean un escenario de desacato a decisiones de jueces, a pesar de que éstos no tienen injerencia sobre cuestiones electorales, aseguran que la representación legislativa es sobrerrepresentación, que todo estaba muy bien en el Poder Judicial antes de la reforma, imaginarios robos al trabajador afiliado al Infonavit cuando eran ellos quienes se embolsaron millones de pesos de esa cuenta, incluyendo a Felipe Calderón y su esposa, que ellos son las víctimas.

    La intensa actividad fraudulenta de la oposición trata de convencer a la población de lo contrario a la realidad y de lo que está consciente cada mexicano. La oposición cuando fue poder, gobernó con mentiras, miedo e información tergiversada. Quieren seguir haciendo lo mismo.

    Desde hace muchos años se les acostumbro a los mexicanos a pensar que la decisión de un juez era palabra divina, que no había nada sobre este fallo, cuando, en realidad, tienen espacios en los que no son nada. Esta aseveración, producto de la ignorancia inducidas por los gobiernos y los medios, quieren revivirla ante una población que se politiza cada día más y deja a los líderes de los partidos de oposición en el ridículo.

    Sus propuestas son simples: que baje la gasolina que ellos subieron, que la canasta básica debe mantenerse accesible aunque todavía haya rezago en salarios que impusieron, aseguran que López Obrador prometió gasolina a 10 pesos cuando estaba 17 pesos, pero no dicen en qué año dijo eso, fue en 2010 y no en 2018, como ellos aseguran. Mentiras de este tipo son las que quieren regresar a la discusión política, simplemente porque les favorecen, aunque ello los ponga en ridículo.

  • Mentira repetida, miedo sembrado: el juego sucio de la oposición

    Mentira repetida, miedo sembrado: el juego sucio de la oposición

    Si entendemos la política desde la perspectiva occidental y capitalista, se reduce a la disputa por el control del poder económico, social y coercitivo, dejando en segundo plano el bienestar social y la reducción de desigualdades. La lucha no se centra en mejorar la vida del pueblo, sino en fortalecer estructuras de privilegio que benefician a unos pocos.

    Durante décadas, esta visión imperó en México. La administración pública no se concebía como un espacio para el servicio, sino como un negocio redondo donde los gobernantes se enriquecían a costa del erario, relegando las necesidades del pueblo a un plano secundario. El Estado se convirtió en un mecanismo para la acumulación de riqueza de la élite política y económica, consolidando un sistema profundamente desigual.

    Es evidente que cualquier cambio cultural enfrenta resistencias feroces de quienes se benefician del statu quo. La derecha mexicana, históricamente aferrada a sus privilegios, no ha escatimado en esfuerzos para mantener intactos sus intereses, recurriendo a la manipulación mediática, la desinformación y la difamación como herramientas para socavar cualquier intento de transformación.

    Desde antes de la llegada de Andrés Manuel López Obrador al gobierno de la Ciudad de México y, posteriormente, a la Presidencia de la República, la lucha política giraba en torno al control de la narrativa pública. El poder económico determinaba el discurso y protegía a sus beneficiarios: los políticos en turno no podían ser cuestionados, y mucho menos, señalados por corrupción o abuso de poder, es decir; no podían ser tocados con el pétalo de una flor.

    Sin embargo, todo cambió con la llegada de AMLO. Su gobierno impulsó una transformación profunda que desestabilizó los cimientos del viejo régimen. Ante la imposibilidad de competir con propuestas, la derecha recurrió a la estrategia más ruin de la propaganda: la mentira sistemática. Su política se basa en la desinformación, en la fabricación de crisis y en la generación de pánico social como un mecanismo para preservar sus intereses.

    Repetir una mentira hasta que se convierta en verdad se ha convertido en su estandarte. Apelan a la psicología de la repetición: cuanto más se difunde una falsedad, más se internaliza como realidad. Un ejemplo claro fue el informe de seguridad del gobierno de la Ciudad de México, que, con estadísticas verificables y el respaldo de la ciudadanía, mostró avances significativos en la reducción de delitos. A pesar de ello, la derecha insistió en que los datos estaban manipulados, sin presentar pruebas ni argumentos sólidos.

    Otro caso evidente fue la narrativa sobre la propiedad privada. Se intentó instalar la idea de que el gobierno de Clara Brugada pretendía expropiar viviendas, un discurso basado en la mentira absoluta, sin sustento alguno, pero con una carga emocional diseñada para generar miedo e indignación. Al más puro estilo de la propaganda nazi, se apeló al temor irracional para deslegitimar un proyecto de gobierno que busca mejorar las condiciones de vida de la población.

    Lo mismo ocurrió con los programas sociales. Se les tachó de “populismo”, “compra de votos” y “despilfarro”, cuando en realidad han sido herramientas fundamentales para reducir la pobreza y la desigualdad. Para la derecha, garantizar derechos es un peligro, pues amenaza su monopolio del poder. Por eso, han utilizado la desinformación para convencer a sectores de la población de que mejorar sus condiciones es, paradójicamente, un daño para ellos.

    El problema no es solo la mentira, sino su impunidad y la suavidad de abordar estos temas por parte del gobierno. La manipulación mediática ha sido una constante en la historia política del país, y en tiempos de redes sociales, las fake news se han convertido en un arma aún más poderosa. La derecha no necesita demostrar nada, solo sembrar la duda, explotar el miedo y aprovechar la desconfianza.

    Es claro que permitir que este juego de la derecha avance es peligroso para toda la sociedad, incluso, sin escrúpulos, los panistas y la derecha, utilizan estrategias antidemocráticas como el acoso y criminalidad de la prensa libre (caso Salinas Pliego) o promueven una invasión extranjera con tal de mantener sus propios privilegios. Es necesario que, en el caso del Gobierno Federal, la Presidenta Sheinbaum debería de comenzar a implementar mano dura en contra de quienes utilizan la ilegalidad para atentar con mentiras en contra del gobierno, mientras que, en el caso del gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada debería de empezar a controlar la narrativa y no hablar en medios cuatro o hasta cinco días después de que la mentira ya hizo estragos.

  • El IMSS o la medicina privada, he ahí el dilema

    El IMSS o la medicina privada, he ahí el dilema

    He escrito varias veces sobre lo terrible que resulta tener que hacer uso de los servicios del Seguro Social; largos tiempos de espera en salas abarrotadas de enfermos; meses de desesperación para poder recibir la atención de un especialista quién además es frío, prepotente y poco eficiente; citas con especialistas espaciadas hasta por un año; todo siempre en espacios descuidados, sucios y abarrotados de personas enferma. Puede molestar a Zoe Robledo y a la misma Claudia Sheinbaum, pero los servicios del IMSS cada vez son peores. 

    Pongamos un caso como ejemplo: un hombre pensionado se presenta a su clínica con mucha tos, fiebre, dolor de cabeza y debilidad. Él pide atención de su médico familiar, pero le explican que no hay espacio en la agenda del día y eso se entiende, cada consultorio atiende a más personas de las que sería lógico. Le sugieren que vaya a Urgencias, que ahí lo atenderán. El enfermo sigue la instrucción, pero al llegar, no hay nadie en la ventanilla ni en la puerta. Con paciencia y temblor producto de la fiebre y la enfermedad, busca dónde sentarse, pero la sala está repleta, así que decide tocar la puerta.

    Después de unos minutos aparece una mujer que trata de ser cordial, pero la gente en la sala se acerca a la ventanilla al mismo tiempo, nuestro enfermo vuelve a tocar la puerta y la mujer, vestida como enfermera, voltea hacia él con fuego en la mirada, le dice a los que están frente a la ventanilla, que conforme haya información se las va a dar, y pregunta si hay alguien más enfermo, el de la puerta dice con voz casi inaudible por la misma enfermedad, “si, yo”.

    Ella le abre la puerta y le ofrece una silla, en un extremo de la sala de Urgencias hay algunos empleados platicando y ríen intentando hacerlo en silencio. Otra persona le pide el carnet al recién llegado, un médico lo ve y se acerca y lo empieza a examinar, es un médico amable, de unos 40 años, limpio y sonriente. Al terminar de examinar a nuestro paciente, le pide que pase con una enfermera, ésta lo conduce a una cama dónde ella espera al médico.

    Le dicen que le van a poner una vaporización y oxígeno para ayudar a descongestionar sus pulmones, la tos del hombre no cesa y con ella las flemas, siente mucho dolor al toser y se lo dice al médico que le dice “es normal, ahorita se va a sentir mejor”. Sin preguntar más, le ponen una bolsa de suero con algún medicamento que detiene momentáneamente la tos. Ahí lo tienen casi tres horas, sin poder siquiera avisar a su familia. Finalmente, la fiebre ha cedido y lo envían de regreso a su casa y le sugieren pedir cita con su médico familiar, agregan 4 pastillas de analgésico y lo despachan.

    Cuatro horas más tarde, el enfermo está en su casa ardiendo en fiebre y con el mismo cuadro con el que llegó a la clínica horas antes, ya no quiere ir a la clínica porque va a resultar lo mismo, la cita con su médico familiar es para dentro de 15 días y eso porque la asistente “le hizo un espacio”. 

    Su derecho constitucional a la salud ha sido violentado una vez más y no tiene forma de quejarse o de exigir que lo atiendan correctamente. Así, decide ir a la consulta privada, aunque tenga que pagar por todo. Cuando llega encuentra una sala de espera amplia y limpia, hay pocos pacientes a esa hora. Quince minutos después, la asistente del médico sale por él y lo conduce al consultorio, que es modesto, pero impecable y cálido, además de estar muy bien iluminado. 

    El médico privado lo revisa con sumo cuidado, paso a paso va dándose cuenta de la condición de su paciente, no tiene prisa y va anotando en su computadora cada respuesta y signo que el paciente presenta, todo lo que escribe es visto y leído simultáneamente por el paciente, hace una historia clínica lo más pormenorizada posible y vuelve a auscultar a su paciente en tanto este tose con demasiada fuerza y frecuencia. 

    El médico privado lo tranquiliza y le da una receta para que la surta lo más pronto posible, le hace saber que, desde la primera toma y aplicación de una nebulización en casa, empezará a sentirse mejor y bajará la frecuencia de la tos y la fiebre. 

    Nuestro paciente tiene que pagar la consulta, pero el médico se da cuenta de su condición y le dice, “esta vez, va por mi cuenta, Él lo va a equilibrar todo” mientras señala un crucifijo que tiene en una pared. 

    El paciente termina gastando más de dos mil pesos en medicamentos y se va a su casa a tomar las medicinas y aplicarse la nebulización. Cerca de las 6 pm, el médico que lo atendió, lo llama para preguntar cómo sigue, el paciente ya no tiene fiebre, pero la tos persiste, solo que ahora si arroja flemas y mejora. El médico lo conforta en la llamada y le dice que estará al pendiente.

    Las llamadas entre el médico privado y el paciente se realizan dos veces al día y así le da seguimiento el doctor, sin cobrar un solo peso. Paulatinamente el paciente se mejora, la fiebre ya no está y la tos se hace menos frecuente.

    Se llega el día de su consulta y ahí, el paciente le cuenta todo a su médico familiar, quien le dice que el tratamiento que le dieron es el correcto y que lo siga hasta el final, no puede darle más medicinas porque ya tiene las que necesita. Sin embargo, le da una hoja para que le programen rayos x y otra para el laboratorio, en la siguiente cita, que será un mes después, le dará el pase para el especialista. Solo Dios sabe cuándo será.

    Este no es un caso hipotético, lo he visto demasiado cercano. La atención del IMSS es cada vez más inaceptable. El empleo formal ha crecido en el país, pero los servicios de salud del IMSS cada vez son peores en todas partes y no parece que haya voluntad de mejorarlos en ningún ámbito. ¿Hasta cuándo?

  • NARCO IMPERIO

    NARCO IMPERIO

    A partir de la llegada a la presidencia de Estados Unidos, Donad Trump ha intentado por todos los medios a su alcance culpar a otros países de la debacle en la que se encuentra la sociedad de su país a causa de las violencia generada por su política absurda en defensa de la delincuencia organizada, que maneja la distribución y venta de las drogas, así como el tráfico de armas. Quizá por esa misma razón le haya entregado al hombre más rico en el mundo el control del nuevo “Departamento de eficiencia gubernamental” con miras a qué sea Elon Musk quién controle los negocios más redituables para su gobierno, el de las armas y el de la distribución de la drogas en su país.

    El daño generado a la población en el vecino país ha provocado que en su gobierno se busquen alternativas para justificar las miles de muertes por la violencia generada por este flagelo en la sociedad norteamericana. Por supuesto que nunca van a reconocer que el propio gobierno del país de las libertades han sido el responsable de todas las muertes a causa de su ambición al poder y al dinero, sin importar el daño provocado a su población.

    La información que se tiene sobre la forma en qué se desarrollo el negocio de las drogas evidencia a su gobierno como el más agresivo e inhumano en la historia moderna, a pesar de mostrar una visión distinta bajo el control de la prensa y los medios de comunicación a nivel mundial, que funcionan como elemento básico para el control de la conciencia social norteamericana como el país con mayor desarrollo económico, social y cultural, lo que difiere con las miles de muertes por la violencia provocada por la indiscriminada venta de armamento y el consumo de las drogas.

    El que el presidente Trump quiera culpar a otros gobiernos por su “incapacidad” para solucionar el gran problema social que el mismo gobierno estadounidense ha provocado que se queden solos, pensando que otros gobiernos deben pagar a causa de su ambición y la falta de atención a su población, que es quien sufre las consecuencias.

    La información más reciente difundida, por supuesto, desde medios alternativos, ha hecho imposible ocultar al verdadero culpable que es el propio gobierno de Estados Unidos responsable de las miles de víctimas a nivel mundial que provoca el tráfico de armas desde su país con la intención de armar a sus cómplices, llámese carteles u organizaciones criminales, financiadas atreves de sus agencias de espionaje como la CIA y la DEA junto con otros organismos creados para controlar medios de comunicación y otras organización en distintos países como la USAID o Greenpeace utilizadas para financiar y difundir solo lo que le conviene al Narco Imperio.

    Por esa razón también es reconocido a nivel internacional el papel que ha tomado nuestro gobierno en manos de la doctora Claudia Sheinbaum quien ha realizado una estrategia digna en defensa de nuestra soberanía.

    Donad Trump seguiría buscado cómo salir del hoyo donde ser ha metido ya varias veces, esperando que los magnates Elon Musk y Larry Fink lo saquen, se los lleve con él o le echen tierra.

  • La fiesta de las prerrogativas

    La fiesta de las prerrogativas

    Unos trabajan de trueno 
    y es para otros la llovida

    Atahualpa Yupanqui: Coplas del payador perseguido 

    El partido Morena recibirá este año casi 2,500 millones de pesos del presupuesto federal para el financiamiento de sus actividades, los que sumados a las prerrogativas estatales sumarán la colosal bolsa de 4,000 millones de pesos. Los demás partidos no se quedarán atrás y algo sobrará para ellos: unos 4,800 millones de pesos, centavos más centavos menos. Minucias, pues. (Partidos recibirán 7,354 millones de pesos en 2025; Morena, el más beneficiado https://politica.expansion.mx/elecciones/2024/08/22/partidos-recibiran-7-354-mdp-presupuesto-2025)

    Por cierto, contrario a las propuestas de AMLO sobre regresar a la Tesorería de la Federación parte del cuantioso botín partidario, en esta ocasión Morena considera que necesita el cien por ciento de sus prerrogativas y no devolverá ni un clavo, porque como dijo la Doña María Félix: lo cáido, cáido. (Ricos, y bien acomodados. Más de 2 mil millones en 2025. Y Morena no devolverá ni un peso, como pedía AMLO  https://www.sinembargo.mx/4614948/mas-de-2-mil-millones-en-2025-asi-y-morena-no-devolvera-ni-un-peso-como-pedia-amlo/ ).

    Parte de ese descomunal y obsceno presupuesto será invertido en comprar tablets con internet y vehículos adecuados para llevar a cabo la ambiciosa campaña de afiliar a diez millones de personas a las filas morenistas, quienes “podrán integrarse a estructuras de promoción y defensa electoral en 2026”, según informa el portal regladetercios.mx (Morena lanza campaña de afiliación con meta de 10 millones, diciembre 3, 2024). Sigue la cita: “En la primera mitad de 2026, Morena formará estructuras de defensa del voto con las personas afiliadas, mientras que en la segunda mitad del año se enfocará a la promoción y movilización electoral”.

    De lo anterior se desprende una conclusión perogrullesca: Morena está trabajando para ganar elecciones y conservar en el poder. Santo y muy bueno, porque la conquista y el mantenimiento del poder es el objetivo de todo partido político.

    Morena no se plantea motivar el desarrollo político, cultural o ideológico de sus afiliados, ni desarrollar cuadros ni cosa que se le parezca.

    En otras palabras, quiere afiliados que desempeñen la honrosa labor de peones en el tablero del ajedrez político, ya que los puestos directivos -según llevamos visto hasta hoy- están reservados a personajes de cuestionable catadura moral, a seres rapaces que apuestan a caballo ganador para ir a la segura en política. ¿Nombres? Para qué, si los de estos rapaces están en boca de todos.

    Habrá afiliados y afiliados, porque todos somos iguales pero hay unos más iguales que otros. Con unos la mismísima Luisa María Alcalde, presidenta de Morena, irá maternalmente hasta sus oficinas a entregarles su credencial en propia mano. Otros de esos más iguales privilegiados, conseguirán foto con Noroña y Adán Augusto sonrientes. A los de hasta mero abajo, a la peonada que se la parte bien y bonito bajo el sol, le llegará su credencial a un módulo para que pasen a recogerla en un tiempito que tengan. Hay que ser de los mismos, pero no tanto. 

    Así, ocupado el partido en afiliar a quienes en el fondo sólo serán morralla política y se les utilizará como carne de cañón para que cuiden que en las casillas no les roben votos a los morenistas de hasta mero arriba, Morena no tiene tiempo de organizar al pueblo para que éste apoye los certeros y atinados esfuerzos de la presidenta Claudia Sheinbaum para defender la soberanía del país frente a las demenciales agresiones verbales norteamericanas.

    La presidenta, que es inteligente y sobria en política, ha enfrentado con éxito el torrencial de disparates trumpistas, pero no se vería mal que su propio partido le echara una mano con algo más que oradores pronunciando discursos en las cámaras de senadores y de diputados y defendiéndose de las bravatas de pulquería que les lanzan desde la oposición.

    Sorprende observar que la presidenta Claudia sí tiene tiempo los fines de semana para hacer trabajo intensivo de territorio, pero no así los infiltrados: están cargados de trabajo imaginando cómo levantar el dedo aprobatorio pero de manera que parezca que están trabajando. ¡Ya parece que se van a ensuciar los mocasines afiliando raza políticamente ignorante! Nomás eso les faltaba a nuestros próceres.

    Es un hecho que Morena no está presente en las calles, ni en los medios, ni en ninguna parte donde pueda ser visto, estimado y evaluado por el pueblo porque no es temporada electoral. Pero la gente no necesita partidos electoreros que se olviden de sus responsabilidades políticas y se la pasen afilándose las uñas para cuando regrese la temporada de cosecha de candidaturas.

    La movilización de las opiniones de respaldo a las acciones de la presidenta Sheinbaum no se gestan ni con mucho al interior del partido Morena dada su irrelevancia política, sino en los espacios de los periodistas independientes, sean páginas web y canales de YouTube, Instagram, o cualquiera otra plataforma tecnológica. Quienes realmente dan la pelea en los medios ante el silencio de momia del partido Morena son los groseramente llamados “youtuberos” por la derecha. Buenos, malos, regulares, con recursos o sin ellos, son estos periodistas los que generan información que contrarresta eficazmente a los medios corporativos.

    Hasta donde vamos y vemos, Claudia seguirá sola en su empeño por mantener a salvo la soberanía nacional, y los periodistas independientes continuarán solos y contentos en su trabajo, apoyados por los escuchas que los aprueban.

    Ajenos a estos trabajos, los nuevos afiliados morenistas se capacitarán para defender los votos que mantengan en su curul o en su escaño a esos pecadores arrepentidos que encontraron en Morena el camino de su redención política. Pero como que gastarse 2,500 millones de pesos en eso es mucho dinero para mantener los privilegios de quienes vieron la luz morenista. Otra izquierda, la de antes, hizo más con menos. Con mucho menos.     

  • Añoranzas calderonistas

    Añoranzas calderonistas

    Felipe Calderón Hinojosa fue presidente de México de 2006 a 2012. Suponiendo sin conceder que no haya habido una manipulación de los resultados electorales en la jornada del 2 de julio de 2006, que le dio el triunfo por un margen de 243,934 votos sobre AMLO; nunca debemos dejar de señalar que se trató de una de las campañas más sucias de la historia, donde descaradamente cerraron filas los poderes fácticos y utilizaron a los medios como instrumento de coacción para cerrarle la puerta a quien entonces calificaron como «un peligro para México».

    Vicente Fox había ascendido al poder en 2000, después de una de las campañas de marketing político más intensas de la historia de México. Pese a ser el PAN una fuerza política ultraconservadora que se creó en 1939 justamente para combatir a la versión más progresista de lo que ahora es el PRI, el espectro radioeléctrico se volvió un monumental coro de sirenas que en su canto nos decía que con Fox llegaría la auténtica democracia, se terminaría la corrupción y los problemas económicos se disolverían por arte de magia. Evidentemente el tiempo se encargó de refutar todas esas quimeras. Pero en 2006, aunque tenía una bajísima popularidad e hizo corajes cuando la cúpula panista y empresarial le impuso a Calderón por encima de su consentido Santiago Creel, Fox reconoce que operó incansablemente para llenar de piedras el camino de AMLO, que venía de desempeñarse exitosamente como jefe de gobierno del entonces Distrito Federal.

    Calderón ascendió al poder con el beneplácito de los medios y los empresarios, pero no de gran parte de la población, que no reconocía su triunfo y lo consideraba espurio y fraudulento, por lo que decidió lanzar su famosa guerra contra el narcotráfico en 2007, sin una planeación previa, impulsivamente y, sobre todo, con el fin de legitimarse, pues si ganaba sería un héroe y garantizaría la continuidad del panismo en el poder. Como en el caso de Fox, a día de hoy sabemos que nada de aquello salió como él pensaba, aparte de que periodistas de renombre como Pepe Reveles, Paco Cruz u Olga Wornat, señalan que la famosa guerra de Calderón consistió básicamente en proteger al cártel de Sinaloa y allanarle el camino a la vez que se simulaba un combate frontal al narcotráfico en general.

    Ese sexenio estuvo marcado por la violencia, por la falta de pluralidad en los medios corporativos e incluso por la censura. Figuras televisivas campaban a sus anchas en multitud de programas basura dirigidos a distintos grupos etarios. Por aquellos días, la gente se entretenía con Adela Micha, Facundo, Paty Chapoy, el Compayito, Omar Chaparro, Eugenio Derbez, Joaquín López-Dóriga, Adal Ramones y demás monigotes televisivos de los cuales muchos se encuentran en decadencia; disfrutan de una vida muy cómoda, pero carecen de credibilidad, su fama se va apagando poco a poco y en muchos casos reciben el repudio popular a través de las redes sociales, a donde de vez en cuando se asoman a dar sus opiniones, en el caso de algunos, desinformadas, y en otros casos, perfectamente pensadas para seguir desinformando. El cambio social que experimentamos les sentó pésimamente.

    Mientras las pantallas televisivas proyectaban aquella sensación de comodidad y un estatu quo idílico, puesto que había pasado el peligro de López Obrador; las sierras y los entornos suburbanos eran zonas de guerra, donde los jóvenes se integraban con toda normalidad a las filas del crimen organizado. A la postre, esa franja de la sociedad, la de los jóvenes pobres y sin opciones que soñaban con ser primero sicarios y luego jefes de plaza, terminaron siendo simplemente carne de cañón dentro de la cifra de 70,000 muertos, a quienes, cual general desalmado de película gringa, Calderón llamaba “daños colaterales”. Al ser un grupo etario y de un estrato social muy concreto, podemos tranquilamente hablar de una limpieza étnica velada.

    El desfalco de la estela de luz por 220 mdp, los niños muertos de la guardería ABC, la sospechosa muerte de dos secretarios de gobernación en sendos accidentes aéreos, la extinción intempestiva de Luz y Fuerza del Centro con un saldo de más de 46,000 trabajadores corridos sin compensaciones (aprovechando la euforia por un partido de la selección nacional de fútbol), el anuncio de una nueva refinería que solo quedó en una barda, montajes televisivos que pretendían mostrar un combate frontal a la delincuencia, de los cuales el caso paradigmático fue el que aún tiene en la cárcel a Israel Vallarta, la comprobada y ahora juzgada colusión de Genaro García Luna, su secretario de seguridad pública, con el narcotráfico, y un interminable etcétera. Este solo párrafo sirve para recordar que el sexenio de Calderón, al contrario de lo que sus eternos aplaudidores nos quieran venir a contar, fue en muchos sentidos el peor de la época moderna, al grado de que el PAN no pudo retener siquiera el poder, pues en 2012 le pasó por encima Enrique Peña Nieto como personaje creado convenientemente en un refrendo del amasiato PRI-Televisa.

    Pero aunque son amplios la bibliografía y el acervo audiovisual que retratan lo apocalíptico que fue el sexenio calderonista, muchos de los fardos mediáticos anteriormente mencionados, así como una significativa franja de clasemedieros blancos cuarentones que campan a sus anchas en la red social X, han aprovechado una reciente entrevista realizada por Yordi Rosado a Calderón, difundida a través de YouTube, para, en una sola oleada, mostrar su apoyo a quien consideran un “verdadero presidente” y también refrendar su repudio al gobierno de la llamada Cuarta Transformación y todo su respaldo popular.

    Yordi Rosado, otrora productor/patiño de Adal Ramones en Otro Rollo, aquel programa dedicado a deteriorar las mentes de mi generación hace unos 20 años, es un niño fresa que cumplía con la cuota racial en las segregacionistas pantallas de Televisa. Cuando el programa Otro Rollo terminó y las audiencias comenzaron a migrar hacia los medios digitales, se fue abriendo paso, primero en la televisión por cable, y en años recientes en redes sociales realizando entrevistas a distintos personajes de la farándula, la política y el deporte. Al realizar la entrevista a Calderón, con una producción y una semiótica muy pulcras para transmitir sencillez, nacionalismo y buenos hábitos, contribuye a la campaña permanente de Calderón para mantenerse vigente, y que ha tenido múltiples tropiezos, como la derrota de su esposa Margarita Zavala, quien, siempre incapaz de hilar dos frases sin trabarse, abandonó la campaña presidencial de 2018 incluso antes del término de la misma, o el no lograr el registro de su partido México Libre, que pretendía hacer patente su temporal ruptura con el panismo.

    #calderónfuemejor. Es el hashtag (etiqueta que facilita la circulación sistemática de un tema particular en redes sociales) que aspiracionistas de mediana edad, empresarios y actores mediáticos se empeñaron en promover y celebraron que fuera la tendencia número uno en X, no tiene correlato en los hechos y difícilmente podría permear en todas las capas de la sociedad, condición necesaria para que algo ya tenga tintes de verdadero movimiento político.

    Evidentemente, y a diferencia de la politización progresiva que experimenta la sociedad mexicana, esta efímera tendencia es simplemente un gesto de bullying que no busca más que hacer enojar y en menor medida desviar la atención de la ciudadanía. Lo que representa es el culto a la blanquitud, al autoritarismo, a la censura, al desprecio por la otredad, al clasismo, al racismo, al culto a la profesión, a la idealización de las personas “bien vestidas”; a los “licenciados”, a las “buenas costumbres” y a la “valentía”. En el gran marcador de los sexenios en que pretende competir el panismo, vamos 2 a 2 y pronto los superaremos.

    La tendencia de promover nuevamente a Calderón pasará sin pena ni gloria como muchos otros intentos de desestabilización en los que políticos y empresarios inescrupulosos tiran su dinero a la basura en busca de recuperar el poder. Que sigan disfrutando de la libertad de expresión imperante en la actualidad, no como la del sexenio calderonista. Pero si quieren pasar al terreno de recuperar el poder a través de mentiras, bueno, pues aquí los esperamos, pero les aseguro que hoy la tienen más difícil que nunca. Ese despertar del pueblo que ellos en el fondo lamentan tanto, siempre será su mayor obstáculo.

  • ¿De qué hablamos cuando hablamos de un Milei mexicano?

    ¿De qué hablamos cuando hablamos de un Milei mexicano?

    Ha escapado, como escapa aquello que sale del encierro, a la conservadora de toda conservación escasa intelligentsia opositora, profundizar en la inminente urgencia que tenemos los mexicanos de que un Milei —con o sin peluca— engrose las filas de nuestra raquítica pero bien totopeada clase política. Y es que un Milei mexicano sería capaz de resolver ese complejo balance entre lo liberal en lo económico y lo conservador en los político y social que tan feliz hace a todo aspiracionista que se respete y viva, orgullosamente, pagando el mínimo en sus tarjetas de crédito. Y es que ni con el Plan México de Sheinbaum alcanzamos la cresta de la ola neoliberal, neoliberalismo que no es entreguista y que no se postra ante los poderosos poderes del capital, no es neoliberalismo, aunque se esfuerce por ello. Dos estampas mileianas sirven de ejemplo y parámetro de lo mínimo que deberíamos exigirle a esos Verásteguis, Salinas Pliegos o quien sea que se atreva a levantar la amarilla bandera del libertarismo en nuestra nación.

    La primera es muestra de cómo un líder libertario latinoamericano debe estar siempre dispuesto a lamer las botas de quienes usan botas para pisar el cuello de quien ponga el cuello para ser pisado. “Trump no es un proteccionista. Trump utiliza la política comercial como instrumento de geopolítica”, afirmó Milei al referirse a los aranceles que el gobierno de los Estados Unidos impuso al acero. No tengo la menor duda de que no faltará quien, haciendo gala de ser incapaces de hacer gala, refutarán que utilizar la política comercial como instrumento geopolítico es proteccionismo. Sin embargo, si se le mira desde la perspectiva libertaria, si se está dispuesto a gritar —bota en cuello— ¡viva la libertad, carajo!, a la menor provocación, se entenderá sin entender que aplaudir cuando el imperio indica que se debe aplaudir es lo más libertario que un libertario puede hacer. El libertarismo atraviesa, necesariamente, por la postración. La apertura económica está al servicio del status quo, el anarco capitalismo no tiene sentido si no garantiza que las clases privilegiadas sean quienes puedan beneficiarse del dejar hacer, dejar pasar llevado al extremo. El líder libertario debe trabajar para que la economía sea un “instrumento geopolítico” y de política interna, nada controla mejor a la población que el hambre, la enfermedad y la miseria. Y nada conserva mejor el estatus de los conservadores que el hambre, la enfermedad y la miseria de la clase trabajadora.

    La segunda estampa es aún más ilustrativa de lo que el futuro Milei mexicano debe ser y hacer: promover iniciativas privadas que contribuyan a la pauperización de la clase trabajadora. Una vez más, no dudo que salga alguien que sostenga que utilizar el poder político para promover negocios privados, que benefician a unos cuantos, es despreciable. Quienes así piensan no han entendido que cuando el poder político no está al servicio de los intereses privados, el poder político está al servicio de la sin razón y la supervivencia de quienes no deben sobrevivir. Milei utilizó sus redes sociales para promover una criptomoneda llamada $LIBRA, misma que estimularía la economía y ayudaría a crecer a las pequeñas empresas argentinas. El mensaje fue suficiente para dar impulso a dicha moneda, inflarla, y permitir a sus promotores desaparecer capitalizando la especulación libertaria. Poco importa si Milei se benefició o no con dicho movimiento, importa menos si el presidente argentino estaba “interiorizado de los pormenores del proyecto” al que dio su apoyo. Lo importante de toda importancia es que al hacerlo contribuyó a poner al aspiracionismo argentino, y a otro tanto del aspiracionismo fuera de argentina, en su lugar, el de mirar permanentemente hacia arriba, salivando mientras envidian un estilo de vida que nunca podrán tener. Una vez más, libertarios en lo económico para beneficiar a las clases privilegiadas, y conservadores en lo político y social para contener a las clases trabajadoras.

    Entrados en gastos

    Resulta sencillo imaginar que un Milei mexa surja de las filas del más reaccionario PANismo, del más pragmático PRIismo o de cualquier ídolo temporal del aspiracionismo nacional. Sin embargo, no debería sorprendernos que el próximo Milei azteca vea la luz dentro de Morena y la 4T. No estoy hablando de los Yunez o los Murat que en una muestra de congruencia ideológica se identifican con el Humanismo Mexicano. No, eso es poca cosa, estoy hablando de un político “ínclito y preclaro”, para utilizar las palabras con las que Monreal calificó a Pedro Haces, que sin dejar de ser cuatrero, sin dejar de ser de izquierda, sin dejar de hablar del bienestar cada que el bienestar necesite que se hable del bienestar, sea capaz de impulsar un humanismo libertario mexicano, que anteponga la justicia social a las necesidades del capital, y que permita a la sociedad morir libremente de hambre, como mejor le parezca morir de hambre.

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Historia mínima del desempleo.