Etiqueta: Germán Castro

  • El poderoso 0.00022708%

    El poderoso 0.00022708%

    Despreciables

    Tuiteaba yo hace unos días que la pandilla de intelectuales y científicos que firmaron un desplegado manifestando su apoyo electoral a la candidata del PRIAN a la Presidencia de la República, la exsenadora panista Bertha X. Gálvez, son despreciables, despreciables desde el punto de vista estadístico. Aparecen en la lista 225 nombres —enumero la que publica Letras Libres—, por cierto, la mayoría varones (56%) y la gran mayoría vecinos de la Ciudad de México. El INE informa en su sitio web que la lista nominal del electorado al 27 de marzo considera a poco más de 99 millones de ciudadanos y ciudadanas, de modo que las señoras y señores abajofirmantes aludidos tienen un peso relativo despreciable entre el conjunto de personas que iremos a votar el próximo 2 de junio: el 0.00022708% para ser más precisos. Y, claro, no hace falta echar mano de los guarismos para asegurar que en el océano de la población total de México ni a gota llegan.

    Menos de 2 de cada 100

    La Tierra carga a cuestas a más de 8,111 millones de sapiens. De cada 100 que hay hoy en el planeta, 35 viven en India o en China. Nuestra participación relativa es mucho más modesta: de todos los seres humanos que plagan hoy el mundo, el 1.6% radica en México. 

     Nuestro país se ubica como el tercer país más poblado de América —sólo superado por Estados Unidos (341 millones) y Brasil (217 millones)— y el décimo de todo el orbe, justo enseguida de Rusia (144 millones). En efecto, desde hace algunos años superamos a Japón (122 millones), que sigue perdiendo población (tasa de crecimiento demográfico de –0.51%). Ojo, ya hay algunas fuentes, como el World Population Review, que nos ubican en decimoprimer lugar, estimando que Etiopía, con un acelerado crecimiento demográfico (2.6%), ya nos rebasó—.

    Como sea, en décimo o decimoprimer sitio, hoy día debemos de ser unos 130 millones de seres humanos los que habitamos en algún sitio de los casi dos millones de kilómetros cuadrados que tiene el territorio mexicano. Podemos dar por buena esta estimación si recordamos que el Censo que se levantó hace cuatro años reportó una población total de 126 millones, y conforme a los resultados de la más reciente Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID), dados a conocer hace un par de días por el INEGI, en agosto de 2023 éramos ya 129.5 millones de personas.

    Centralizados y urbanos

    Tres de cada diez habitantes del país radican en la Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Morelos e Hidalgo.

    De la población total de México, tres de cada cuatro viven en localidades urbanas.

    Más y más… experimentados

    La estructura poblacional de nuestro país está envejeciendo —a propósito, cuál será el promedio de edad del 0.00022708% abajofirmante—. ¿Qué tan rápido? En 2018 el 12.3% de la población total del país se componía por personas de 60 años y más; tan sólo cinco años después, en 2023, este mismo grupo representó el 14.7% En números absolutos, estamos hablando de 19 millones de hombres y mujeres, es decir, la misma cantidad de gente que la que habita en conjunto los estados de Colima, Baja California Sur, Campeche, Nayarit, Tlaxcala, Aguascalientes, Zacatecas, Durango, Quintana Roo, Morelos, Yucatán, Tabasco y Querétaro. Las poblaciones totales de Colima, de Baja California Sur y de Campeche son menores que el total de ancianos y ancianas de 85 años y más que viven en México: 1,175,978.

    Longevidad femenina

    En 2023, en México había 7,832,445 de infantes de 0 a 4 años de edad, 50% eran hombres y 50% eran mujeres. También en 2023, había 1,175,978 de personas de 85 años y más: 40% eran hombres 60% eran mujeres. La conclusión es obvia.

    Una sola persona

    La ENADID da cuenta de que están ocurriendo cambios muy rápidos en la dinámica demográfica de México. Por ejemplo, en 2018, la proporción de hogares integrados por una sola persona era de 11.7%; y apenas cinco años después, 14.0%. Dicho en corto, cada vez más gente en México vive sola. En contraparte, cada vez menos personas en México viven en hogares de más de tres integrantes: en 2018 el 48% de los hogares de nuestro país estaba integrado por cuatro o más integrantes, y para 2023 esa misma proporción bajó seis puntos porcentuales.

    Para crecer se necesitan dos

    En tan sólo cinco años, entre 2018 y 2023, la proporción de la población de 15 años y más de México que se encontraba casada bajó cuatro puntos porcentuales. En contraparte las personas de este mismo grupo etario que viven en soltería siguen aumentando: de 28.8% en 2018 a 29.6% en 2023. 

    La tasa global de fecundidad hace solamente diez años, en 2014, era de 2.21 hijos nacidos vivos, en promedio, por mujer; en 2018, de acuerdo con los datos de la ENADID ese mismo indicador decreció a 2.07, y en 2023 a 1.60 hijos nacidos vivos, en promedio, por mujer.

    La misma encuesta reporta una drástica disminución de la fecundidad adolescente: pasó de 70.6 a 45.2 nacimientos por cada mil mujeres de 15 a 19 años, entre 2018 y 2023.

    Menos del 17%

    Actualmente el PAN gobierna cinco de las 32 entidades federativas de México; a nivel estatal, pues, gobierna al 12.8% de la población total del país. El PRI, en coalición con el PAN y el PRD, hace lo propio sólo en dos entidades, Coahuila y Durango, de tal suerte que gobierna a nivel estatal al 4% de la población total. Si a nivel federal no queda duda de que ni siquiera el poderoso desplegado del 0.00022708% abajofirmante podrá hacer nada para evitar que Claudia Sheinbaum se convierta en la primera presidenta de México, a nivel estatal habrá que ver qué porcentaje de la población continuará bajo el gobierno del PRIAN. La tendencia es más que evidente.

    • @gcastroibarra
  • BJ: tiempo de limpiar la casa

    BJ: tiempo de limpiar la casa

    El país

    México: 13º país en tamaño, 10º en población y principal socio comercial de la mayor economía mundial. En 2023, se convirtió en la 12º economía global. Próximo a un cambio de gobierno democrático y pacífico, no está polarizado, sino unido en torno a un proyecto nacional. Claudia Sheinbaum será la primera presidenta de México y de Norteamérica. La 4T tendrá segundo piso. La duda es apenas con cuántos votos superará los 30 millones que logró Morena en 2018.

    La CDMX

    La CDMX, la entidad más pequeña del país, representa menos del 0.1% del territorio nacional. En esa pequeña porción vivimos 7 de cada 100 habitantes de México, y en ella ocurre el mayor dinamismo económico del país. La CDMX es hoy, con todos sus enormes problemas —el agua y la contaminación, en primerísimo lugar—, una ciudad disfrutable, que va en caballo de hacienda por la ruta de la izquierda. Luego del tercer debate entre los candidatos a la jefatura de gobierno, la elección queda planteada en una pregunta que ya parece retórica: ¿por quién optará la mayoría chilanga: por un señor que reduce las políticas públicas a fraseología mercadológica, por un energúmeno clasista o por una mujer serena, con proyecto y amable? Clara Brugada gobernará la CDMX.

    La BJ

    México tiene 2,476 municipios, contando las 16 demarcaciones en la CDMX. Una de ellas es la Benito Juárez. Céntrica, totalmente urbanizada, es una realidad espacial menuda: con casi 27 km2, ocupa menos del 2% del territorio de la CDMX. Yo vivo en una de las 53 colonias en que se divide la BJ, y me temo que a muchos de mis vecinos no les va a gustar que lo remarque, pero debo subrayar que se trata de una minúscula proporción del país: la BJ es 12 veces más chica que la demarcación territorial Tlalpan. En la BJ sólo vivimos 5 de cada 100 chilangos… De hecho, poco menos: 4.7%… o bien, el 0.34% de la población nacional. Pocos, muy pocos, pero muy escandalosos.

    Habitamos territorio juarense, que no juarista, 434 mil personas, de tal suerte que el espacio está densamente poblado. Mientras que, al sur de la CDMX, en la demarcación Milpa Alta, habitan 512 habitantes por km2, en BJ vivimos 16,260 habitantes por km2. Si comparamos la cantidad promedio de gente por vivienda habitada, la cosa cambia: en toda la CDMX se reportan 3.3 habitantes por vivienda, mientras que en la BJ 2.5; evidentemente el nivel socioeconómico es más alto. La gran mayoría gente somos ya… experimentados. Si la edad mediana nacional es de 29 años y en la CDMX de 35, en la BJ asciende a 39 años. Consecuentemente, la escolaridad en la BJ es alta: 7 de cada 10 de sus habitantes cuentan con estudios a nivel superior.

    Bien…, bueno, más bien mal: la Benito Juárez, en donde se localizan emblemáticas colonias de la clase media como la Del Valle y la Nápoles, ha sido desde hace mucho enclave panista. Azul, azul… En lo que va del siglo, todos sus jefes delegacionales han sido blanquiazules. Mucho peor, la BJ es el centro de operaciones de un grupo delincuencial que desde el poder ha afectado el patrimonio de cientos y cientos de personas y la calidad de vida de miles y miles: al que antes de la censura se le podía llamar el Cartel Inmobiliario del PAN y ahora hay que mentar como la PRIANdilla inmobiliaria. Si no nos ponemos las pilas y desde dentro de la BJ, desde el resto de la CDMX y desde todo el país insistimos y bregamos por evitarlo, el candidato del PAN puede conservar el poder para dicho grupo. Su vinculación con el susodicho cartel es plena. El señor se llama Luis Mendoza, imposible no saberlo dado que tiene todas las calles abarrotadas con pendones con su rostro, y su hermano, de no creerse, sigue prófugo. El candidato del PRIAN es también dueño de departamentos en el City Tower, uno de los edificios icónicos del cartel inmobiliario.

    Las fechorías cometidas por la priandilla en la pequeña demarcación Benito Juárez son monumentales, de escándalo nacional. Hoy no hay certeza jurídica para cientos de personas que compraron en desarrollos con pisos de más y la vida de mucha gente está en riesgo debido a la carente calidad en la construcción de ellos. Más allá de los defraudados, ¿cómo impacta esto en la cotidianeidad de los habitantes de la BJ? Un ejemplo: muy cerca de donde vivo había una casa que duró años abandonada, luego fue acondicionada como una oficina en la que trabajaban menos de 10 personas. Finalmente, el año pasado, la tiraron para construir un colosal edificio de 60 departamentos. En un predio en el cual vivía una familia ahora podrán habitar más de 120 seres humanos y seguramente más de 50 perros. Consideren el impacto. Hasta ahora se han asegurado 60 inmuebles, se han detenidos nueve exfuncionarios, entre ellos, nada menos que el ex alcalde y sus directores generales, y quedan 4 prófugos por detener, entre ellos, repito, el hermano del candidato del PRIAN.

    No exagero si afirmo que la Benito Juárez es algo así como un Guanajuato enclavado en el corazón de la CDMX, en el centro político del país. Tenemos que extirparlo. El 2 de junio podemos hacerlo y, hay con quién. La candidata de Morena a alcaldesa, la doctora Lety Varela tendrá mi voto. Lo tendría incluso si no existiera la priandilla aludida. Lo tendría porque la 4T ha dado resultados que convienen para todos y todas. Es tiempo de mujeres, es tiempo de limpiar la casa.

    • @gcastroibarra
  • ¿CDMX en ruta?

    ¿CDMX en ruta?

    La ciudad capital de nuestro país, la centenaria Ciudad de México, está hoy día mejor calificada que la eficiente Tokio, que la milenaria Roma, que París, que todas y cada una de las ciudades de Estados Unidos, excepto Nueva York, que São Paulo y Ámsterdam, que Dubai, Beijing, Montreal, Barcelona… A principios de año, el consorcio inglés Time Out dio a conocer su ranking de las mejores ciudades del mundo —Time Out, fundada en Londres en 1968, se dedica a evaluar y promover a las mejores ciudades del orbe, ámbito en el que se mantiene como líder internacional—. Para ello, encuestaron a miles de personas radicadas en cientos de urbes de los cinco continentes, considerando factores como la asequibilidad de la comida y las opciones de ocio, transporte y seguridad, su oferta cultural, zonas verdes, y, muy importante, el estado de ánimo de los residentes. Además de la opinión de la población local acerca de la calidad de vida, se tomó en cuenta el atractivo global de cada ciudad, se averiguó a qué ciudad le gustaría a la gente mudarse a vivir y se consultó a expertos viajeros para conocer los destinos más atractivos para visitar. A su listado final lo llamaron The 50 best cities in the world in 2024…  —por cierto, de nuestro país no aparece ni Guadalajara ni Monterrey ni Puebla…, bueno, ninguna otra ciudad—. La Ciudad de México quedó listada como la sexta mejor ciudad del mundo, solamente superada por Nueva York, Ciudad del Cabo, Berlín, Londres y Madrid.

    Ahora, ¿qué consideraron los señores de Time Out? Bueno, quizá pueda sonar muy superficial, pero recordemos que fundamentalmente es un medio dirigido a personas de todo el orbe que quieren hacer turismo internacional. Traduzco parte de su texto:

    Con un museo en cada esquina, no es sorpresa que la Ciudad de México haya sido nombrada la mejor ciudad del mundo para la cultura en 2023. Y en 2024 hay mucho más por descubrir, con emocionantes espacios de arte emergente como Laguna, nuevas galerías como Naranjo y exposiciones internacionales muy esperadas como la de Damien Hirst en el Museo Jumex. La CDMX también está a la vanguardia de una revolución gastronómica vibrante, como el cultivo de hongos en Tencui, el café japonés en Panya y la mejor carne ahumada en Ahumados Pelican. Las dark kitchens de Roma te sorprenderán, la oferta artística de San Miguel Chapultepec te cautivará, el desayuno en la Condesa será delicioso y una tarde en Coyoacán será inolvidable. Prepárate para enamorarte aún más de nuestros barrios, nuestra comida y nuestra calidez cuando visites la CDMX este año. Visita ahora porque en verano la Cineteca Nacional abrirá una nueva sede en el Bosque de Chapultepec, con ocho salas y un foro al aire libre.

    Pero créanme que todo lo anterior es lo de menos… Lo importante aparece al final del apartado dedicado a la CDMX y está titulado como “Las cifras clave”: La Ciudad de México obtuvo una alta calificación por su habitabilidad general. El 100% de sus residentes la consideran hermosa, el 96% declaran que son felices viviendo allí y el 94% afirman que es fácil hacer amigos”. Mi familia es capitalina, yo soy chilango ya de segunda generación —abuelos maternos de Durango y Tamaulipas, y paternos de Michoacán—, y la mayor parte de mi vida he radicado aquí; me muevo en transporte público y bicicleta —ecobici—, y por motivos laborales desde hace varios años estoy obligado a conocer a fondo la dimensión territorial de la entidad…, y con esos antecedentes puedo decir que estoy totalmente de acuerdo con la mayoría de mis paisanos: la Ciudad de México es hermosa, se vive feliz y es muy fácil hacerse de cuates y cuatas aquí.

    ¿Y por qué será? Permítanme una hipótesis sociológica: en buena medida la respuesta se encuentra en que los habitantes de la Ciudad de México son solidarios y en general andan por la vida arropados con importantes valores sociales y comunitarios, cuestión que, casi necesariamente, nos hace cargarnos ideológicamente hacia la izquierda, hecho que ha tenido, por fortuna, una expresión política con resultados electorales concretos al menos desde 1997, año en el que por vez primera pudimos votar por quienes nos gobiernan. Me encantaría poder escribir que la izquierda gobierna la capital de México desde hace casi 27 años, pero si consideramos el feo viraje a la derecha de Mancera —desde mi punto de vista una traición no sólo ideológica sino política en el más amplio sentido del término—, debe anotarse que la CDMX se recuperó en 2018. Y la recuperación ha sido indiscutible…

    Hace unos días, la próxima presidenta de este país, la doctora Claudia Sheinbaum, hasta hace unos meses jefa de gobierno de la Ciudad, compartió una buena noticia: la CDMX ha sido distinguida con el Lee Kuan Yew World City Prize (Premio mundial de las ciudades Lee Kuan Yew), un galardón internacional bienal que distingue a las contribuciones sobresalientes para la consolidación de comunidades urbanas vibrantes, habitables y sostenibles en todo el mundo:

    La Ciudad de México ha sido galardonada con el Premio 2024 por su destacado compromiso en mejorar la vida de sus ciudadanos a través de iniciativas urbanas innovadoras y sostenibles, especialmente para los menos privilegiados.

    El Premio internacional está coorganizado por la Autoridad de Reurbanización Urbana de Singapur y el Centro para Ciudades Habitables de Singapur, y me parece que entendieron muy bien el ideal que rige las políticas públicas impulsadas durante los últimos años: por el bien de todos, primero los pobres.

    Así que preguntarse qué sigue y cuál es la ruta sería pura retórica. La ruta es Clara y es a la izquierda. Si bien tiene razón el presidente López Obrador cuando señala que parte de la chilanga banda se ha derechizado, en buena medida intoxicado a la derecha, también es cierto que somos mayoría: 63% apoya la gestión del primer gobierno federal de Morena. Y no sólo, estoy totalmente convencido de que el 37% restante no puede estar conformado por una mayoría de suicidas, criminales y tontos. Porque a estas alturas ya ha quedado escandalosamente evidenciado: votar por la derecha hoy en México requeriría mucho más que amlofobia.

    • @gcastroibarra
  • Miedo a la verdad

    Miedo a la verdad

    Aunque evidentemente el padecimiento existe y se encuentra muy propagado por el mundo y particularmente en nuestro país, no existe un término médico específico para denominar la fobia a la verdad. Pero echando mano del griego no resulta difícil construirlo: 

    Por ejemplo, epistemofobia. Como muchos recordarán, episteme significa conocimiento, y phobos, claro, miedo. La epistemofobia sería pues el miedo irracional al conocimiento o a la adquisición de nuevo conocimiento, especialmente si se cree que este conocimiento puede ser perturbador o angustioso.

    Hablaríamos de parresiafobia para denotar al miedo a decir la verdad o a ser franco, por temor a las consecuencias negativas que esto pueda tener. Mientras que a una mitómana le encanta decir mentiras, a un parresiafóbico le da pánico hablar con franqueza. Y me temo que ambas dolencias bien pueden presentarse en un mismo individuo.

    Finalmente, el vocablo que considero más adecuado para los casos que quiero traer a colación: aléthofobia. Este término proviene del griego aletheia (verdad) y phobos (miedo). 

    Va ahora una hipótesis: la curiosa situación sociopolítica por la cual transitamos en México en la actualidad ha provocado que algunas personas, no pocas, pobres, hallan desarrollado aléthofobia. La afección se ha propagado entre los reaccionarios, lo cual no es de extrañar sino bastante lógico. Un reaccionario, por antonomasia, es alguien que reacciona negativamente al cambio sociopolítico. Y cuando ese cambio es palmario, la reacción bien puede ser tratar por todos los medios de no enterarse de que, efectivamente, está ocurriendo. Peor cuando la realidad viene a demostrar que uno estuvo equivocado durante mucho tiempo y quiere seguir así, equivocado. Ejemplos sobran.

    En la comida del fin de semana, te despides de tu tío panista, y él, muy amable te recomienda:

    — Ándate muy a las vivas.

    — ¿Por qué, tío?

    — ¡Cómo que por qué! —te responde dramáticamente—. ¿Pues en qué país vives? —y enseguida espeta la frasecita que con tanto ahínco la derecha se ha esforzado por insertar en la mente de todos:— ¡Estamos peor que nunca en materia de seguridad pública! No te vayan a robar el coche o asaltar en la calle…

    — Bueno, de diciembre de 2018 a marzo de este año se ha reducido el robo de vehículos 49.3%, y el robo más de 30%

    — Pues sí, porque ahora te matan.

    — Los homicidios también bajaron, tío, 22%, casi una cuarta parte —contestas, y, alethofóbico, él ataja:

    — ¡Pero Morena es un nacopartido!

    Dada esta estrambótica respuesta, te quedas con el siguiente dato que pensabas compartir con tu pariente. Ibas a decirle que según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública nos encontramos en los niveles más bajos de percepción de la inseguridad desde que el INEGI la mide. Pero ya no viene a cuento: ahora habría que convencerlo de que eso de narcopartido no es más que una invención, un cuento tramado por la oposición, pero hacerlo sería tan complicado como convencerlo de que en Saturno no hay frambuesos: sencillo e imposible, al mismo tiempo.

    El ejemplo ilustra situaciones en las que todos nos hemos visto envueltos.

    — Oye, el desempleo está más bajo que nunca en la historia. La tasa de desempleo es la más baja desde que se mide: 2.3%

    — Sí, pero por qué los de Morena promocionan a la Santa Muerte. A ver, justifica eso…

    Aléthofobia, ni cómo discutir.

    — Más de 5 millones de mexicanas y mexicanos salieron de la pobreza.

    — Pero López polariza desde su púlpito.

    Aléthofobia, ni cómo discutir.

    — La Inversión Extranjera Directa está en récords históricos.

    — ¡Pero el AIFA está muy lejos!

    Aléthofobia. Inútil tratar de hacerlo entrar en razón

    — En cuatro años, 2.6 millones de niños y niñas y adolescentes salieron de la pobreza.

    — Sí, pero cerraron las guarderías subrogadas.

    Aléthofobia. No insistas, es como hablar con un muro.

    — En lo que va del sexenio de AMLO el salario mínimo ha aumentado 113%, el mayor incremento entre países de la OCDE.  Y no sólo, su poder adquisitivo se duplicó entre 2018 y 2024.

    — ¿Sí? Pero López no habla inglés.

    Aléthofobia. Oídos sordos.

    — Piénsalo: en 2018 no existía el Banco del Bienestar; y hoy es el banco con más sucursales en todo el país.

    —  Ajá, pero es para regalar dinero entre sus fanáticos.

    Aléthofobia. 

    — Los secuestros se han reducido 80%

    — Sí, ¡pero saludó a la mamá del Chapo!

    Aléthofobia. 

    — En marzo, México rompió récords en generación de empleos formales con 22.2 millones de plazas de trabajo.

    — Bueno, pero López no habla de corrido.

    Aléthofobia.

    — La economía nacional creció al 3.2% durante el 2023, y se ubicó entre las más altas del mundo.

    — Sí, pero López vive en un palacio.

    Aléthofobia.

    — En marzo de 2024, el salario promedio de los trabajadores registrados en el IMSS supera los 17 mil pesos mensuales.

    — Pero López quiere que todos seamos pobres porque es comunista. 

    Aléthofobia.

    — En el primer trimestre de 2024, se crearon 500 mil empleos y se redujo la tasa de informalidad.

    — Sí, pero López traía el otro día los zapatos mal boleados.

    Aléthofobia.

    — Al cuarto trimestre de 2023, la economía de todas las regiones de México creció. Y más la de la región sur: 4%

    — Pero…, pero… y la camiseta de la Santa Muerte. 

    Aléthofobia… No tiene caso siquiera tratar de explicarle que fue un meme…, capaz que te contesta citando a la filósofa Taylor Swift.

    Ni modo. Y no minimicemos. Bien escribió Shakespeare: De lo que tengo miedo es de tu miedo. Porque sí, me confieso: soy fobifóbico.

    • @gcastroibarra
  • El vaticinio círico

    El vaticinio círico

    Trastornos

    No se trata de echar a nadie de cabeza, así que no entraré en detalles. El caso es que, a principios de semana, digamos el lunes o tal vez el martes, por determinadas obligaciones académicas, sucedió que Y. Homero se encontraba en un aula en la que unos veinte adultos atendían con interés y trataban de entender los pormenores relacionados con los trastornos de la personalidad —un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto—. En particular, en aquel momento tenían la atención puesta en el grupo B, el cual, como quizá el lector sepa, incluye cuatro de los diez trastornos: de personalidad límite, histriónica, antisocial y narcisista. Todas las personas de este cluster se caracterizan por ser exageradamente dramáticas, emocionales o erráticas. Cuando de manera específica el grupo revisaba el trastorno de personalidad narcisista…

    — Tiene sentimientos de grandeza y prepotencia…

    — ¡Como el Peje!

                — Sí, pero ya se va…, y a ver ahora quién le hace caso -secundó otro amlofóbico.

                — Pues nadamás los animalitos que tenga en su rancho…

                — Y eso quién sabe: yo creo que se va a tener que ir exiliado a Cuba.

                Y. Homero no intervino: imposible lidiar con tamaña ceguera. Eso sí, como otras ocasiones, quedó un rato maravillado ante la endemoniada capacidad que tenemos los seres humanos de no ver nada más allá de nuestras burbujitas. ¿En qué país viven? ¿De plano no saben o no creen que la enorme mayoría de la ciudadanía no sólo respalda, sino que aprecia al presidente de la República? Por lo demás, ¿exiliado en Cuba? ¡Qué ocurrencia!

    Comanda

    Si Y. Homero se enteró de la diatriba que vomitó el jueves a través de las ondas radiofónicas el señor Ciro Gómez Leyva, sabría que no, que lo del exilio del presidente a Cuba no fue una ocurrencia de su compañero: únicamente estaba acompasándose con el nuevo nado sincronizado de la oposición prianista y sus jilguerillos mediáticos. Traen nueva comanda: ¡aseguren que AMLO se va exiliado a Cuba! Yo sí que me enteré del feo vituperio círico. A través de X, Radio Fórmula posteó un extracto del baldón de su empleado, que transcribo literal enseguida:

    — Una vez que se vaya de la Presidencia de la República no va a tener a donde ir, más allá de su rancho -comenzó el señor Ciro en papel de pitoniso.

    Pues no -susurró solicito su fiel patiño.

    No va a poder recorrer el país Andrés Manuel López Obrador… Quizá me equivoque. Pero yo no lo veo en un restaurante, en un cine, en un estadio de bésibol…

    ¡Menos en uno de béisbol! -intervino otra vez su patiño, muy creativo él.

    Ahí está también lo que cosechó -dijo, y nótese el truco: dice que ya, ahora, está aquí lo que él pronostica que ocurrirá en el futuro-. ¿Por qué? Porque aunque en las encuestas tenga un 55% de popularidad, que es muy bueno, ¡es un 45% que lo reprueba y que lo repudia! Esas personas van a estar en la calle. Y un tipo que ha hecho tanto por…, por…

    ¡Por el culto a su personalidad! -salió al quite el compinche.

    Exactamente. Entonces ¿cuál es el futuro del presidente López Obrador? Si bien le va, si le va muy bien, vivir razonablemente tranquilo en su finca en Chiapas. Y si no le va muy bien, ¡la Habana, Cuba! Su exilio en la Habana, Cuba, es el futuro del presidente de López Obrador.

    • ¡Pues sí!

    Pues no, señores. No, aunque eso ustedes sueñen. El vaticinio círico parte de un par de mentiras y una rotunda estupidez.

    Primera mentira: la popularidad de AMLO es mayor, no del 55%; más bien entre siete y ocho de cada diez lo apoyamos. Segunda mentira: no todos los que no aprueban la gestión del presidente lo detestan, no todos los que no lo apoyan son gente incivilizada y rabiosa. Ahora la estupidez: ¿no se dan cuenta de que, así como “van a estar en la calle” los pejefóbicos, sea cual sea el número exacto de esa minoría, también lo estaremos la gente que respetamos y apreciamos a Andrés Manuel? O dicho más clarito para que no quede duda: si alguien, algunos, tuvieran el atrevimiento de agredirlo, habría un montón dispuestos a defenderlo. Así que, como siempre, la nueva argucia de la oposición y su prensa sicaria —en realidad una incitación al acoso, como bien señaló Pedro Miguel— demuestra un profundo desprecio a la gente. Por lo demás, el próximo 2 de junio quedará electoralmente claro el tamañito de la minoría.

                Lo expuesto hasta aquí rebasa con mucho los 240 caracteres con que X permite contestar, así que en su momento y a botepronto yo opté por responder lo siguiente a Gómez Leyva:

    Pues, @CiroGomezL , hay tantísimas personas a quienes nos gustaría que @lopezobrador_ nos aceptara una invitación a comer a nuestra casa que sí, no lo veo en un restaurante. Todo lo demás que usted afirma es sólo rabia espetada a lo tonto.

                Y, tal y como lo hice en X, reitero con mucho respeto, admiración y aprecio la invitación:

    Señor presidente @lopezobrador_ , lo invito a comer o cenar o desayunar o tomarnos un café el día que usted quiera. Sería un honor y un placer conversar con usted. Un abrazo.

    • @gcastroibarra
  • La cancha dispareja

    La cancha dispareja

    Acorralada, desesperada, despelotada y turra, empecatada, liosa, trapisondista, embaucadora, insidiosa, malsana y emponzoñadora, desmoralizada y escabrosa, truculenta y caradura, truhan y balandrona, tramposita y perversa, la derecha facha, el conservadurismo mexicano contemporáneo aglutinado en torno al PRIAN, ese combo de lo que queda del brazo partidista del neoliberalismo globalista aldeano, los markitos y los alitos con sus chuchos, ellos y sus voceros mediáticos, sus dizque analistas y politólogas, la mayoría mostrando ya sin recato cuadros de ecolalia, sus medios sicarios, su prensa basura, sus huestes de bots, sus fúricas falanges tuiteras, en bola se dejaron caer en el ágora mexica cual bola de nieve para propagar una nueva “narrativa”…, como a su intelectualidad le encanta maldecirle a las mentiras. Desde hace unos días traen la consigna de propagar el cuento de la cancha dispareja.

    Por ejemplo, el incansable e impertérrito comentarista de Televisa, Leo Zuckerman, publicó en Excélsior su contribución a este nuevo mantra colectivo de la derecha, misma que luego promocionó en X… Leo al tal Leo:

    No sé cómo puede haber gente que todavía niegue que la cancha está dispareja en la competencia presidencial. O son ilusos o farsantes. Claro que el terreno de juego está inclinado a favor de Claudia Sheinbaum.

    El pobre no se da cuenta de que insulta desde una tontería. Su metáfora (¿y por qué será que los señores comentócratas al servicio de la oposición nomás no pueden salir de sus metáforas futboleras?)… Su metáfora, decía, es equívoca: una cancha dispareja afectaría a todos los competidores.

    Más allá de la bobería de la cancha, y con toda la buena intención de que el aludido señor panelista de derechas entendiera, le contesté con otra metáfora deportiva:

    A ver, si se programa una pelea de box, digamos para el próximo domingo 2 de junio, entre el mejor peso completo profesional del mundo y el peor peso pluma amateur del mundo, ¿diríamos que el problema de inequidad del combate está en el ring?

    La contienda electoral por la Presidencia de la República se está dando en condiciones, efectivamente, “disparejas”, pero no por la “cancha”. El principal ingrediente de inequidad se debe a los actores en contienda: si hacemos a un lado al candidato de MC que no tiene ninguna posibilidad y que se dará por bien servido si logra más del 5% de los votos, entonces tenemos, por un lado, el de la izquierda, a una mujer brillante, científica-estadista con experiencia, una política con una ideología coherente y perfectamente definida, el humanismo mexicano, y por el otro lado, el de la derecha, a una señora cuya mejor definición es la indefinición. No digo más, no es necesario hacer leña del árbol caído, ni está bien ni se puede empujar a quien ya se cayó y sigue en el suelo.

    En cambio, sí digo que la disparidad en el proceso electoral que hoy vivimos no sólo se aprecia a leguas entre las candidatas. Los medios tradicionales están en su enorme mayoría volcados en contra del actual gobierno federal y de la candidata de Morena. El radio, la televisión y los periódicos son miembros prácticamente todos de la prensa sicaria. Sus afanes día a día no se dirigen a informar, sino a confundir, a meter miedo, a atizar la insidia, a desalentar…

    También, claro, no podemos negarlo, la contienda está dispareja si, regresando a la metáfora futbolera, le echamos un ojo a las gradas: la enorme mayoría de los aficionados le van al equipo guinda, por lo menos seis de cada diez, mientras que al equipo que quiere salir a jugar de rosa y en realidad es blanquiazul-tricolor-amarillento apenas cuenta con el apoyo de unos tres de cada diez entre el público.

    Y, finalmente, otro factor de injusticia, el más peligroso de todos, está en el árbitro. El hombre de negro, como le dicen en el fút. El hombre de rosa en este caso. Para probar lo que afirmo no es necesario hablar mucho: recordemos que las señoras y los señores del INE, tan autónomos ellas y ellos, no han movido ni un meñique para investigar la guerra sucia que desde hace semanas ha emprendido el fachismo, particularmente su andanada de HT en X, Narcopresidente, Narcocandidata, Narcogobierno y las que se les sigan ocurriendo. Eso no lo investigan, y en cambio, el jueves 18 de abril nos vinimos a enterar que el INE acaba de hacer el ridículo más grande de toda su historia: el requerimiento de información formal que, como “autoridad”, enviaron a la empresa española que administra Canal Red Latinoamérica en torno a la estupenda entrevista que hace semanas le hicieron al presidente López Obrador no sólo no tiene ningún sustento jurídico, sino que descara su imparcialidad de la manera más burda que se me hubiera podido imaginar. La respuesta de la periodista Inna Afinogenova y de Pablo Iglesias fue demoledora, véanla por favor: pudieron ser crueles, pero amortiguaron un poco el carajazo por el buen sentido del humor que los caracteriza.

    Y mientras tanto, la oposición sigue regalándonos solaz con su debacle. Porque más allá de las comandas que al parecer todos sus esbirros tienen que atender, los conservas siguen en su acelerada descomposición desordenada.

    Por ejemplo, quien dicen que coordina la descuachalangada campaña electoral de la señora Bertha, Santiago Creel, ya se auto-coronó como el rey del humorismo gris. El ex secretario de gobernación del desgobernado Vicente Fox declaró que su candidata, la prianista que se dice troskista, feminista, indígena y candidata ciudadana, avanza viento en popa en las preferencias de los próximos sufragantes. Casi casi sin que se notara que estaba a punto de ganarle la risa a propósito de su propia puntada, dijo que el balance de la campaña de Xóchitl Gálvez era positivo. ¡No, bueno, resultó imposible no reírse cuando uno lo leyó!

    Y es que, como Creel, un montón de fachos se pusieron un pasón de antología por consumo de un alucinógeno estadístico conocido en el bajo mundo como Massive Caller, un pasón psicotrópico que los tiene viendo que la señora Bertha ya mero alcanza a Claudia.

    También en absoluta descoordinación, a media semana, El Universal público en primera plana, junto su cabezal, con todo y foto de la aludida mostrando esa sonrisa que día a día luce más y más fuera de tiempo, lugar y circunstancias, el siguiente titular: “Si el 62% sale a votar, adiós AMLO y su candidata”. ¿Qué? ¡Pero qué! Porque primero uno se ríe, luego entiende que es incomprensible tanta estulticia. ¿De plano no han entendido que vote el 63% o el 100 o el 20%… de todas formas, adiós, AMLO? ¿Nadie les ha hecho saber que el sexenio se acaba y que justo por eso hay elecciones? Y ya más fino: ¿realmente no comprenderán que entre más ciudadanos salgan a votar más votos tendrá la doctora Claudia Sheinbaum? La duda la planteó mejor mi amiga María Elena Sequeyro, quien escribió:

    Tiene días que vengo escuchando esto. Ayer vi varios tuits de “famosos” pidiendo el voto, pero no entiendo su lógica, pero, bueno, eso no es su fuerte.

    A mí me dejo pensando María Elena, y tengo una hipótesis como respuesta. Con esto cierro.

    Tal vez, sólo tal vez, quede alguien cuerdo en la oposición. Tal vez ese alguien ya se dio cuenta y aceptó que la tienen totalmente perdida, y que la mayor parte de la ciudadanía también ya lo sabe, incluidos los pocos que piensan votar por ellos, que seguramente cada día están más tristes y valoran menos la importancia de su voto: para qué salir el domingo si de todos modos ya perdimos. Así, el llamado del PRIAN a salir a votar es el grito desesperado de quienes ven, con toda lógica y motivos razonables, la probabilidad de incluso perder el registro.

    De este lado, estamos obligados apoyarlos en esto con todo: este 2 de junio salgamos todos a votar…, nosotros, sin misericordia.

    • @gcastroibarra
  • Carta abierta al Consejo General del INE

    Carta abierta al Consejo General del INE

    El propósito de este escrito es presentar formalmente a ustedes una solicitud ciudadana. Afirmo que es una solicitud ciudadana porque la presento personalmente y lo hago en mi carácter de ciudadano mexicano, condición que comparto con más de 90 millones de connacionales más. Consideren por favor que no estoy afiliado a ningún partido político, ni hoy ni nunca lo he estado. Tampoco, jamás me he presentado a competir en contienda electoral alguna representando a un instituto político. Por supuesto, lo anterior no significa que no tenga una postura política definida, incluso una preferencia partidista. Si les parece relevante saberlo, me considero de izquierda y apoyo abierta y decididamente al movimiento de regeneración nacional que se agrupa en torno al obradorismo. Comparto el ideario del humanismo mexicano en el que se sustenta la 4T, pues. Con todo, no me impulsa en este caso el afán de promover un triunfo partidista, sino de afianzar, primero, y enseguida fortalecer nuestro sistema democrático. Adelanto a ustedes que, aunque de entrada pueda parecer sumamente estrambótica, mi petición es muy simple y atenderla será muy sencillo y no resultará en lo absoluto gravoso. Bien, primero externo la petición y después la justifico. Y, repito, sé bien que puede parecer muy extravagante, así que después de leerla, si les parece absurda, no la desechen sin antes haber conocido su justificación.

    Solicitud ciudadana

    Pido a ustedes que el Instituto Nacional Electoral convoque a una conferencia de prensa en la cual la consejera presidenta se limite a informar quiénes son las personas que están compitiendo por la Presidencia de la República en el proceso actual electoral, y a qué partidos políticos representan. Algo muy sencillo:

    Señoras y señoras, el INE informa a ustedes que a este proceso electoral se presentan tres aspirantes a la Presidencia de la República: la señora Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, quien representa a los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD); la señora Claudia Sheinbaum Pardo, por los partidos Morena, del Trabajo y Verde Ecologista, y finalmente el señor Jorge Álvarez Maynes, por el partido Movimiento Ciudadano.

    El mensaje deberá, además, explicitar que en estas elecciones no participa ningún candidato o candidata independiente, coloquialmente conocidos como candidatos ciudadanos.

    Justificación

    La aspirante presidencial Bertha Xóchitl Gálvez lleva días declarando que ella no representa a ningún partido político, puesto que ella se presenta a las elecciones como candidata ciudadana. Lo anterior es una mentira palmaria que puede confundir al electorado. La señora candidata del PRI-PAN-PRD quiere vender gato por liebre. Hace apenas unos días, durante un encuentro en la Universidad Iberoamericana, un joven estudiante la cuestionó por relacionarse con partidos que representan a la corrupción. En repetidas ocasiones, a la aspirante se le increpó por tener entre su equipo de campaña a personajes priístas como Rubén Moreira, Alejandro ‘Alito’ Moreno, y panistas como Marko Cortés y Santiago Creel, pues todos han estado involucrados en algún tema de corrupción. Ante esto, Xóchitl Gálvez le dijo a todos los jóvenes que ella es una candidata ciudadana y que desde siempre se ha desmarcado de los partidos políticos. Textualmente respondió: “Yo soy una candidata ciudadana, no represento a ningún partido y esto no es algo nuevo, siempre lo he planteado así”.

    Desconozco si la multicitada ingeniera Galvéz Ruíz esté o no registrada al PAN. Sé en cambio, es público y notorio, que lleva más de veinte años trabajando para dicha organización política: fue parte del gabinete ampliado del panista Vicente Fox, fue candidata a la gubernatura de Hidalgo representando al PAN, fue delegada en la Miguel Hidalgo luego de ganar el proceso electoral abanderando al PAN, y luego fue senadora de la República, cargo al que llegó como la candidata del PAN y en el que se quedó formando parte de la bancada del PAN. Y, todo lo anterior es irrelevante: es irrelevante si tenga o no credencial de panista, es irrelevante que ha sido integrante protagónica de las huestes panistas al menos durante lo que va del siglo XXI, lo relevante es que hoy es oficialmente la candidata del PAN, del PRI y del PRD.

    Termino planteando una duda, ojalá puedan asesorarme. Si la señora Bertha insiste en que no representa ni al PRI ni al PAN ni al PRD, ¿deberían los electores que quieran sufragar por ella anotar su nombre en la boleta, en el recuadro que dice “Si desea votar por algún/a candidato/a no registrado/a, escriba en este recuadro su nombre completo?”

    Agradezco de antemano su atención.

    • @gcastroibarra
  • Con ce de confianza…

    Con ce de confianza…

    … el caos y el temor paralizante son las únicas alternativas a la confianza.

    Niklas Luhmann, Confianza.

    Una sociedad es un enmarañado entramado de lazos de confianza. La confianza no sólo es un ingrediente sine qua non de la cohesión social, también resulta indispensable para cualquier persona. Si usted, de pronto, optara por desconfiar sistemáticamente de todo y de todos, quedaría atrapado en un pavoroso estado parecido a la catatonia.

    La confianza es la fe en las expectativas que uno tiene, y desde ese uno individual la confianza es un componente necesario de la vida social. Ser confiado y que uno sea confiable para los demás: si la mayoría no nos actuamos así, no hay posibilidad de contrato social. Por eso, la confianza en las instituciones es decisiva.

    Hace unos días se publicaron los resultados de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG), que levantó el INEGI del 30 de octubre al 15 de diciembre de 2023. Su objetivo es recabar datos sobre las experiencias y la percepción de la población con trámites y servicios proporcionados por los diferentes niveles de gobierno, incluyendo seguridad pública y justicia. Además, explora el nivel de confianza de la ciudadanía en las principales instituciones.

    En quienes más confianza tenemos los mexicanos es en nuestros parientes. A nivel nacional, nueve de cada diez personas identifica a sus familiares como los actores que mayor confianza inspiran —el porcentaje, 87.4%, se refiere a quienes contestaron “mucho” o “algo de confianza”—. En la antípoda, de las 25 instituciones o actores sociales respecto a los cuales la ENCIG evalúo el nivel de confianza que les tiene la ciudadanía, no hay sorpresas: los peores calificados son los partidos políticos: ¡menos de tres de cada diez confían en ellos!

    Muy atrás de la familia, casi diez puntos porcentuales abajo, las universidades públicas aparecen en segundo lugar, al concitar la confianza de ocho de cada diez ciudadanos (78.7%). Prácticamente empatadas, se encuentran las escuelas públicas de nivel básico (78.5%). Ojo, estamos hablando de las escuelas que son atendidas por los maestros y las maestras a quienes Claudio X. González, cabecillita de la oposición, ha llamado “pinches delincuentes”.

    Ahora, mientras que tres de cada cuatro confían en sus compañeros de trabajo, siete de cada diez lo hacen en sus vecinos. Así pues, en México los lazos sociales con los cercanos son fuertes.

    A quienes insisten en que “AMLO está militarizando a México” les tenemos malas noticias: resulta que la franca mayoría ciudadana confía en la Marina y en el Ejército (71.5%). No sólo, la Guardia Nacional, apenas creada en el actual sexenio, alcanza un nivel de confianza de 65.6%, superando con mucho a las policías, las cuales no logran que ni siquiera cuatro de cada diez confíen en ellas (37.1%). También es importante señalar que el papel protagónico que han tenido las fuerzas armadas mexicanas en el proceso de transformación que hemos vivido durante la presente administración, lejos de debilitar el nivel de confianza que la gente tiene en sus integrantes, ha repercutido favorablemente: en 2017, la misma encuesta reportaba que el nivel de confianza que alcanzaban se hallaba casi diez puntos porcentuales abajo respecto al actual (62.2%).

    Preocupa que los Institutos electorales consigan un buen nivel de confianza en apenas la mitad de la ciudadanía, aunque ojo, con respecto a 2021, cuando Lorenzo Córdova se mantenía al frente del INE, se aprecie cierta mejoría: de 53.1% a 54.7%.

    Otro dato significativo: hoy por hoy, de la población adulta de México, uno de cada dos no confía en los medios de comunicación. Esta proporción da luz respecto a la importancia que han adquirido durante los últimos años las redes sociales y demás medios de difusión en línea, como los canales de video independientes y alternativos.

    Tampoco reconforta saber que ni los gobiernos municipales ni los estatales tienen la confianza de la mayoría de la población que representan: sólo 49.9% y 48.2%, respectivamente, declaran confiar en ellos. En cuanto a la confianza que tiene entre la gente el gobierno federal, la ENCIG 2023 arroja buenas noticias: mientras que en 2017 el INEGI reportaba que únicamente 25.5% de la población mayor de 18 años confiaba en el gobierno federal, para 2021 la proporción había subido a 54.1%, y en 2023 a casi 60% (59.1%), el nivel más alto desde que se realiza la medición.

    Finalmente, destaco que vivimos en un país en el que ni siquiera cuatro de cada diez personas (39.4%) confían en los jueces y magistrados, es decir, en los servidores públicos que encarnan al Poder Judicial. Desconfiamos en quienes están encargados y cobran, muy bien, por cierto, por hacer justicia. La situación no es nueva —jueces y magistrados, juezas y magistradas, siempre han salido reprobados en la ENCIG— y sí en cambio es sistemáticamente perjudicial para el país. Sería demasiado ingenuo pedir a estos funcionarios que renunciaran en vista de esta apabullante realidad, pero, afortunadamente ahora sí tenemos la sartén por el mango: la fecha es el próximo domingo 2 de junio, y el plan está cantado, es el Plan C, con ce de “confianza”.

    • @gcastroibarra
  • Vueltos locos: de Castañeda a La Castañeda

    Vueltos locos: de Castañeda a La Castañeda

    La manera en que una sociedad trata a sus locos
    es una medida de su civilización.

    Karl Marx, El Capital.

    Dicho en corto y empleando palabras llanas para entendernos rápido, la oposición está vuelta loca. Esto es fenomenológicamente indiscutible; es decir, es algo que todos podemos percibir, una situación que resulta palmaria, innegable.  Las declaraciones y el proceder de la mayoría de sus voceros y cabecillas resultan ya evidentemente demenciales.

    Pedro Miguel posteó en X el martes: “La oposición está pasando de las recetas de Castañeda a las de Castaneda. Fuuuuuuuuu…” Me pareció, además de un tuitazo, un diagnóstico certero, sobre todo porque debo confesar que de golpe entendí mal: seguramente al Castaneda al que Pedro se refiere es Carlos, el autor de Las enseñanzas de don Juan, pero al leer el tuit a vuelo de pájaro decodifiqué así: “La oposición está pasando de las recetas de Castañeda a las de La Castañeda”, esto es, de las recetas de la guerra sucia pero sucia del excanciller Jorge G. Castañeda a las recetas del Manicomio General La Castañeda, el hospital para enfermos mentales más famoso de la Ciudad de México. Cuenta Juan Ramón de la Fuente que “En 1910, unos meses antes de que estallara la Revolución mexicana, el presidente Porfirio Díaz inauguró en los terrenos de la hacienda La Castañeda, en el sur de la Ciudad de México, el manicomio general”*, el cual, curiosamente, cerraría sus puertas en 1968, el año que marcó el fin del Milagro Mexicano. Por cierto, la primera edición de Las enseñanzas de don Juan es también de 1968.

    Pero, bueno, una vez que caí en la cuenta de que la referencia que hacía Pedro Miguel era a Carlos Castaneda y a sus libros sobre sus aprendizajes con el chamán yaqui Juan Matus, pensando en la oposición el título que de inmediato retrotraje no fue el primero de la saga, sino el segundo: Una realidad aparte (1971). Porque, aceptémoslo, uno incluso está tentado ya a catalogar ciertos comportamientos como expresiones de trastornos psicóticos. Vale recordar que la psicosis es una condición en la que la persona pierde el contacto con la realidad, y sus síntomas pueden incluir tanto alucinaciones (percibir cosas que no están presentes) como ideas delirantes (certezas falsas que no se basan en los hechos fácticos) y discurso desorganizado. ¿Exagero? A ver, acabo de ver un video en el que el señor Pedro Ferriz de Con, septuagenario ex conductor de noticieros de televisión y radio, político y franco opositor al presidente López Obrador y la 4T, lanza la siguiente arenga:

    — ¿Tú sabes cómo se mide y se describe a la oscuridad en la Física Cuántica? Como la ausencia de luz…

    Paréntesis: ¡Qué cosas! Jamás hubiera creído que la RAE estuviera tan adelantada: ¡en su diccionario define igual oscuridad!: “Falta de luz para percibir las cosas”. En fin, Ferriz sabrá más que yo, él estudió ingeniería civil en la Ibero y Matemáticas Aplicadas en el Fleming College de Suiza. Sigue el también malogrado candidato a la Presidencia:

    — Te quiero hacer un llamado a ti que eres mexicano y amas a México: busca la luz. Yo te pido que de aquí al 2 de junio de este año tengas una veladora encendida en tu hogar, porque el loquito de Palacio sigue haciendo brujería, invocando, por supuesto, a las bajas vibraciones de la oscuridad y de la brujería, Él sigue invocando para seguir teniendo poder; es todo lo que quiere, poder. Y todo lo que nosotros queremos es democracia y libertad, y todo aquello que nos permita tener iniciativa y poder ir en busca de nuestros sueños. Es lo que queremos para México… Pasa la voz: prende una veladora en tu hogar, y tenla prendida hasta que llegue el día de las elecciones, para que con esto nos opongamos con la luz y la fe al brujo de Palacio, que sí, llegó a tener el poder invocando las fuerzas del Mal.

    Pedro Ferriz tiene 4.4 millones de seguidores en X. No tengo idea cuántos de esos sean bots, tampoco cuántos los sigan por morbo, pero de que son un montón son un montón. Supongamos que la mitad lo sigan porque comparten sus creencias… Si es el caso, la industria de las veladoras en México lo notará pronto. Eso sí, soy incapaz de determinar si las veladoras encendidas tendrán o no algún impacto en los resultados de las próximas elecciones, sobre todo porque Ferriz si bien conmina a sus seguidores a que “busquen la luz”, en ningún momento de su alocución los insta a salir a votar.

    ¿Es pertinente preguntarse si especímenes como Ferriz de Con están locos o se hacen los locos? Desde el punto de vista sociológico y también sociopolítico no importa mucho, en cualquier caso, el resultado es el mismo, puesto que su locura, actuada o verdadera, se manifiesta en conductas. Por lo demás, si realmente el señor ya perdió contacto con la realidad —como me temo ocurre con buena parte de la oposición—, quizá sea anosognósico, es decir, puede andar por la vida padeciendo episodios psicóticos sin tener la menor conciencia de su trastorno. Préndanle una veladora.

    @gcastroibarra

    • * “La enseñanza de la Psiquiatría en México”. Salud Mental 37:523-530, 2014.
  • Polarizados y contentos

    Polarizados y contentos

    México está polarizado: los conservadores llevan años denunciándolo a gritos. Lo dicen en el sentido de que el país está dividido, fracturado. Señalan además que hay un culpable: les encanta clamar que el presidente, “desde el púlpito de la mañanera, polariza al país”. Así que además de afirmar que México está polarizado, sostienen que se encuentra así a partir de 2018, esto es, que antes de las elecciones federales de julio de aquel año no existía confrontación y todo era miel sobre hojuelas. Evidentemente hay un desacuerdo político fácilmente enunciable: buena parte de la ciudadanía se ubica ahora en posturas extremas, ya sea en la de la antipatía y desprecio hacia el presidente López Obrador y el movimiento sociopolítico que encabeza, o bien en su antípoda, en la posición de aprecio y simpatía por AMLO y la 4T. Y ciertamente, parece que poca gente se queda en la indiferencia plena, y además, quienes lo hacen, marabuntas o calderilla, claro, no lo expresan: quienes no quieren participar ni involucrarse acaban por lograr su cometido: no cuentan. Así que, hasta aquí pareciera que los conservadores tienen razón cuando braman que México está polarizado… Pero la idea es engañosa.

    La noción de polarización se refiere a la existencia de dos o más puntos opuestos en una misma entidad; el concepto rememora sus referentes geográficos -el polo Norte y el polo Sur-, magnéticos, eléctricos -uno positivo y uno negativo-, y desde ahí es muy fácil que la idea de polarización política connote una situación de igualdad de pesos, de igualdad de fuerzas. Ese es el truco: se clama que México está polarizado para dejar correr la falsedad de que el país está dividido en dos bloques, en dos mitades que pesan lo mismo, que tienen la misma fuerza. Y eso, por supuesto, es mentira, tanto de origen como actualmente.

    Conviene recordar… El lunes 2 de julio de 2018, un montón de periódicos dieron cuenta de los resultados de la jornada electoral ocurrida el día anterior usando el mismo verbo: “arrasar”. No era para menos: AMLO contabilizaría más de 30 millones de votos, mientras que su más cercano contrincante, el hoy prófugo Ricardo Anaya, apenas logró 12.6 millones, es decir, mucho menos de la mitad. Además, acuérdense, el PRIAN llegó peleado a aquellos comicios, y el candidato del PRI sacó un distante tercer lugar con 9.2 millones de sufragios. Así que… cuál polarización. Otro dato que suele olvidarse: Andrés Manuel López Obrador ganó las elecciones en 31 de 32 entidades federativas. Ahora, en la actualidad, ese escenario no ha cambiado, más bien se ha aclarado y la fuerza de la 4T se ha consolidado. Primero, contra las cuerdas, el PRIAN se ha descarado totalmente y ahora a su candidata le da pena por igual ser abanderada tanto del PAN como del PRI. Segundo, en su sexto año de gobierno, el presidente López Obrador alcanza niveles de aprobación impresionantes: conforme a la encuestadora internacional Morning Consult se mantiene como el segundo presidente más popular del mundo, y aquí, conforme a una encuesta de Covarrubias dada a conocer por El Heraldo en febrero, de cada diez, más de siete lo aprueba, mientras que sólo menos de dos lo desaprueba. Otro estudio, en este caso realizado el 22 de febrero por Enkol, muestra que prácticamente ocho de cada diez aprueban al presidente, y más: en cada una de las 32 entidades federativas la aprobación es mayoritaria. El espectro va desde Guerrero y Sinaloa, en donde 86% lo aprueba, hasta el extremo opuesto, Aguascalientes, en donde la aprobación cae a 62% Pero, subrayemos, 62% sigue siendo una franca mayoría. Así que, de nuevo, ¿cuál polarización?

    Por lo demás hay otra perspectiva desde la cual conviene analizar el asunto: la ontológica. Quizá se escuche muy complejo, pero en realidad se trata de algo tremendamente sencillo. Díganme ustedes si podemos sostener que el Polo Norte es antiPolo Sur o que el polo Sur es antiPolo Norte. ¿O el polo negativo de una pila es antipositivo? El polo negativo de una pila eléctrica se caracteriza en que tiene un exceso de electrones, no en que esté en contra del polo positivo. En cambio, la polarización política que tanto mienta el conservadurismo mexicano no es más que anti AMLO, anti 4T: su definición misma no se da, al menos no explícitamente, por estar a favor de algo, sino por estar en contra de alguien, del Peje.

    Así que ni desde el punto de vista cuantitativo ni desde el punto de vista cualitativo puede decirse que México esté polarizado. ¿Estamos?

    Con todo, en un sentido sí que tienen razón los reaccionarios cuando acusan que México está polarizado. Me refiero a la perspectiva de las narrativas. Hoy día, me temo que como nunca a lo largo de toda nuestra historia, hay muchísima gente que asegura que nunca habíamos estado peor y también otro montonal de personas que afirma que nunca habíamos estado mejor. Y ambas versiones del mismo asunto no sólo conviven, también son las más escandalosas y las que tienen más medios para expresarse.

    No es verdad pues que México esté polarizado. Es verdad en cambio que las versiones que conviven en el ágora de cómo le va a México están polarizadas. Tanto como lo están entre sí los adjetivos superlativos mejor y peor. Ahora, es obvio que ambos relatos tienen el mismo sustento, comparten el punto de partida de cada una de sus versiones: para unos y otros, de 2018 para acá México experimenta un cambio de página: tanto quienes se lamentan como quienes celebramos percibimos a las claras que ocurrió un golpe de timón, que vivimos un parteaguas… Nadie puede negarlo: estamos haciendo historia.

    • @gcastroibarra