Etiqueta: Guerra

  • La guerra del futuro: más allá del campo de batalla, alertan ministros y generales

    La guerra del futuro: más allá del campo de batalla, alertan ministros y generales

    Drones baratos, inteligencia artificial, armas hipersónicas, computadoras cuánticas, ciberataques y satélites armados son apenas el inicio. La guerra del futuro será instantánea, invisible y global. Así lo advirtieron ministros y generales en la Cumbre de Seguridad Asiática Shangri-La 2025, donde quedó claro que los conflictos ya no se declaran: emergen, se infiltran y destruyen sin previo aviso.

    La inteligencia artificial ya redefine la toma de decisiones en combate, mientras enjambres de drones autónomos y armas guiadas por datos permiten ataques precisos a bajo costo. En paralelo, el espacio y los fondos oceánicos —zonas sin regulación internacional— se convierten en frentes de batalla clave. Cables submarinos que sostienen internet y satélites de navegación son vulnerabilidades críticas.

    La computación cuántica, aunque aún experimental, promete cambiar las reglas: romperá sistemas de cifrado, inutilizará redes enemigas y generará una nueva era de espionaje absoluto. Se anticipa una disuasión silenciosa basada en el control de la “información total”. Ganará quien se adapte más rápido, no necesariamente quien tenga más armas.

    Sin normas globales claras, la superioridad tecnológica puede traducirse en caos. El riesgo de guerras entre máquinas, ataques imposibles de atribuir y decisiones automatizadas fuera de control preocupa a expertos. “La línea entre paz y guerra es cada vez más difusa”, concluyen los líderes reunidos en Singapur. La soberanía ya no solo se defiende en tierra: también en los datos, los algoritmos y la nube.

  • Israel habría ocultado ataques iraníes a cinco bases durante la guerra de 12 días

    Israel habría ocultado ataques iraníes a cinco bases durante la guerra de 12 días

    Durante el conflicto que estalló el mes pasado entre Irán e Israel, al menos cinco bases militares israelíes fueron impactadas por misiles iraníes, según un análisis de datos satelitales revelado por The Telegraph y realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Oregón.

    Las instalaciones afectadas incluyen una gran base aérea, un centro de inteligencia y una base logística en distintas regiones del país. En total, Irán habría lanzado más de 40 misiles que lograron evadir las defensas antiaéreas.

    Las autoridades israelíes no han reconocido públicamente estos daños, amparadas en la censura militar. El conflicto duró 12 días y culminó con un alto al fuego el 24 de junio, tras intensos ataques cruzados que involucraron también a Estados Unidos.

  • Israel descarta retirarse de Gaza pese a posible alto al fuego anunciado por Trump

    Israel descarta retirarse de Gaza pese a posible alto al fuego anunciado por Trump

    El portavoz del Gobierno israelí, David Mencer, afirmó que una retirada de Gaza que permita a Hamás reorganizarse “no es una opción”, pese al anuncio del presidente estadounidense Donald Trump sobre un alto al fuego de 60 días.

    Mencer aseguró que no permitirán que una organización terrorista se asiente a pocos metros de sus hogares, tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, que marcó un cambio en la política de seguridad israelí.

    Trump anunció el martes que Israel aceptó la tregua, con la esperanza de que Hamás también la acepte, antes de la reunión del primer ministro Benjamín Netanyahu con el presidente estadounidense la próxima semana.

    La propuesta, impulsada por el enviado de la Casa Blanca Steve Witkoff, contempla un cese al fuego de 60 días que Israel respalda, pero Hamás ha rechazado, pues exige la retirada total israelí y el fin de la ofensiva. Hamás pide que el acuerdo incluya el fin de los ataques israelíes, la retirada de tropas y ayuda humanitaria para Gaza.

    Desde el inicio del conflicto, al menos 57 mil gazatíes han muerto y más de 132 mil han resultado heridos, según el Ministerio de Sanidad de Hamás.

  • Mexicano muere en Ucrania; su familia clama por repatriación

    Mexicano muere en Ucrania; su familia clama por repatriación

    Mario Alberto Lover Martínez, exagente de la Policía Federal originario de Ciudad Ixtepec, Oaxaca, murió el pasado 9 de junio en Ucrania tras un ataque con drones explosivos. Luchaba como voluntario en la Legión Internacional de Defensa Territorial en medio de la guerra contra Rusia.

    Tras el cierre de la Policía Federal en 2019, Lover migró a Estados Unidos, se entrenó y se incorporó a las filas ucranianas. Durante ocho meses combatió en el frente. El día de su muerte, se comunicó por videollamada con su madre y hermanas. Desde entonces, no volvieron a saber de él.

    Hoy su familia enfrenta trámites que impiden la repatriación del cuerpo. La Secretaría de Relaciones Exteriores informó que aún no cuenta con los permisos necesarios para su traslado. Mientras tanto, en Oaxaca lo esperan para despedirlo con un funeral tradicional zapoteca.

    “Solo quiero que me lo traigan como esté”, implora su madre, Amalia Lover.

  • Rising Lion: La operación que dejó a Irán sin escudo y al mundo sin certeza

    Rising Lion: La operación que dejó a Irán sin escudo y al mundo sin certeza

    Desde el 13 de junio de 2025, el mundo observa con preocupación una guerra que ha roto todos los esquemas conocidos. Lo que comenzó como un ataque puntual de Israel contra las instalaciones nucleares de Irán se ha convertido en un conflicto de gran escala que está cambiando por completo el equilibrio militar y político en Medio Oriente. La operación, conocida como Rising Lion o “León que se levanta”, es el nombre que el gobierno israelí dio a su ofensiva militar para atacar objetivos clave dentro del territorio iraní. No es un conflicto más: es una nueva forma de hacer la guerra, que se libra sin soldados cruzando fronteras, pero con aviones, drones, misiles y ciberataques que alcanzan blancos críticos en cuestión de minutos.

    La llamada superioridad aérea que ha conseguido Israel significa que sus aviones ahora pueden volar sobre Irán sin ser detenidos. Lo lograron gracias a una estrategia muy bien planeada: primero eliminaron los radares y misiles que protegían el espacio aéreo iraní, y luego bombardearon bases militares, almacenes de misiles, instalaciones nucleares y centros de mando. Incluso infiltraron drones y comandos dentro del país muchos meses antes, lo que les permitió conocer la ubicación exacta de sus blancos y atacar con precisión. Israel movilizó más de 200 aeronaves el primer día y, hasta ahora, no ha perdido ni una sola según los reportes disponibles. Nunca antes se había visto algo así en una guerra sin ocupación territorial.

    Por su parte, Irán respondió lanzando más de 370 misiles y más de 100 drones de ataque hacia ciudades israelíes como Tel Aviv, Haifa y Rehovot. Aunque la mayoría fueron interceptados por los sistemas defensivos, algunos impactaron zonas urbanas y causaron muertes y destrucción. Las víctimas se cuentan por cientos: más de 224 personas han fallecido en Irán y al menos 24 en Israel. Pero el problema va mucho más allá de estas cifras. La guerra ha llegado también a los laboratorios científicos, las universidades y las refinerías de petróleo. La vida cotidiana, el desarrollo educativo y la economía están siendo golpeados con la misma fuerza que las bases militares.

    Uno de los elementos más afectados por esta operación ha sido el sistema de misiles de Irán. Durante años, su principal estrategia de defensa fue la amenaza de lanzar misiles si era atacado. Esa capacidad se consideraba su escudo. Sin embargo, en solo unos días, Israel destruyó al menos un tercio de los lanzadores de misiles iraníes, golpeó sus fábricas y almacenes, y eliminó a altos mandos militares responsables de coordinar la defensa del país. Entre ellos estaban dos figuras clave del IRGC, que en español se conoce como los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica. Esta organización no es solo un ejército paralelo al regular de Irán; también tiene control sobre misiles, fuerzas especiales y aliados armados en países como Irak, Siria, Líbano y Yemen. Su función va mucho más allá de lo militar: es uno de los pilares del poder político en Irán.

    Con la ofensiva aérea, Israel también destruyó bases subterráneas donde Irán escondía misiles de largo alcance, y atacó puntos estratégicos como Fordow y Natanz, instalaciones donde se desarrollaban componentes sensibles de su programa nuclear. A pesar de estos golpes, Irán todavía conserva algunos recursos, pero su capacidad para responder de manera efectiva ha quedado gravemente debilitada. Su producción de misiles no alcanza los niveles necesarios para reponer las pérdidas y sus principales aliados en la región, como Hezbollah, ya han sido golpeados anteriormente, lo que limita la posibilidad de una respuesta en varios frentes.

    Mientras tanto, Estados Unidos se ha involucrado parcialmente, apoyando a Israel con bombardeos específicos, sistemas de defensa avanzados como THAAD y la presencia de tropas en países del Golfo. Sin embargo, esta participación no está guiada por un plan político claro. Irán ha advertido que podría atacar bases estadounidenses en la región si se siente acorralado, lo que pondría en riesgo a más de 40 mil soldados estadounidenses en países como Qatar, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos. La Casa Blanca, bajo la administración Trump, intenta mantener un equilibrio: apoyar a Israel sin caer en una guerra abierta que tendría consecuencias globales.

    Uno de los aspectos más graves del conflicto es que ha comenzado a dañar sectores clave que no tienen relación directa con lo militar. El Instituto Weizmann en Israel, reconocido a nivel mundial por sus investigaciones científicas, fue alcanzado por un misil. Laboratorios enteros colapsaron, experimentos fueron interrumpidos y el trabajo de años podría perderse. En Irán, universidades como la de Teherán o Sharif suspendieron sus actividades por temor a nuevos ataques, y trasladaron sus clases a internet, a pesar de los cortes de electricidad y problemas de conexión. También han sido dañadas refinerías de petróleo, afectando tanto a Irán como a Israel, y aumentando el riesgo de una crisis energética global.

    Esta guerra no solo está dejando escombros físicos, también está provocando un retroceso educativo, científico y económico que tomará años reconstruir. La fuga de cerebros, la suspensión de investigaciones y el cierre de centros universitarios representan un daño profundo que no se repara con acuerdos militares. En lugar de proteger a sus pueblos, los gobiernos están arrasando las bases sobre las que se construye el futuro: el conocimiento, la salud, la energía y la posibilidad de una vida digna.

    Israel, a pesar de sus logros militares, enfrenta ahora un dilema estratégico: ¿qué hacer con el poder que ha ganado? Hasta ahora no ha explicado cuál es el objetivo político de esta guerra. ¿Busca que Irán abandone su programa nuclear? ¿Quiere un cambio de régimen? ¿Está esperando una negociación? Sin respuestas claras, la operación corre el riesgo de quedarse atrapada en una espiral de violencia sin salida. Ya lo han dicho expertos internacionales: destruir misiles o bases militares no garantiza la paz. Sin una estrategia de salida, el conflicto podría extenderse a otros países y durar más de lo que cualquier gobierno puede sostener.

    La comunidad internacional tiene un papel urgente que jugar. Las grandes potencias deben exigir que se detengan los ataques a la infraestructura civil y que se abra un camino hacia la negociación. De lo contrario, esta guerra dejará no solo ruinas visibles, sino también heridas profundas en los pueblos que la padecen.

    El cielo ha sido conquistado, pero el conflicto permanece sin horizonte. La pregunta ya no es qué tan alto pueden volar los cazas israelíes o cuántos misiles más tiene Irán. La verdadera pregunta es: ¿será posible construir algo valioso cuando el humo se disipe, o solo quedará un cráter más en la historia de Medio Oriente?

  • Romper lazos con Israel

    Romper lazos con Israel

    En estos días ha resonado muy fuerte una inquietud que ya es posición política de miles de personas en nuestro país: condenar a Israel por el genocidio que lleva décadas perpetrando contra Palestina. La controversia adquiere mayor relevancia ahora que le han preguntado directamente a Sheinbaum su posicionamiento, del cual hablamos aquí.

    Intifadas

    El pueblo judío sufrió uno de los genocidios más grandes en la historia de la humanidad. Más de seis millones murieron a manos del fascismo nazi en las décadas de los 30 y 40 del siglo pasado.

    Ese verdadero crimen del capitalismo fue condenado solo ya iniciada la segunda guerra mundial, pues antes contó con la complicidad europea y estadounidense. De las únicas naciones que lo denunciaban antes era la Unión Soviética, fiel a su ideología política.

    Terminada la segunda guerra imperialista con la gran victoria del ejército rojo de la URSS, los pronunciamientos de las potencias capitalistas occidentales fueron por no permitir una atrocidad igual nunca, fue solo discurso, saliva falsa.

    El apartheid que se dio en África, las dictaduras latinoamericanas, y el genocidio palestino son solo ejemplos más conocidos de que no solo fracasaron sino de que las impulsaron y realizaron.

    Se crea Israel a finales de los 40 como una especie de territorio para los refugiados y damnificados judíos que sobrevivieron al holocausto. Sin embargo, ese Estado naciente -con el apoyo de los gringos- desde siempre ha estado bajo el control de la rama del judaísmo llamada sionismo que es un movimiento de ultra derecha.

    Los sionistas invadieron países árabes cercanos y con Palestina fue la ocupación total donde les han quitado territorio y los mantienen en situaciones que nada envidian a los guetos nazis.

    Una lucha desigual con la resistencia palestina ha generado muchos crímenes de guerra perpetrados por los sionistas de Israel. La historia se invierte, un pueblo que sufrió bastante ahora es el que oprime, los sionistas controlan todo e ideologizan a su nación. Aunque también existen múltiples protestas judías contrarias a los sionistas.

    Las potencias de occidente (EUA, Inglaterra, Francia, Alemania, etc.) han alentado a los sionistas y los han defendido. Son sus cómplices, les venden armas y les dan dinero para que continúen con su genocidio. Son igual de culpables.

    México en el mundo

    Nuestro país a lo largo de la historia ha tenido una tradición rica en la defensa de los pueblos del mundo. La época más genial fue en el cardenismo donde se peleó junto a la segunda república española contra el fascismo franquista, el asilo de miles de personas de esa guerra y de otros conflictos. Además, de la condena enérgica contra los avances nazis de Hitler y otras múltiples acciones en pro de la humanidad.

    Esa tradición tuvo otros momentos gloriosos como el asilo de las personas refugiadas y perseguidas políticas de los regímenes dictatoriales latinoamericanos. Su punto cumbre fue cuando se votó en contra de la expulsión de Cuba de la OEA y se le defendió a la Revolución Cubana.

    En la época neoliberal la diplomacia mexicana sufrió grandes cambios, pero cuando llegó AMLO se recobró el liderazgo de izquierda en la región. No hay que olvidar el rescate de Evo Morales de la dictadura boliviana, la condena del golpe de Estado a Pedro Castillo del Perú, el conflicto directo con Ecuador y otras situaciones donde se ha notado el humanismo mexicano.

    Con Israel siempre fue cuidadoso AMLO porque buscaba la extradición de Tomás Cerón que nunca llegó ☹ la presidenta Claudia en cambió dio un pequeño viraje al establecer que se reconocía el Estado palestino y se les apoyaba, pero la condena de genocidio nunca llegó, mucho menos romper relaciones.

    Los sionistas controlan muchas empresas en el mundo, de ellas varias operan en nuestro país y tienen un gran poder. Quizás eso motiva que nuestra presidenta no tomé en público una postura, además de la complicada relación con el hombrecito naranja.

    Sin embargo, no vamos a justificarla. Seguiremos denunciando que lo que sucede en Gaza es igual a lo que Hitler y los nazis le hicieron a los judíos y a los comunistas de entonces. Ambos son genocidios, no podemos ser cómplices y callarnos, debemos alzar la voz y pugnar siempre por la caída de los sionistas, un verdadero lastre producto del capitalismo.

     Redes sociales

  • ¡¿DÓNDE ESTÁN LOS HÉROES MÁS PODEROSOS DE LA TIERRA?! Y LA GUERRA DE LOS DOCE DÍAS

    ¡¿DÓNDE ESTÁN LOS HÉROES MÁS PODEROSOS DE LA TIERRA?! Y LA GUERRA DE LOS DOCE DÍAS

    El 21 de junio del 2025 un día que vivirá en la infamia, los Estados Unidos de América deliberadamente atacaron tres sitios nucleares en Irán, “Hemos completado con gran éxito nuestro ataque contra tres instalaciones nucleares en Irán, entre ellas Fordo, Natanz y Isfahán. Todos los aviones se encuentran ahora fuera del espacio aéreo iraní” escribió el presidente estadounidense Donald Trump en su red social Truth Social. Además, este ataque con aviones bombarderos B-2, estuvo coordinado con Israel en el que buscaba “acabar con la capacidad de enriquecimiento de uranio por parte de Irán”, asegurando que aquel país estaba desarrollando su primera arma nuclear. El volátil mandatario estadounidense advirtió que emprendería más ataques si Irán no se deshacía de su programa nuclear. 

    Desde el pasado 13 de junio, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el Mosad o el servicio secreto de inteligencia israelí han desplegado sus fuerzas hacia territorio iraní, bajo el nombre de “Operación León Naciente”, cuyo objetivo era atacar las instalaciones nucleares, militares y zonas residenciales en Irán. No obstante, Teherán asegura que su programa nuclear es hecho con fines pacíficos, pero que reservaba “todas las opciones para la defensa de su soberanía” y en respuesta lanzó ataques sobre Tel Aviv, atravesando la Cúpula de Hierro. A raíz de lo acontecido, hubo un sinfín de reacciones en redes sociales en el que condenaban el ataque estadounidense a territorio iraní, incluso encontré funcionarios y políticos que alabaron la operación militar, conocida como “Operación Martillo de Medianoche” (Midnight Hammer), como la llamaron Pete Hegseth, secretario de Defensa norteamericano, y el general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, ofrecieron una rueda de prensa conjunta en el Pentágono para exponer los detalles del ataque. 

    Por otro lado, tanto demócratas como republicanos exigen una explicación del mandatario, ya que, según la Resolución de Poderes de Guerra de 1973, aprobada por Richard Nixon, antes de desplegar fuerzas armadas estadounidenses en el extranjero, el poder Ejecutivo tendría que consultarlo e informarlo al Congreso en un plazo de 48 horas máximo. Así, por ejemplo, Joaquín Castro, congresista demócrata de Texas, escribió en su cuenta de X “Con demasiada frecuencia los presidentes confunden los actos iniciales de guerra con la conclusión del conflicto en lugar de la apertura de una Caja de Pandora. Este parece ser el caso del presidente Trump hoy”. Además, Alexander Vindman, militar y ex director de Asuntos Europeos del Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, declaró en sus redes sociales “Estamos en otra guerra en Oriente Medio. Reflexiono sobre lo fácil que es empezar una guerra, pero es difícil terminarla. Suele haber optimismo bélico, así que es improbable que termine con bombardeos hoy. Por último, me preocupa que el equipo de seguridad nacional de Trump sea quien dirige esta guerra”.  

    Tras los ataques sin precedentes de Estados Unidos a las instalaciones nucleares iraníes y que Israel desplegara la mayor acción militar en Medio Oriente, el mundo está a la expectativa de la respuesta de Irán y además del ataque con misiles balísticos de corto y medio alcance lanzados desde Irán a la base militar de Al Udeid en Qatar, una de las más importantes de Estados Unidos en Oriente Medio, Irán planteó la medida de cerrar el Estrecho de Ormuz. Se trata de un angosto canal, que, en su punto más estrecho, el cual separa a Omán de Irán por tan sólo 33 kilómetros. Según un artículo de BBC Mundo, alrededor de una quinta parte del mundial del petróleo pasa por aquel paso marítimo, que es un punto muy importante y estratégico en el mundo. Aparte, es una ruta comercial que conecta a los productores de crudo de Medio Oriente con mercados clave en la región Asia Pacífico, Europa y América del Norte. De manera que, Estados Unidos ha pedido a China evitar que Irán concrete esa amenaza. 

    “¿Dónde están los Vengadores cuando más se les necesita?” Fue una pregunta que encontré de la página Marvel Latin News a raíz de los acontecimientos ocurridos la noche del sábado pasado. A veces las historias y los cómics de superhéroes nos preparan mentalmente para resistir megalómanos en el poder. Así, por ejemplo, en la tercera temporada de la serie animada Justicia Joven, Lex Luthor, el mismo enemigo de Superman, llega a ocupar el cargo de Secretario General de las Naciones Unidas (ONU) y aprovecha su posición para utilizar su influencia para restringir las actividades de la Liga de la Justicia y manipular a las naciones en el mundo en su beneficio en favor de una organización de villanos que se llaman así mismo “La Luz”. 

    Ningún Superman, ningún Capitán América, ningún Batman o ninguna Mujer Maravilla vendrán, simplemente porque no existen. El mundo está expuesto a alguien como Donald Trump, que aprovecha su posición como presidente de la todavía nación más fuerte del planeta para utilizar su influencia para actuar en su propio beneficio, sin rendirle cuentas a nadie. Sin embargo, una grave crisis hegemónica se ve reflejada con el tema de las narrativas, en el que colapsaría su influencia y poder global, particularmente en el ámbito financiero y monetario. Esta crisis se ha manifestado en varios factores, como el aumento de la competencia de otras potencias económicas, como China; la erosión de la confianza en el liderazgo estadounidense; y la creciente resistencia a la hegemonía del dólar. Ante la ausencia de superhéroes, lo mejor que podemos hacer es agotar todas las opciones para la defensa de nuestra soberanía como nación. 

  • ¿Y para qué?

    ¿Y para qué?

    “Las guerras mienten. Ninguna guerra tiene la honestidad de confesar ‘yo mato para robar’. Las guerras siempre invocan nobles motivos: matan en nombre de la paz, en nombre de Dios, en nombre de la civilización, en nombre del progreso, en nombre de la democracia. Y si por las dudas, si tanta mentira no alcanzara, ahí están los grandes medios de comunicación dispuestos a inventar enemigos imaginarios para justificar la conversión del mundo en un gran manicomio y un inmenso matadero”.

    Eduardo Galeano

    La guerra es una muerte que arrebata y persigue otra guerra y otra más, y es un estigma de la humanidad, esa “rebelión de esclavos”, decía Fernando Pessoa, el poeta que vivía en guerra consigo mismo: “Sea como sea, mejor sería no haber nacido, porque, de tan interesante que es en todos los momentos, la vida llega a doler, a marear, a cortar, a rozar, a crujir”.

    Venimos de una guerra y entramos en otra. Eso. Ayudemos a la muerte a hacer su tarea, que al fin y al cabo a veces ni trabajo le cuesta. La guerra no viene llegando: no se ha ido. Nunca. Y nos da cátedra del fracaso que somos; por culpa de los pecadores mueren los justos. Es la antiespecie, la anticivilización, la guerra. Todo lo mata, todo lo rompe y lo corrompe, todo lo destruye y solo deja un vacío insuperable y columnas rotas en antiguas ciudades. No se ha ido, siempre está con nosotros, por culpa del dinero, del poder, del fascismo, del supremacismo. 

    “Con nosotros no hay guerra”, pero sí… y es de baja intensidad: guerra del presidente-rey con los migrantes, del racismo y clasismo que a diario enfrentamos, que no podemos arrancarnos del alma, o la de los energúmenos que montan satélites, explotan cohetes y personas y sueltan mentiras en la televisión comercial, en la radio.

    La guerra con un pueblo o con un país, la guerra con una nación del Medio Oriente, la guerra de Estados Unidos y el sionismo israelí, la maldita guerra ahora ha matado la poesía.

    Tumbaron un edificio para liquidar a un científico nuclear y asesinaron a Parnia Abassi, la poeta veinteañera; mataron a su hermanito, a sus jóvenes padres y a un mundo de gente.

    Lapidaron la poesía.

    “Lloré por ambos
    por ti 
    y por mí

    soplas
    a las estrellas mis lágrimas

    en tu mundo 
    la libertad de la luz
    en el mío
    la persecución de las sombras 

    tú y yo llegaremos al fin
    en algún lugar 
    el poema más hermoso del mundo 
    enmudece”.

    Parnia, la poeta más hermosa del mundo, ha enmudecido y no lo soporto…

    La mataron el salvaje y el inmundo, esos gobiernos viles. Y ahora queda el polvo y el dolor y sus fotografías en las redes: Parnia enormes lentes redondos y sonrisa enigmática, Parnia sonriente frente a una lap y delante de los costales de café, Parnia pensativa y oyendo música, Parnia llena de flores, Parnia cabellos, Parnia sangre, Parnia en su cama y sus sábanas rosas, Parnia debajo de las duras rocas, Parnia estrella extinta. Parnia…

    Y apenas empieza la guerra.

    Una corona de flores para la poesía. Bien dice Pepe, el enorme uruguayo: somos animales tan inteligentes y tan estúpidos. No lo decía así, pero eso decía.

    La guerra, la mentirosa, la rabiosa, la raposa, la que no regresa porque nunca se fue, pero que siempre vuelve… ¡Y dale con que vuelve la guerra que no se ha ido!

    Una corona de flores por el genocidio en Gaza, con sus 55 mil muertos, la mayoría civiles, un fuerte aplauso para los gobiernos de Europa, de Canadá y Estados Unidos, y por la muerte de sus pueblos originarios.

    Estados Unidos tiene grabado en sus barras y estrellas el signo de la muerte. ¿Cuántos grupos indígenas quedan en Australia, en Sudáfrica, en Tasmania, en Gringolandia

    Con la bendición de la guerra, Estados Unidos se robó medio México, se robó Hawái, se robó Alaska.

    “El ser humano es más grande que la guerra” –dice Svetlana. Tal vez, pero esa joven poeta de sonrisa enigmática y lentes enormes y redondos, la de la laptop y los costales de café, la que no pudo ya “plañir el murmullo de la vida” y será “una estrella extinta en el cielo como humo”, ha muerto.

    ¿Y para qué? ¿Para qué?