Etiqueta: Emmanuel Soriano Flores

  • Plan Cóndor 2

    Plan Cóndor 2

    El mundo político y diplomático quedó atónito cuando el junior Noboa -presidente de Ecuador- ordenó asaltar la embajada mexicana en Ecuador, algo equivalente a una invasión, pues de acuerdo a la convención de Viena, las embajadas son territorio soberano y una irrupción de fuerzas armadas de otro país se considera un atentado a la soberanía nacional.

    Para ponerlo en contexto, ni siquiera Estados Unidos o Inglaterra se atrevieron a entrar a la embajada ecuatoriana en Londres, donde se encontraba refugiado Julian Assange, el periodista norteamericano que mostró cómo Estados Unidos cometió crímenes de guerra en la invasión a Afganistán. Ni siquiera los dictadores Pinochet o Videla se atrevieron a entrar a embajadas de otros países para perseguir opositores, tal como hace Noboa.

    ¿Pero cómo es posible que en Ecuador haya tanta degradación, ya no solo por el evento puntual en la embajada, sino por los récords negativos y las malas noticias que provienen de ese país en términos de gobernabilidad, salud, crimen, falta de Estado de Derecho y todos los problemas que desafortunadamente golpean al pueblo ecuatoriano?

    Durante el gobierno de Rafael Correa, Ecuador vivió la llamada revolución ciudadana -algo así como el equivalente a la 4T en México- y se convirtió en el país más próspero de la región y uno de los mejores del mundo en términos de crecimiento, desarrollo, combate a la pobreza y desigualdad, y en general, se situaba solo por debajo de Chile a nivel de indicadores de bienestar. ¿Entonces, qué pasó? Traición es la descripción correcta para lo que hizo Lenin Moreno, quien ganó a nombre de Correa pero que, de inmediato, se puso en contra de su programa de gobierno y desempeñó el típico papel liberal y entreguista que representa la derecha en América Latina: ponerse en los brazos de Estados Unidos, defenestrar a todos los políticos de la revolución ciudadana y entregar sectores estratégicos a banqueros y oligarcas dueños de comunicación, para, obviamente, tener legitimidad y ejecutar lo que podríamos llamar el Plan Condor 2 en Ecuador.

    El Plan Cóndor, también conocido como Operación Cóndor, fue una campaña de represión política y terrorismo de Estado respaldada por Estados Unidos que incluía operaciones de inteligencia y el asesinato de opositores. Fue implementado en 1975 por los líderes de los servicios de inteligencia militar de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay, e implementada luego por las cúpulas de los regímenes dictatoriales y gobiernos democráticos de América del Sur.

    Para desplazar a China y a Rusia de América Latina, y para evitar que gobiernos de izquierda digna y próspera como los hubo en la primera década del 2000 (Evo Morales en Bolivia, los Kirchner en Argentina, Michele Bachelet en Chile, Lula da Silva en Brasil, Hugo Chávez en Venezuela, Pepe Mujica en Uruguay y, por supuesto, Correa en Ecuador) Estados Unidos hará lo que tenga que hacer, y si tiene que imponer a tontos útiles como Noboa, Milei; o apoyar a vendepatrias como Xóchitl Gálvez, lo hará.
    Esta crisis diplomática fortalecerá a México a nivel internacional, contrario a lo que quisiera el PRIAN; y debilitará a Noboa en Ecuador, porque la comunidad internacional ha rechazado esta torpeza y respaldado a AMLO y a su gobierno.

    Ojo con las traiciones en la 4T, México no quiere verse en el espejo de Ecuador y para ello debe cuidar muy bien sus cuadros políticos y sus alianzas. A veces, menos es más.

  • Paralelismos en política mexicana y española

    Paralelismos en política mexicana y española

    Se avecina un nuevo ataque de la derecha mexicana para tratar, una vez más, de manchar la reputación e imagen del presidente López Obrador. Dicho ataque parece que vendrá abanderado desde la cúpula política española, que por cierto está muy enojada con el presidente AMLO por dos razones fundamentales:

    • Evitó el saqueo que hacían empresas españolas como Iberdrola, Repsol y OHL en contubernio con políticos mexicanos, empezando con los expresidentes neoliberales.
    • Se filtró una carta donde solicitaba disculpas a la monarquía por el saqueo y abuso a pueblos originarios en México cometidos durante la conquista.

    Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, ha manifestado preocupaciones por la democracia en México y la monarquía ha otorgado premios a grupos patrocinados por el PRIAN.

    Con todo ello y a pesar de las mentiras del New York Times, Tim Golden, Pro publica, #NarcopresidenteAMLO, Cayetana, los montajes de Loret, los ataques de Salinas Pliego y prácticamente toda la comentocracia en contra de medios tradicionales, la aprobación del presidente, según la última encuesta del Reforma -el principal periódico opositor a la 4T-, ha subido hasta el 73%, es decir, no solamente no lo debilitan, sino que lo fortalecen mediante la validación de su discurso.

    La derecha mexicana no se resigna y utilizará la imagen y fuerza de la derecha española para intentar, otra vez, atacar a un presidente a prueba de balas. Esto lo advirtió AMLO en una de sus recientes mañaneras. Pero, ¿por qué insistir con España? Un país que, si bien tiene pasado histórico con México, no parece tener un peso geopolítico específico en nuestro país.

    La respuesta puede ser que algunos políticos y empresarios españoles siguen viendo a México como tierra de conquista y creen que pueden volver a tener cierta preponderancia en la vida pública de México.

    Para poner un poco el contexto de la situación política de ambos países, es importante hacer un análisis de semejanzas y diferencias. España es una monarquía parlamentaria, mientras que México es una República. El rey no gobierna en España, pero sí tiene autoridad política. El parlamento español está compuesto por un espectro político diverso, pero, en concreto, en España gobierna lo que llamaríamos el PRIAN en México.

    El PP es el equivalente al PAN, defienden a la cúpula empresarial y desprecian lo público, porque claro, les encantaría hacer negocio con ello. Tienen cooptados a la mayoría de medios de comunicación, propiedad de oligarcas. Manipulan la opinión pública para favorecer sus interesas, ello porque en España la sociedad no está tan politizada como en México y todavía tienen cierta credibilidad. La gran diferencia entre el PP y el PAN es que el PP sí defiende la unión de España, sobre todo de los intentos independentistas de Cataluña; en cambio, el PAN defiende más bien el intervencionismo de Estados Unidos y España. Por esta razón fundamental, el PP fue el partido más votado en las pasadas elecciones y gobierna en coalición con el PSOE, que es el equivalente al PRI. Ambos partidos surgieron en revoluciones a favor de los trabajadores y las clases populares, pero ahora son más bien oportunistas y acomodaticios a las circunstancias.

    El PSOE está a favor de la OTAN y de la guerra y negocia con los independentistas, en contra de los intereses de los españoles; y el caso del PRI es más triste porque básicamente todos lo asocian con lo peor de la corrupción a pesar de que hizo cosas importantes y gobernó durante 70 años. Y finalmente, el equivalente a Morena sería PODEMOS, un partido joven que, en su momento, creció como la espuma y atrajo a muchos desencantados de la política; y el AMLO español se llama Pablo Iglesias, aunque a él sí lograron defenestrarlo desde la opinión pública y los poderes fácticos. PODEMOS se disolvió y ahora quedó SUMAR, un partido representado por Yolanda Díaz que sería el equivalente a Claudia Sheinbaum, pero con mucho menos poder político, fuerza y astucia que la política mexicana. De hecho, la izquierda en España es un sector minoritario porque gobierna el bipartidismo, algo así como los tiempos de Fox, Calderón y Peña Nieto.

    Las preocupaciones y problemas entre españoles y mexicanos son los mismos en la clase trabajadora, pero a nivel político a ellos les preocupa la guerra entre Rusia y Ucrania, las tensiones con Marruecos por Ceuta y Melilla, el independentismo catalán y la migración; mientras que en México la gran preocupación es que el PRIAN acepte su derrota y el Poder Judicial no dé un golpe de Estado técnico para invalidar las elecciones próximas.

  • España y México: ¿qué defienden sus izquierdas?

    España y México: ¿qué defienden sus izquierdas?

    Una ultraderechista española visitó México para golpear a López Obrador y lavarle la cara al evasor de impuestos Ricardo Salinas Pliego, quien pretende que gane Xóchitl Gálvez la presidencia para que se los condonen (o al menos le posponga el pago como lo hizo Fox, Calderón y Peña). Hasta aquí todo normal, sin embargo, es interesante hacer notar que no todas las derechas e izquierdas del mundo, o mejor dicho, las iberoamericanas, defienden lo mismo. El discurso de izquierda más tradicional e histórico viene desde la revolución francesa y está asociado a:

    1. La defensa del trabajador y sus derechos
    2. Un sistema de gobierno que fomente la repartición de la plusvalía (excedente de riqueza que produce el trabajador) del trabajo de forma equitativa.
    3. La defensa de la unión nacional

    Y los tres puntos son justamente las ideas que Marx defendió toda su vida, las cuales han sido distorsionadas y asociadas -exitosamente por la derecha mexicana- con el discurso de pobreza, anticapitalismo, Cuba, castrochavismo, fracaso de la URSS y todo lo que no sea progreso y bienestar.

    Al respecto y con gran visión y conocimiento de la historia, el presidente López Obrador, entiende que, para defender los tres aspectos mencionados, es necesario alejarse discursivamente de Marx y del socialismo (aunque en el fondo defienda las mismas ideas, afortunadamente) y construir una apología de la historia mexicana para crear su propia epistemología política.

    ¿Y qué pasa en España?, es decir, ¿la izquierda española es marxista? Pues no del todo. En España, la izquierda, representada por el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) y otros partidos satélite -hasta hace poco también se podría incluir a PODEMOS- están a favor de los dos primeros puntos: defensa del trabajador y repartición de la riqueza, pero no defiende la unión nacional, sino que están a favor de cierto separatismo promovido por gallegos, vascos y, principalmente, catalanes.

    En España, gritar “viva España” y portar una bandera española es sinónimo de ser facha, de derechas, conservador; y esta es la gran diferencia con México y la izquierda marxista obradorista: sí se defiende la unión y soberanía nacional, y gritar “viva México” es símbolo de orgullo nacional.

    El éxito de la izquierda mexicana, además de seguir los principios obradoristas, consistirá en rechazar el globalismo balcanizador-divisionista que favorece al imperio anglosajón para seguir controlando recursos e imponer gobiernos títeres.

    Es cierto que la lucha y competencia a nivel global será entre civilizaciones o grandes regiones, y que es inevitable pertenecer a un área de influencia. En este caso, México no tiene elección y de facto se encuentra en la cárcel geopolítica de Estados Unidos y el dólar, pero ello no significa que, como país, tengamos que renunciar a nuestra unión y soberanía, al contrario, eso es lo único que nos hará fuertes de cara al resto del mundo.

  • AMLO y Palestina

    AMLO y Palestina

    El presidente López Obrador siempre se ha pronunciado, sin miedo, ante las injusticias del mundo, menos la que parece ser la peor de todas: un genocidio en pleno siglo XXI. “Mi pecho no es bodega” y “no guardar silencio cómplice” son algunas de las frases memorables que han adoptado el Obradorismo como forma de pensamiento, que, en palabras de él mismo, se redefine como Humanismo Mexicano, concepto sobre el cual falta desarrollar toda una epistemología y cuerpo teórico que lo explique y respalde.

    En la conferencia matutina del 26 de febrero, AMLO volvió a insistir en la necesidad de ser congruente en términos de relaciones internacionales, y recordó el golpe de Estado técnico en el Perú, el cual derrocó a Pedro Castillo; pero también se refirió a Cuba y Venezuela como víctimas injustas de las sanciones unilaterales que impone el imperio estadounidense en perjuicio de la población, no del gobierno, y más importante aún: comentó que habló de este tema con, nada más y nada menos, el presidente Joe Biden. Incluso, ante la guerra entre Rusia y Ucrania, AMLO ha sido más explícito diciendo que está en contra de las invasiones, pero jamás ha expresado apoyo al laboratorio de desestabilización liderado por el otrora actor cómico Volodimir Zelenski, lo cual deja entrever que su comprensión de la geopolítica no es maniquea y simplista como cree la mayoría de “analistas” conservadores.

    La pregunta que se hace cualquier analista internacional en el contexto mexicano es: ¿Por qué López Obrador no se ha pronunciado claramente ante el genocidio cometido por Israel hacia el pueblo Palestino, sobre todo, cuando grandes líderes mundiales ya lo han hecho? Petro fue el primer gran líder latinoamericano que, sin dudar y con toda la fuerza del Estado colombiano, se ha pronunciado en contra de las acciones del sionismo beligerante; Lula, actual presidente de Brasil y líder indiscutido de la izquierda marxista y digna en América Latina, ha hecho lo propio. Países como Sudáfrica, Irlanda, España, China e, incluso, el mismo Estados Unidos, han hecho un llamado e impuesto sanciones a Israel para que cese el fuego, pero, ¿Y López Obrador?

    Aquí algunas posibles explicaciones -no justificaciones- del por qué no se ha pronunciado todavía ante el genocidio:

    • Demasiado frentes abiertos en México. La Derecha pretende invalidar las elecciones porque se saben perdedores ya que están abajo 2 a 1 en las encuestas, entonces, si no lo consiguen por la buena, será por la mala, y AMLO está concentrado en mantener gobernabilidad.
    • Importancia relativa de la comunidad judía en México, que tiene fortaleza política y económica relativa, pero, sobre todo, conexión a nivel internacional con grandes fondos de inversión como BlackRock.
    • Petición especial del gobierno de Estados Unidos de no hacerlo para poder negociar aspectos importantes para México, sobre todo en el ámbito migratorio. México se encuentra en una jaula geopolítica y, a diferencia de Colombia y Brasil, no puede tomar equidistancia de Estados Unidos toda vez que las economías son muy dependientes una de la otra.
    • Negociación con el gobierno de Israel para la extradición de Tomás Zerón, personaje clave en el caso Ayotzinapa, uno de los grandes pendientes del gobierno actual.

    En el museo de Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México existe un listado de países, casi al final del recorrido de la historia nazi y judía, que recuerda que muchos de ellos y líderes de la época no se pronunciaron ante al nazismo y sus horrores, y ojalá que el presidente López Obrador no pase a la historia como un presidente indiferente ante el genocidio que se vive en la Franja de Gaza.

  • Ecologismo a conveniencia

    Ecologismo a conveniencia

    Desde organismos internacionales y con enfoque globalista pernicioso, se pretende dictar una agenda ecologista a los países occidentales, haciéndoles creer que, si no siguen sus directrices y mandatos, además de hacerse acreedores a sanciones, provocarán catástrofes naturales. ¿Por qué? porque países como México, con el liderazgo de AMLO, que busca recuperar a Pemex de la ruina en que la dejaron los expresidentes del PRIANATO e inauguró una nueva refinería en Tabasco, buscan soberanía energética para no depender de los caprichos de potencias, principalmente de Estados Unidos; o de guerras, como la de Ucrania y Rusia que alteran los precios internacionales y generan inflación.

    La oposición conservadora y golpista, con pseudocientíficos comprados, intenta colocar en el imaginario social que la soberanía es una aspiración trasnochada de AMLO, y que conviene rematar PEMEX al mejor postor, y para reemplazarla, se deberían de poner un montón de paneles solares y otras ideas fantasiosas para mover a la industria del país: nada más falso y peligroso que esto.

    Pero, más allá del fallo anticonstitucional que significó derogar la ley que le daba prioridad a la CFE sobre las empresas extranjeras, vale la pena evidenciar, una vez más, la gran hipocresía de organismos y países occidentales cuando de cuidado al ambiente se habla.

    A juzgar por el discurso de gobernantes y representantes de organismos internacionales y países del llamado primer mundo, que además de policías globales en asuntos políticos y económicos, se sienten vigilantes ecológicos a nivel global, pocos se salvan de las exigencias que ellos mismos quieren imponer, especialmente al mundo subdesarrollado, como México. El G7 exige sacrificios a sus propios sectores sociales, con una excepción: el sector armamentístico representado por Estados Unidos y sus aliados europeos, actualmente colaborando desde la OTAN.

    La industria militar mundial es una de las principales responsables de la contaminación global, específicamente representa el 5.5% del total de emisiones de efecto invernadero, pero esta cifra es aproximada porque con el argumento de seguridad, difícilmente se puede llegar a saber el real impacto de todo lo que genera la industria armamentística. ¿A qué se equipara este número? Pues al total de comercio de aviones y barcos de mercancía juntos. Otro ejemplo: según la universidad de Brown, el ejército estadounidense contaminó lo mismo durante su invasión a Afganistán que todo lo que produjo la economía de Austria en el mismo periodo de tiempo.

    Los países europeos y Estados Unidos, que se llenan la boca de ecologismo, han prometido aumentar su gasto militar para los próximos años, entonces, ¿que no contaminen solo aquellos que les interesa a ellos o todos se ponen en cintura?

    ¿Es importante pensar en un reemplazo al petróleo de cara al futuro? Sí, ¿se tiene que pensar en energías renovables limpias para ayudar al cuidado del ambiente? También, ¿se debe tener visión de largo plazo e implementar políticas públicas orientadas a preservar y cuidar la naturaleza? Sin duda. Pero lo que no se debe hacer es seguir los mandatos de países y organismos que, ante todo, son altamente hipócritas y actúan a conveniencia, evidenciado sus grandes y graves contradicciones.

    México debe tener su propia agenda de desarrollo y pugnar hoy y siempre por una política de autosuficiencia energética, cuidando sus recursos y la naturaleza, pero también la economía de los ciudadanos.

  • Predicciones para 2024

    Predicciones para 2024

    Se hizo un estudio (Global Forecast Series) para predecir lo que va a pasar en el mundo en 2024 en diferentes ámbitos: económico, tecnológico, mercados, geopolítico y ambiental; y dicho estudio analizó más de 700 artículos, reportes, podcasts y entrevistas. He aquí algunos resultados interesantes y cómo afectará a México:

    • El top 500 de las empresas más ricas del mundo llegarán batirán sus récords de riqueza, y eso solo quiere decir una cosa: la lucha contra la desigualdad en el mundo ha fracasado. El modelo neoliberal (ayudar a los empresarios para que generen empleo en vez de ayudar a la parte baja de la pirámide de ingresos) ha fracasado rotundamente. Incluso en el Foro Económico de Davos se llegó al consenso de que se requiere más Estado y distribución de la riqueza, dicho por los propios ricos.
    • Los robots seguirán suplantando fuerza de trabajo mecánica, lo cual tiene diferentes consecuencias:

    a) Los jóvenes deben prepararse y formarse para las profesiones del futuro. Más y mejor inversión en educación
    b) La productividad aumentará, lo que debe bajar costos y aumentar salarios. Lo contrario es injusto.
    c) Las grandes empresas predominarán y las pequeñas, a menos que innoven de otra forma o generen diferenciadores estratégicos claros, tenderán a desaparecer.

    • Habrá un escándalo en la elección de Estados Unidos generado por inteligencia artificial, y México debe mantenerse firme y cuidadoso con la campaña anti migrante.
    • Aumentarán los flujos migratorios, sobre todo los de Sur y Centro América hacia Estados Unidos. Se puede presentar una crisis humanitaria y hoy más que nunca, se deben tener políticas humanitarias y de retorno seguro. Contención sin violencia.
    • Tik Tok liderará el comercio en redes sociales. Sigue siendo la red social más adictiva y efectiva para llegar a nuevos mercados, y China le planta cara al lobby de Silicon Valley, algo impensable hace apenas unos años.
    • Estados Unidos evita la recesión otra vez, lo cual es buena noticia para México y su economía, que se ha mantenido boyante durante todo el sexenio. De todas maneras, entre más rápido se consigan la soberanía energética y alimentaria, mejor.
    • El 2024 vuelve a romper récord de temperaturas altas, y esto siempre afecta a los más pobres y necesitados, pero también a algunas cadenas productivas relacionadas con turismo o bienestar. Especial atención debe tener el Sector Salud.
    • La inflación se mantiene a raya y evita los niveles de pandemia y guerra. Sin duda la mejor noticia para mantener el consumo y los círculos virtuosos de la economía.
    • China sigue dejando ir empresas de manufactura de Occidente, lo que representa gran potencial de inversión para México a través del nearshoring.
    • Las guerras de Rusia y Ucrania; y el genocidio cometido por el Estado de Israel hacia la población palestina, no terminarán en 2024. A nivel geopolítico, esto fortalece a Estados Unidos y su sector armamentístico, aunque humanitariamente es una desgracia total y derrota para la humanidad.
    • Los esfuerzos de desdolarización continúan a través de los BRICS, pero México debe de mantenerse firme y sólido con el dólar. En 2024 y durante mucho tiempo más, es improbable que caiga el imperio norteamericano.
    • La influencia de Hollywood continúa en decremento, pero las plataformas de streaming dominarán el entretenimiento y la influencia cultural.
    • La próxima ola de Inteligencia Artificial logará conversión de texto a vídeo.

    El 2024 se vislumbra como un año interesante, sin duda.

  • Desigualdad en el mundo: datos actualizados

    Desigualdad en el mundo: datos actualizados

    Se publicó el informe Oxfam en su versión 2024, el cual analiza los datos más significativos sobre la desigualdad en el mundo, y vale la pena comentar algunos de ellos:

    “Desde el año 2020, y durante los primeros años de esta década, la riqueza conjunta de los cinco hombres más ricos del mundo se ha duplicado con creces. Durante el mismo período, la riqueza acumulada de cerca de 5000 millones de personas a nivel global se ha reducido”. La pandemia de Covid significó una transferencia de riqueza de los más pobres hacia los más ricos, lo que evidencia la falla evidente del sistema capitalista-liberal-globalizador. Si realmente hubiera Estados-Nación que representaran a las grandes mayorías, hubiera pasado exactamente lo contrario: la riqueza se hubiera repartido para ayudar a los desprotegidos, enfermos y pobres, justo cuando más lo necesitaban. Este dato debería obligar a la sociedad a repensar la forma en cómo funciona la economía, una vez más.

    “Si cada uno de los cinco hombres más ricos gastase un millón de dólares estadounidenses diarios, les llevaría 476 años agotar su riqueza conjunta”. La acumulación de riqueza es insultante y absurda. No tiene sentido que nadie acumule tanta riqueza, pero, sobre todo, a costa de la clase trabajadora y con un sistemas económicos y políticos perversos que perpetúan este círculo vicioso. Si las clases trabajadoras estuvieran consientes de esto y reflexionaran sobre su situación, habría revoluciones en todo el mundo.

    México es un caso paradigmático si se habla de desigualdad porque, todavía, es uno de los países más desiguales del mundo, pero, al mismo tiempo, uno de los que tiene las mejores posibilidades de revertirlo. ¿Cómo?

    1. Fortalecer al Estado: un Estado fuerte (no obeso, grande y lento) es capaz de reaccionar y plantarse ante los abusos del poder empresarial. Un Estado fuerte es capaz de cobrar los impuestos que le toca a cada quien, y también mecanismos de vigilancia para que el presupuesto se reparta de manera justa. Por ello, una ideología como el liberalismo es una idea absurda porque promueve la “libertad del zorro en el gallinero” y ello, en términos económicos, significa la creación de monopolios que distorsionan precios y destruyen el tejido empresarial que genera empleos para la mayoría de la población. También, un Estado fuerte provee de salud, educación, seguridad y oportunidades para quienes lo necesitan, y no, no se trata de ser dependiente del Estado, se trata de tener mecanismos de inserción y ayuda para aquellos que más lo necesitan.
    2. Regular el sector privado: la desregulación o neoliberalismo es la receta perfecta para aumentar desigualdades y violencia y México lo sabe perfectamente. Limitar los excesos del capital, y al mismo tiempo, generar confianza para atraer inversión. Es un justo medio difícil de lograr, pero es la única manera de no solo crecer económicamente, sino de desarrollarse, que es un concepto más complejo porque implica atraer flujos económicos y procurar que estos se distribuyan de forma justa en la sociedad.
    3. Reinventar al sector empresarial: México necesita un sector empresarial menos egoísta y más consciente, que cuide y pague mejor a sus trabajadores si puede hacerlo, y si no, al menos que no incurra en prácticas legaloides para disminuir sus derechos. No se necesitan empresas que intenten evadir impuestos a toda costa, sino que promuevan mecanismos de transparencia y rendición de cuentas en su uso; y por último pero no menos importante: empresas que piensen beneficiar a la comunidad en donde se sitúan a través de prácticas de Responsabilidad Social, y no solo aumentar el saldo del bolsillo de sus accionistas.

    Esta triada, llevada a cabo correctamente, implicaría liberar el potencial de desarrollo que tiene México hasta lugares insospechados.

  • Se debe invertir en Ciencia y Desarrollo Industrial

    Se debe invertir en Ciencia y Desarrollo Industrial

    México, un país de desarrollo medio y con problemas acentuados de violencia y pobreza localizada, no podía darse el lujo de errar en la elección de 2018. Tenía dos opciones: continuar con el modelo neoliberal que había exacerbado los problemas antes mencionados, u optar por un proyecto alternativo de nación que, sobre todo, ayudara a los más necesitados y fuera a la raíz de los problemas, aunque esto sea una apuesta de largo plazo. Bien, México no se equivocó en apostar por ese parteaguas que se hace llamar asimismo Cuarta Transformación de la vida pública de México, pero la tarea todavía no está completa, ni mucho menos.

    6 años es un tiempo relativo. Para un proyecto personal o de bajo impacto, puede ser mucho y suficiente; para un proyecto de nación completamente estructurado y pensado para trascender en las siguientes generaciones, puede significar apenas los cimientos, y ese es el caso exactamente de la 4T.

    El capital político del movimiento político que encabeza AMLO se ha utilizado para librar batallas importantes. Algunas de ellas se han ganado en el ámbito energético y de soberanía nacional, de fortalecimiento del Estado, de derechos individuales y, sobre todo, una gran politización de la sociedad mexicana; en cambio, otras se han perdido o no han tenido el impacto esperado. Y es que esto apenas comienza.

    El saldo será positivo al finalizar la presidencia de AMLO en 2024, pero, ¿qué sigue?, ¿cuáles son las batallas políticas, ideológicas, informativas y legales que deberá asumir la 4T en caso de victoria de Sheinbaum?

    Hay muchos flancos abiertos: el Poder Judicial de la Federación es, probablemente, el más importante y para ello se está pensando el plan C, es decir, obtener una mayoría en las cámaras para liberar el último bastión del conservadurismo; sin embargo, México tiene un pendiente con miras hacia su re industrialización y modernización: se debe invertir en Ciencia y Desarrollo Industrial.

    Además de condiciones geopolíticas estables, o, dicho de otra manera, que nadie saboteé o desestabilice a los siguientes gobiernos, se necesita una política que promueva, por un lado, la atracción de inversión extranjera directa estratégica, que genere encadenamientos productivos con otras empresas mexicanas, que comparta su “saber hacer” y que confíe en el talento mexicano para puestos científicos y altos mandos; y por otro lado, se necesita hacer alianzas con el sector empresarial y con las Universidades para aumentar la producción científica, y que éste, a su vez, se traduzca en real beneficio para la población.

    México no necesita inversión que venga por sueldos bajos, o darle dinero a empresas para que se beneficien ellas mismas; se necesita una nueva gestión del conocimiento que, ante todo, tenga por objetivo beneficiar a las grandes mayorías. Bienestar para las empresas y empresarios, sí; pero políticas redistributivas que garanticen que el último y mayor beneficiario del conocimiento generado sea el pueblo, y no unos cuantos bolsillos.

    Y, por último, Sheinbaum, que viene de la academia y tiene formación científica, tiene mayor compromiso de promover políticas públicas encaminadas a que México se consolide como un país de vanguardia con relación a Propiedad Intelectual en América Latina.

  • Resultados, no palabras

    Resultados, no palabras

    El entorno político en México está muy polarizado, y contrario a lo que se pudiera pensar, esto es algo bueno porque finalmente se han desenmascarado aquellos analistas y opinadores “apartidistas, neutrales, ciudadanos y objetivos”, y también es el caso de otros actores políticos como presentadores de noticias, intelectuales, artistas, influencers, deportistas, empresarios y en general toda la opinión pública.

    Quien no está polarizado, pero sí muy politizado, es el pueblo, que cada vez más tiene conciencia de quién los representa y qué acciones de política pública realmente los beneficia o perjudica. Entonces, más allá de ideología y favoritismos, hay que hablar de resultados, porque estos son los que dictan, de manera objetiva, qué tan bien o mal lo está haciendo un gobierno respecto a las expectativas que se tenía de este y a las mismas promesas de campaña
    A diciembre de 2023, los principales resultados son los siguientes:

    • 22, 409, 267 puestos registrados en el IMSS, récord absoluto histórico.
    • 16.268 pesos es la remuneración mensual promedio de trabajadores asegurados, récord absoluto histórico.
    • 2.6% de desempleo. Este porcentaje es de los más bajos del mundo y la OCDE.
    • 15.2% por ciento de apreciación del peso frente al dólar, la mayor apreciación de cualquier moneda en el mundo considerando el periodo de 2018 a la fecha. Desde Miguel de la Madrid, que tuvo una depreciación del 3426.4%, este es el único sexenio donde se ha apreciado la moneda mexicana, el resto tuvo depreciaciones.
    • 63 mil millones de dólares en remesas que, contrario a lo que se pudiera pensar, ayudan a sus familias e invierten en México. Es la principal fuente de ingresos.
    • 32 mil 926 millones de pesos de inversión extranjera en 2023, récord absoluto histórico.
    • México se convirtió en 2023 en el principal socio comercial de Estados Unidos, la mayor potencia económica del mundo. El monto total de las transacciones entre los dos países asciende a 72.8 billones de dólares, récord absoluto histórico.
    • A pesar del cierre de la economía por el COVID y un entorno geopolítico tan adverso por la guerra entre Rusia y Ucrania, pero, sobre todo, contrario a cualquier proyección económica (se prospectaba entre 0.7 y 1.3 en los organismos internacionales y las agencias evaluadoras de Estados Unidos), el crecimiento del PIB este año es de 4.1%
    • Inflación controlada del 4.32%, considerada como moderada en comparación contra otros países con inflación descontrolada por arriba del 100%, como Argentina y Turquía. En energéticos la inflación es de apenas 0.5% lo que pone de relieve la importancia de tener soberanía energética.
    • 249.9 pesos es el salario mínimo diario, récord absoluto histórico y factor principal del por qué las cifras de pobreza han disminuido, desmintiendo la máxima neoliberal de que si aumentaba el salario lo hacía de igual manera la inflación.
    • Deuda del 37.5% del PIB, la más baja de los últimos 20 años y considerada como moderada de acuerdo a parámetros macroeconómicos. Japón, por ejemplo, tiene más de 140% de deuda como porcentaje del PIB
    • 54,000 valor del IPC en la Bolsa de Valores, que se traduce como su mejor desempeño desde que se tiene registro.
    • 207 mil millones de dólares de Reservas Internacionales en el Banco de México, récord absoluto histórico.
    • Disminución del 80% en secuestros desde el inicio de la administración del presidente AMLO, un delito especialmente doloroso y preocupante para los mexicanos.
    • Todos los delitos del fuero federal han disminuido, incluido el homicidio doloso.
      Dato mata relato
  • ¿Qué significa estar politizado y por qué es importante?

    ¿Qué significa estar politizado y por qué es importante?

    A menudo, los críticos del presidente López Obrador lo critican por “polarizar desde la mañanera”, y este es un argumento de descalificación fácil por parte de quienes hacen análisis desde el prejuicio y el encargo de sus patrones: la plutocracia oligárquica que históricamente ha cooptado a la mayoría de medios hegemónicos. Lejos de polarizar, AMLO politiza todos los días al menos dos horas, pero, ¿en qué consiste exactamente este ejercicio de comunicación circular todos los días?

    Con tono pausado, sin prisa, con respuestas de hasta dos horas, con análisis históricos, con crítica a la política neoliberal, con énfasis en la no corrupción, con “pecho descubierto” para recibir los comentarios y preguntas incómodas, y con la repetición una y otra vez de los mismos mantras de lo que ya se conoce el obradorismo; las mañaneras serán recordadas como el mayor ejercicio de politización que haya existido en gobiernos democráticos modernos.

    Dicho ejercicio, inédito en la política mexicana, le dan a AMLO casi el 80% de aprobación en su último año de gobierno, además de, obviamente, políticas públicas adecuadas que se reflejan en buenos resultados.

    México podría convertirse en el segundo país de América Latina que repite gobierno de un total de 17, y todo apunta que así será según las encuestas de opinión y el escenario nacional actual.

    Pero, además de las mañaneras, ¿de qué otra forma una persona se politiza? Y, ¿cómo es que el mexicano es uno de los pueblos más politizados del mundo?

    Una persona se politiza más cuando incorpora es su marco mental y de análisis elementos tan importantes como: amor al prójimo y a los desposeídos, humanismo y valores, sensibilidad y empatía por los demás, visión de comunidad y país, preocupación por los problemas de México y amor y cuidado por su familia. También implica rechazo del individualismo, al egoísmo, al aspiracionismo sin escrúpulos morales, a la indiferencia, al clasismo, al racismo, a toda forma de discriminación y violencia, a imposiciones, a invasiones y conquistas, a engaños y medias verdades, a mentiras, a la corrupción y a todo aquello que atente contra los intereses nacionales.

    Politización implica apagar la televisión convencional para informarse en fuentes alternativas más analíticas, más críticas, más reflexivas, más objetivas, pero que, al mismo tiempo, estén del lado de las causas justas. Desde las redes sociales, politizarse implica seguir a las cuentas que dan información veraz, que no tergiversan por tener más seguidores, y que apoyan proyectos de respaldo a las grandes mayorías, que es el fundamento de la democracia.

    Politizarse implica interesarse por los problemas a nivel nacional, estatal y local, y alejar el discurso de “todos son iguales” que solo vuelve indiferente a la sociedad y la deja a merced de los peores gobernantes.

    Desde una ideología marxista, politizarse implica tener conciencia de clase y estar siempre a favor de los trabajadores, y, por supuesto, en contra de quien concentra la riqueza o se aprovecha de esta para explotar a los que menos tienen.

    Politizarse es estar en contra de cualquier imperialismo, pero sobre todo del estadounidense, que ha cobrado la vida de millones de personas a través de guerras e invasiones encubiertas; y también comprender, en tiempos modernos; que Zelenzky es un títere, Netanyahu un criminal de guerra.

    Politizarse es estar del lado correcto de la historia, y en el caso de México, es estar a favor de la 4T, del obradorismo como ideología y práctica humana, y de principios tan importantes como la soberanía energética y alimentaria.