Assange denuncia penalmente al Nobel

Julián Assange, fundador de WikiLeaks presentó una denuncia penal en Estocolmo contra la Fundación Nobel por facilitar la comisión de crímenes de guerra al haber otorgado el Nobel de la Paz a la líder opositora venezolana María Corina Machado, caracterizada por su agresiva política injerencista.

Assange solicita a las autoridades suecas que congelen la transferencia del premio monetario a Machado y soliciten la devolución de la medalla, además de investigar a la Fundación por los crímenes citados.

Machado llegó a Noruega, el pasado 11 de diciembre participó en diversos actos oficiales en Oslo en compañía de su familia y de otros líderes de la oposición venezolana.

Hay una anterior denuncia contra el Nobel, Mauro Manuel Herrera Mendoza, un venezolano, que solicita una revisión del premio Nobel de la Paz, impugnó a través de una Pausa Jurídica el premio tiene serias irregularidades en su proceso de selección y designación, se exige la supervisión directa de la Fundación Nobel, por violentar el estatuto del Nobel. El premio es impugnable y el comité del Nobel aceptó la denuncia.

La designación podría ser impugnada por violar una regla del Comité del Nobel que señala que los nombres de los nominados están protegidos por una confidencialidad de 50 años. Esto significa que, en medio siglo, no se pueden revelar ni el nombre de los nominados ni los deliberantes.

Aunque nunca tuvo impedimento alguno para salir de Venezuela, ni lo tendría para entrar, sus patrones de Miami consideran que podría ser arrestada, lo cual significaría una mala estrategia del gobierno de Venezuela porque se confirmaría todo lo que dice Estados Unidos y la Premio Nobel sobre el autoritarismo en ese país. Puede entrar y salir de Venezuela cuantas veces quiera, ya fue sancionada por las autoridades electorales por sus delitos al no poder participar en las elecciones, que es el único comprobado dentro de su país.

El “liderazgo” de María Corina se debilita paulatinamente y comprueba una vez más, que eso de tener una “autoridad” paralela y un gabinete alterno fuera de territorio venezolano, no hace mella al gobierno de Maduro, y es muy costoso para la Casa Blanca y la CIA, mantenerle sus lujos.

La Nobel de la paz confirma su proyecto personal belicista, argumentando que las futuras acciones militares de Estados Unidos contra Venezuela son “un acto de amor”, lo cual la pinta como una homicida en potencia de su propio pueblo, al que tendría, en caso de suceder una desgracia injerencista, que solicitar el voto, tarde o temprano.

Por lo pronto, el Consejo Noruego para la Paz rechaza el respaldo de María Corina Machado a acciones militares de Estados Unidos.

Los aliados de María Corina, para mostrar que no han perdido fuerza, abrieron una Oficina de la Vocería Oficial, una especie de buffet conservador que administra la difusión de las declaraciones y aventuras de Corina.

El liderazgo opositor de Corina Machado, si alguna vez lo tuvo, empieza a apagarse. Si el premio Nobel quiere sobrevivir a este descalabro debe retirar el premio a la cavernícola fascista. De otra manera será el principio de su fin.

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