A un grupo de corruptos conformados en un club de amigos llamado PRI le llaman bancada, que lidera un partido que no debería tener voz ni voto en el Congreso, no sólo por sus antecedentes sino por su falsedad en cada uno de sus discursos; sin embargo, los medios los toman en cuenta a partir de espacios destacados que nada nuevo dicen a nadie.
Así, el PRI, como si se tratara en realidad de un partido político, que intenta legitimarse a sí mismo y con ayuda de los informadores convencionales, quiere legitimar a la Generación Z, como si fuera la que organizó la marcha del sábado 15 de noviembre, cuando esta organización, que apenas comienza a conformarse en México, se ha deslindado de la marcha y las intenciones violen tas de los verdaderos impulsores de las agresiones contra el pueblo de México.
Así, ese club de amigos, que se autodenomina partido político señala que repudia la detención de jóvenes de la Generación Z y exige su libertad, cuando en realidad se trata de porros contratados ex profeso, para violentar la marcha, que debió ser pacífica y resultó un verdadero asalto a la tranquilidad que merece México.
Se trata de un grupo de porros capitaneado nada menos que por el golpeador Alejandro “Alito” Moreno, quien dio la instrucción para que todo el equipo de la Secretaría Jurídica del PRI Nacional se ponga al servicio de las familias de los “jóvenes estudiantes” que fueron detenidos tras la marcha de 15 de noviembre.
En realidad, quienes marcharon no pertenecen a la generación Z, ni son estudiantes, ni son apartidistas ni son jóvenes
Les urge sacar a los delincuentes antes de que digan que no pertenece a la generación Z y que fueron pagados y contratados por priistas, panistas y gente de Ricardo Salinas Pliego.
Está de por medio la descalificación del PRI como instancia que vela por la sociedad y sólo provoca desmanes, como un grupo de choque y no como partido.
El primer grupo de abogados que intentan sacar de la cárcel, desde bufetes fantasma, cuanto antes, es el “Ilustre y Nacional Colegio de Abogados”, la Comisión Iberoamericana de Derechos Humanos para el Desarrollo de las Américas, la Fundación, la Fundación Defensorxs, enemiga acérrima de la reforma al Poder Judicial, donde tiene metidas las manos Claudio X. González, en apoyo a los delincuentes comunes disfrazados de inconformes sociales.
Hay casos en algunos medios de la derecha que los denominan “presos políticos”, y con esta idea van a querer ganar terreno en las columnas de los comentócratas, cuando, en realidad son sicópatas.
Quieren hacer aparecer a porros como perseguidos políticos, cuando en los interrogatorios no saben ni a quien apoyan ni a quién rechazan políticamente. Cómo considerar a delincuentes comunes perseguidos políticos si ni siquiera conocen lo básico de la política. De hecho, el simple hecho de nombrar estudiantes a los detenidos es un eufemismo que acusa fraude de los verdaderos organizadores.
Los detenidos están más cerca de ser asaltantes de alguna tienda de conveniencia o narcomenudistas que de la política.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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