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  • Adán Augusto: El Hombre Fuerte de la 4T

    Adán Augusto: El Hombre Fuerte de la 4T

    En la política mexicana actual, pocos personajes cargan con el peso simbólico y estratégico que ostenta Adán Augusto López Hernández. Para muchos, es el verdadero “conciliatore” del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), un operador político de primer nivel que ha tejido acuerdos, negociaciones y alianzas clave para consolidar el proyecto de la Cuarta Transformación.

    Compararlo con Manlio Fabio Beltrones no es desmedido. Ambos han sido hábiles interlocutores del poder, piezas fundamentales para que gobiernos logren avanzar reformas trascendentales. En el caso de Adán Augusto, su talento como negociador y su cercanía con el presidente López Obrador lo posicionaron como una figura clave en la Secretaría de Gobernación, donde supo mantener la gobernabilidad y el equilibrio político durante momentos de alta tensión social y legislativa.

    El voto que logró para cerrar la reforma judicial no solo fue histórico, sino también estratégico. Fue un acto político que, aunque cuestionado por algunos sectores, quedará registrado como uno de los momentos en que la 4T demostró su capacidad de maniobra institucional. Ese “voto mágico”, como ya se le comienza a conocer en los pasillos legislativos, será recordado por su impacto en la transformación del Poder Judicial y su influencia en el reordenamiento del sistema legal en México.

    Hoy, Adán Augusto se enfrenta a una nueva etapa: el Senado. Ya no como operador desde la Secretaría de Gobernación, sino como actor en la arena legislativa, donde los reflectores son más directos y los ataques de la oposición más evidentes. Su figura genera respeto, pero también temor en sectores que buscan debilitarlo para abrir espacios de poder que fueron cerrados durante su paso por el gabinete.

    El riesgo político no es menor. Existen rumores y acusaciones que buscan vincularlo indirectamente con actos de encubrimiento durante la gestión de su exsecretario de Seguridad Pública. Aunque aún no se han presentado cargos formales, se prevé que sectores opositores intenten manchar su imagen con fines electorales.

    Sin embargo, Adán Augusto no está solo. Su influencia sigue vigente entre las filas jóvenes del movimiento, donde ha cultivado aliados como el senador Miguel Ángel Yunes Márquez, quien, a pesar de su apellido panista, ha mostrado una sintonía interesante con algunos postulados de la 4T, además de otras figuras emergentes con hambre de poder y lealtad comprobada.

    En los próximos meses, veremos si Adán Augusto puede mantener su papel como el hombre fuerte de Morena o si los embates de la oposición logran fracturar esa imagen de operador infalible. Lo cierto es que su estilo tabasqueño, su voz pausada y su olfato político lo mantienen, por ahora, en el centro del tablero.

    El país necesita negociadores, no incendiarios. Y aunque algunos intentan hacerlo a un lado, otros saben que sin él, las reformas que vienen podrían no tener quién las lleve hasta la meta.

  • Inteligencia emocional

    Inteligencia emocional

    La inteligencia emocional es definida por Castro y Cortés (2023, p. 3) como la “capacidad de reconocer los propios sentimientos al igual que los de otras personas, aludiendo a ellos con el fin de manejar las emociones tanto en las relaciones interpersonales como en nosotros mismos”, su artículo analiza cómo la inteligencia emocional permiten el desarrollo de habilidades sociales de niñas y niños en contextos escolares https://www.researchgate.net/publication/369319087_Influencia_de_inteligencia_emocional_y_habilidades_sociales_en_contextos_escolarizados_Revision_sistematica.  La inteligencia emocional es una de las habilidades que más cuesta trabajo desarrollar en el marco de ciertos contextos que impiden a las personas a hacer consiente las emociones y sentimientos propios. 

    El manejo adecuado de las emociones y sentimientos permite mantener un abordaje pacifico para relacionarnos con los demás y una meta común como habilidad social y de aprendizaje. En los últimos días me ha llamado la atención la noticia sobre el feminicidio de Jalisco. Las imágenes son perturbadoras por la disputa y cómo terminó. Lo que me queda por reflexionar es cómo nos cuesta trabajo gestionamos el control de impulsos, cultivar las habilidades sociales, pero también se gesta una profunda irresponsabilidad que no nos permite reconocer nuestros actos. 

    Ahora que estoy tratando con jóvenes y hace años que estuve viviendo algunos meses en una ciudad alejada, me di cuenta de que las generaciones comienzan a tener mayores dificultades para reconocer sus emociones y hacerse responsables por ellas. La reacción violenta suele ser la respuesta más frecuente. En el caso Karla, una mujer que terminó asesinada después de agredir el automóvil de un hombre que se presume era su pareja sentimental, es una muestra de ello. El 14 de julio de 2025 por desgracia circuló el video donde se ve cómo la mujer el auto en la calle. Y no me malentiendan, estamos hablando de la falta de control incluso de ella. 

    No se puede comparar el arrebato de dañar una pertenencia al hecho de ponerle fin al suceso a través del asesinato, pero en ambos casos observamos una imposibilidad de límites, de control de las emociones, de resolución de conflictos y una incapacidad de toma de decisiones. Se produce en ambas partes con sus extremas diferencias. Estos elementos involucran la incapacidad de control emocional y tal parece que este ejemplo y otros nos muestra que nos hace falta desarrollar más esta habilidad. 

    Me gustaría agregar el caso de Ximena Pichel, mejor conocida como “Lady racista”, es otro ejemplo de cómo la imposibilidad de controlar las emociones propias hace tomar decisiones de las que, cuando se experimentan las consecuencias, puede devenir un arrepentimiento; quizá sólo por la exposición mediática. Y si seguimos buscando tenemos ejemplos numerosos, pero ¿cuál es el sentido de colocarlos aquí? Poder hacer un llamado a la intervención psicosocial, existen condiciones sociales que hacen muy complicado brindar atención y seguimiento, pero habría que generar la estrategia. 

    Las emociones parecen estar cada vez más desbordadas, sin una identificación, sin un reconocimiento y denominación precisa. He notado que, en una buena parte de la población, ya sea infantil o adulta, que es con quien tengo un poco más de contacto, hay una falta de identificación y gestión de las emociones. No sabemos que éstas son procesos naturales que requieren de nuestra atención para aprender a desarrollar estrategias de control. No colocamos límites claros entre las emociones de uno y las de los demás; en buena parte de niños y adultos se considera que el fin único de las emociones propias es sucumbir a su explosión sin considerar las consecuencias y esto escala hasta llegar a ciertos actos lamentables. 

    Las relaciones interpersonales son complejas, pero podemos generar un proceso de capacitación, gestión y control de las emociones propias con el objetivo de plantear relaciones más sanas. El reto está en trabajar de a poco, tanto en nosotros como en nuestras generaciones jóvenes. Es un quehacer que nos permite evaluarnos y considerar los cambios necesarios para desarrollar paulatinamente estas habilidades. También es necesario considerar que se cubran las condiciones contextuales, los límites son importantes y para los adultos éstos no van a consolidarse si no es a través de reglas y normas. 

    La aplicación de la ley es un aspecto fundamental para colocar una base con la que podamos trabajar. La “cultura de la corrupción” queramos o no aceptarla, es una enfermedad social que arrastra antivalores de las cúpulas a los espacios sociales más recónditos. La Nueva Escuela Mexicana se enfoca en este último punto, lleva a los salones de clase la posibilidad de una educación inclusiva, la construcción de paz y el reconocimiento de la importancia de fundamentos de la inteligencia emocional. Hagamos lo propio para trabajar de a poco y de forma colectiva en la reconstrucción del tejido social, es responsabilidad de todas y todos.

  • La gentrificación, Trump y Adán

    La gentrificación, Trump y Adán

    Todos hemos, visto algún video, escuchado un audio, o por lo menos la mayoría, sabemos de qué en algún restaurante/tienda/cafetería en EUA, algún gringo se molesta, porque los empleados de ese local comercial hablan entre sí en su idioma natal, que obviamente no es el Inglés, y siempre esos videos terminan, con “si vienes a los EUA, tienes que hablar nuestro idioma” refiriéndose al Inglés.

    Así, que por qué cuando ahora los gringos que vienen a México, en particular a las Colonias Condesa, Roma, Hipódromo Condesa de la Ciudad de México, estos, quieren, exigen, que se le hable en Inglés, se les olvida, que están en México, y en México la lengua natal y principal, es el Mexicano o Español (para los que no les guste decir que hablamos mexicano), y estos gringos se enojan, cuando no se les contesta en Inglés.

    Esto es sólo la punta del iceberg de la gentrificación, y para muchos, sólo esta exigencia de los gringos es la gentrificación, pero no.

    Muchos dirán que la gentrificación es el resultado inherente de la modernización y del progreso social y económico de alguna zona, pero no. La gentrificación es el fracaso del modelo neoliberal, al abrir las puertas de las ciudades al mercado, supuestamente buscando la mejora de las mismas, sin embargo, al hacer esto, lo único que se ha logrado fue que esas ciudades, colonias o zonas, se convirtieron en mercancía, el suelo, la vivienda, los servicios y la misma vida cotidiana de algunos de los habitantes de esas áreas, se pusieron al servicio de quién pudiera pagarlos.

    Esto pasa, cuando ciertos barrios o colonias se hacen atractivos para gente con más dinero, suben los costos de los terrenos, lo que para algunos, en primea instancia, el aumento de la plusvalía les pareciera beneficio, pero a largo plazo, no lo es. Suben las rentas de los departamentos y casas provocando que los vecinos de toda la vida tengan que irse y a la vez, los comercios empiezan a cambiar, algunos desaparecen y aparecen nuevos, que son franquicias de grandes cadenas de servicio y comercio, que en apariencia mejoran la zona.

    En términos simples, la gentrificación, sólo que genera la comunidad originaria de esa área, sea desplazada.

    Esos gringos, que vienen a vivir a México, y a querer apropiarse de ciertas colonias o áreas, son los mismos que sufrieron la gentrificación, pero sus ciudades natales, allá en los EUA, al tener altos costos de vida, prefieren venirse a México, siendo nómadas digitales lo pueden hacer más fácil, conservando su trabajo con pago en dólares, y viviendo aquí, aparentando que aquí son ricos, mientras otros vienen huyendo del fracaso del neoliberalismo gringo y de Trump, y por supuesto huyendo del pésimo sistema de salud.

    El problema se agudiza, cuando los mismos arrendatarios (que son mexicanos) de las casas y departamentos, aumentan la renta, provocando que sólo los extranjeros, principalmente los gringos, las puedan rentar, tanto que ya las rentan y/o venden en dólares, en vez de pesos.
    Adicionalmente, que los prestadores de servicios comerciales, aumentan los costos de los productos, al darse cuenta del nuevo mercado que tienen, algunos otros lo hacen, por el aumento de renta de los locales, que de por sí ya son muy elevados y fuera de realidad en algunas zonas, como en el Col. Condesa como ejemplo.

    Y como si fuera poco, que los mismos vecinos desplacen a sus vecinos o inquilinos, la mafias de los carteles inmobiliarios (y no sólo el cartel panista) que operan en la Ciudad de México, al amparo de las autoridades locales, desde el sexenio pasado, con el gobierno local, al mando de ya saben quién (que ahora es presidente), se dio el boom en departamentos para los negocios y plataformas tipo Airbnb, donde varios dueños fueron forzados a vender sus propiedades, para posteriormente fueran convertidas en cuartos o departamentos funcionales para estás plataformas. Departamentos que son convertidos en Airbnbs, casas viejas y tradicionales de la Ciudad de México y de otras ciudades, que son derribadas, aprovechando “vacíos legales” para luego construir edificios que serán usados para Airbnb y demás plataformas similares.

    Y estos cárteles inmobiliarios, esta Black Rock, quien es uno de los principales accionistas de Airbnb, que coincidencia, ¿no? Y ya sabemos, quién en varias ocasiones ha tenido juntas con Black Rock, no voy a decir quién, pero está próxima a dar su primer grito de Independencia en el Zócalo.

    El descontento social, por fin se manifestó, y salieron a marchar por la colonia Condesa, Roma, Cuauhtémoc, acá en la Ciudad de México. Algunos atacaron la marcha y apoyaron la gentrificación, esos que se creen nuevos ricos, pero no lo son, los mismos que apoyan a los prianistas, esos aspirasionistas y pro gringos, esos que serían capaces de vender el alma, con tal de apoyar a un gringo o a Trump. Esos que ni siquiera son o fueron vecinos de las colonias antes mencionadas. Obvio los dueños de las propiedades que son “socios” de Airbnb, pues ya es negocio y presumen su trabajo. Y sobre todo, estuvieron en contra de esta marcha, los sujetos que están en la nómina prianista, como el tal Luisito comunica, u otros 2 “influencers” que se asumen como de derecha, que no recuerdo sus nombres y no perderé el tiempo buscándolos (en parte porque el algoritmo empezará a sugerirme material de derecha/ultraderecha, y a la fecha el algoritmo ha entendido mis gustos, para qué tener un problema con el algoritmo).

    Mientras tanto, el gobierno actual de la Ciudad de México, se supone que hará algo para controlar los costos de arrendamiento, control de Airbnb y otras plataformas. Las mismas promesas vacías que hiciera la actual presidenta, la misma que estaba en contra de Airbnb y de repente cambiará de opinión y apoyará a estas plataformas, quién sabe que habrá pasado, no es como que hayan apoyado la eterna campaña política que tuvo, o si habrá sido…

    Y el Gobierno Federal, no se ha pronunciado del todo en relación de la gentrificación. Teniendo a la mano al SAT, mismo que debiera de vigilar el negocio de las plataformas como Airbnb y hacer que los gringos que trabajen aquí, en el país, paguen impuestos, y al Instituto de Migración que debería de revisar si esos pseudo residentes, son legales o ilegales en nuestro país, por ejemplo, de la gringa que aventaba piedras a cualquier persona que veía, fue detenida, puesta en libertad, nuevamente detenida, cuando aventaba piedras de nuevo y con cuchillo en mano, sería deportada, supuestamente, y ya nunca más se habló del tema, por parte de los gobiernos de la Ciudad de México y el Federal.

    Pero la gentrificación, no sólo afecta a estas colonias en la Ciudad de México, ya hemos visto como también pasa en Puerto Vallarta, en Oaxaca, en Playa del Carmen, Cancún, Mazatlán, etc., donde los gringos pretenden imponer sus costumbres y voluntad sobre los mexicanos y sobre las tradiciones mexicanas.

    Claro que no estoy en contra ni del turismo, ni de que alguien se mude a otra casa en otra colonia, Ciudad, pueblo, etc. Siempre y cuando respete las tradiciones locales a dónde se llegue y no quieran imponer su voluntad, esto aplica para gringos y mexicanos.

    Hasta ahora, me he referido a los gringos, porque son los más problemáticos, con ese sentir de colonizadores y de venir del país más poderoso del Mundo (los pobres siguen viviendo en esa mentira), y de creer que tienen el derecho de imponer su voluntad sobre los demás, sólo por ser gringos, pero igual aplica a demás extranjeros, como los argentinos, como la argentina que agredió al policía en la misma Colonia Condesa.

    Los europeos, son más educados y reservados, claro siempre habrá excepciones.

    Pasando a otro tema, y ya que estamos con lo de los gringos, Ovidio, el hijo del Chapo Guzmán, se declaró culpable ante las autoridades gringas, y su abogado, tuvo la brillante idea de culpar al gobierno mexicano, de ser cómplices con el Chapo, a lo que toda la pseudo oposición empezó el festejo, y a la vez empezaron a orar, para que Ovidio no los inculpara. Como esto no afecto en realidad al Gobierno Mexicano.

    Trump, se le ocurrió la brillante idea de imponer aranceles al jitomate mexicano, lo afectará en gran parte a su población. Como vio que México no le rindió pleitesía para evitar su nuevo arancel, regresó a la vieja confiable, el narcogobierno en México, el gobierno de México no puede hacer nada contra el narco, el fentanilo es un peligro para los gringos, esos gringos que casi no lo consumen.

    Y nuevamente plantea invadir a México con el pretexto de la guerra contra el narco, les suena conocida esa guerra, no como que el Borolas haya sido empleado de los gringos e hiciera su grandiosa guerra contra el narco, ¿verdad?

    Claro después de que los presidentes de China y Rusia, dejarán en ridículo al payasito de Trump, con todo y sus tristes amenazas.

    Mientras tanto Trump y demás horda de bestias que están con él, pretenden invadir México, y lo anuncian a lo grande; Rusia y China, y algunos otros países importantes, militarmente hablando, están listos para defender a México.

    Y acá en México, Hernán Bermúdez Requena, quién fuera jefe de policía del entonces gobernador de Tabasco Adán Augusto (2019 – 2021) está acusado de ser el líder de una organización criminal nombrada como “La Barredora” quién se encuentra prófugo y huyo del país y a quién la Interpol ya lo busca. Esta información fue revelada por el comandante de la 30ª Zona Militar, el general Miguel Ángel López Martínez. Y qué hace La Barredora, pues se dedica a la extorsión y al huachicoleo.
    Si bien, Adán Augusto el coordinador de los senadores de Morena, no está directamente ligado a Hernán Bermúdez y a la Barredora, si tendría que explicar por qué lo eligió como jefe de policía en su periodo como Gobernador. Aunque el poder Federal ha aclarado que Adán Augusto no es sujeto de investigaciones, la oposición trata de hacer una fiesta con el caso, y ellos mismos se dan un golpe, mencionando que es el mismo caso de García Luna, y como Borolas no pudo no saber de sus actividades. ¿Ósea que la oposición por fin acepta, que el Borolas si sabía de su narco jefe de policía? Tal vez por esto, no han cacareado el tema, como lo suelen hacer.

    Habrá que esperar que dice Adán Augusto, si capturan al ex policía de Tabasco, qué decide hacer Trump, ante las promesas de China y Rusia de defender a México si sufre un intento de invasión gringa, y no menos importante, qué harán los gobiernos de la Ciudad de México y el Federal en relación a la gentrificación y a los gringos en México.

    No se les olvide que este texto está plagado de opiniones, cuestionamientos personales, algunos hechos reales y demás chunga.

    Muchas gracias, por leer este texto.

    Nos leemos pronto.

  • Con una modesta disculpa

    Con una modesta disculpa

    De antemano me disculpo por no haberme disculpado antes de disculparme. Me disculpo tanto con Dato Protegido como con cualquier otro Dato Protegido al que, sin ofender, mis palabras y/o actos ofendan. A mi favor, cabe decir que clínicamente puedo demostrar una patente incapacidad por ser políticamente correcto, los años que tengo de vida dan testimonio de ello y no habría tribunal en el mundo que pudiera negar tan evidente evidencia. Sin embargo, entendiendo los tiempos que corren, una cosa es mi basta incapacidad y otra es que ello justifique, sin disculpa expósita, que yo pueda no disculparme por la necesaria necesidad de disculparme. Y es que, no basta con que luego de no ofender, luego de no dañar la dignidad, integridad o libertad de nadie, luego de no instalar en Diana Barreras, perdón, omitan lo anterior, corrijo,  luego de no instalar en Dato Protegido, síndromes como el de Cassandra, Lilly Reich o el de la impostora, el no ofensor se quede rampante y campante como si no hubiera ofendido a nadie, como si la hipersensibilidad de nuestra hipersensible clase política no se hubiera visto dañada justamente ahí donde nadie la dañó.

    Y que me perdone quien me tenga que perdonar, la presidenta Sheinbaum incluida — quien excesivamente consideró un exceso la sanción impuesta por el Tribunal Electoral Judicial de la Federación (TEPJF) a la ciudadana Karla Estrella— pero opinar, en una red social, que ese otro Dato Protegido, llamado Sergio Gutiérrez Luna, hizo un berrinche para que incluyeran a su esposa — el Dato Protegido original— dentro de las candidaturas de Morena, es ofensivo de toda ofensiva ofensa. Lo es porque no sólo no cuestiona la carrera política del Dato Protegido de todos los Datos Protegidos, sino porque ponen en entredicho el profundo y democratico valor que tiene el nepotismo dentro de la vida política nacional, y abusa de una ausente violencia política en razón de género que, de tan ausente, se convierte en una profunda violencia política en razón de género, algo así como la doble negación lingüística, que aunque no aplique en el español, aplica en la interpretación del Tribunal. 

    Porque, lo quieran aceptar o no, resulta de un machismo terriblemente heteropatriarcal, falocentrista, androcentrista, sexista, misogino, cisheteronormativo, codificador e incluso homonormativo, que un simple y mortal ciudadano o ciudadana cuestione las credenciales de una política para ser candidata a diputada federal por el estado de Sonora ¿Quien se ha creído la ciudadanía para cuestionar a sus políticos? Vivimos en tiempos de delicada delicadeza que demandan un inocuo, inofensivo, esteril, yermo, infertil, improductivo, infecundo, y árido debate público. Hay que decir sin decir. Nuestra clase política es tan progresista, tan de avanzada, tan innovadora que a pesar de que la mayoría, de quienes están activos, nacieron unos cuantos años antes de que apareciera la generación de cristal o los niños mazapán (Dato Protegido incluido, pues nació en 1982, me disculpo por indicar su año de nacimiento de una forma tan cargada de violencia simbólica, psicológica, por interpósita persona, digital, mediática y análoga, así como discriminatoria, basada en estereotipos de género y cronológico), se comportan con una sensibilidad más cristalina que el cristal y se desmoronan más fácil de lo que se desmorona un mazapán una vez que se le saca de su empaque, y disculposamente me disculpo por sugerir, con disculpa exposita, que tienen la piel demasiado delgada. No tomar esto en cuenta al momento de no aplaudir como foca lo que sea que sea que hagan, digan, piensen, no hagan, no digan y/o no piensen los políticos nacionales, resulta de una agresiva agresividad que pone en entredicho su inestable estabilidad emocional.

    Entrados en gastos

    El contrato social del México cuatrero cuatrotero, independientemente de que la presidenta insista en que “el poder es humildad, no es soberanía, no es abuso […]”, debería reformarse para que incluya, cuando menos, una disculpa pública al año, de todos y cada uno de los ciudadanos y habitantes del territorio nacional, por aquello que pudieran haber expresado o incluso pensado en contra de nuestra heroica clase política, cuya gesta nos imbuye de recato, moderación y autocensura para no expresar lo que expresamente corresponde ser expresado. Ningún ciudadano debe asumir que nuestros ejemplares políticos son conscientes, cuando se comportan de forma despreciable, que se comportan de forma despreciable. Y, en consecuencia, corresponde disculparse con ellos por asumir que sabían que su conducta es despreciable. Es por ello que, insisto en disculposamente disculparme con cualquier Dato Protegido, de Fernández Noroña a Diana Karina Barreras, pasando por quien se tenga que pasar, o disculpándome con quien me tenga que disculpar, por mi incorrecto, ofensivo y poco sensible actuar, decir, escribir y/o pensar ¡Que Dios nos coja confesados! 

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Historia mínima del desempleo.
  • Los gobiernos progresistas de América Latina frente al reto del cambio climático y la equidad social

    Los gobiernos progresistas de América Latina frente al reto del cambio climático y la equidad social

    La justicia climática no se reduce a una meta técnica de reducir emisiones o proteger bosques. En América Latina, representa una exigencia histórica: reconocer que el cambio climático no afecta a todos por igual. Las comunidades indígenas, afrodescendientes, campesinas, y en particular las mujeres rurales, han cargado durante décadas con los costos de un modelo de desarrollo que muchas veces las ha excluido y violentado. Por eso, hablar de justicia climática en nuestra región implica mucho más que hablar de medio ambiente; es hablar de derechos, de desigualdad, de dignidad.

    Uno de los pasos más importantes hacia este enfoque fue la firma del Acuerdo de Escazú, que entró en vigor en 2021. Este tratado busca garantizar el acceso a la información ambiental, la participación pública en decisiones y, de forma muy significativa, la protección de las personas defensoras del territorio y el medio ambiente. México lo ratificó en 2020, sumándose a otros países que buscan abrir caminos más democráticos y transparentes en la gobernanza ambiental.

    Gobiernos progresistas frente al desafío climático

    México: entre la voluntad social y el modelo extractivo

    En México, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador apostó por políticas sociales con una narrativa transformadora. Programas como Sembrando Vida, que impulsó la reforestación y el empleo rural, fueron reconocidos incluso a nivel internacional. También se ampliaron las áreas naturales protegidas y se fortalecieron algunos sistemas de alerta temprana para enfrentar fenómenos extremos.

    Sin embargo, el mismo gobierno impulsó proyectos como el Tren Maya o la refinería de Dos Bocas, que generaron severas críticas por su impacto ambiental y social. Estas contradicciones reflejan los límites de un modelo que intenta, al mismo tiempo, aliviar la pobreza y mantener estructuras económicas dependientes de los combustibles fósiles.

    Con la llegada de Claudia Sheinbaum al poder en 2024, muchos observadores vieron una oportunidad para reconciliar el desarrollo con una agenda ambiental más ambiciosa. Su discurso inicial apuntó hacia un México más verde, con metas concretas para incrementar el uso de energías renovables y una postura más crítica hacia la expansión petrolera. No obstante, el respaldo institucional a empresas como Pemex y CFE continúa generando tensiones entre el discurso ambiental y la realidad económica del país.

    Argentina: la apuesta por la educación y la participación

    En Argentina, el enfoque ambiental progresista se ha apoyado en la educación y la participación. Dos leyes emblemáticas —la Ley Yolanda y la Ley de Educación Ambiental Integral— establecen la formación ambiental obligatoria para funcionarios públicos y el acceso transversal al conocimiento ambiental desde las escuelas. Este tipo de iniciativas reflejan un entendimiento profundo: la justicia climática no se impone desde arriba, se construye desde la conciencia ciudadana y el compromiso colectivo.

    Colombia, Chile, Brasil: esperanzas en disputa

    En Colombia, el gobierno de Gustavo Petro ha incorporado un discurso fuerte en defensa del medio ambiente y los derechos de las comunidades más afectadas por la crisis climática. Su propuesta de una transición energética justa ha sido bien recibida por sectores sociales, pero enfrenta resistencias estructurales y económicas difíciles de sortear.

    En Chile y Brasil, el progresismo también ha buscado posicionar la justicia climática como una prioridad. La ratificación del Acuerdo de Escazú, los planes de reforestación y la presión por una mayor equidad en el acceso al agua y la energía son señales de avance. Sin embargo, las tensiones entre la urgencia de financiamiento, la presión de las industrias extractivas y las expectativas de las bases sociales siguen siendo enormes.

    La sociedad civil marca el ritmo

    Mientras los gobiernos oscilan entre avances y contradicciones, la sociedad civil latinoamericana ha tomado un papel protagónico. De cara a la próxima Conferencia de las Partes (COP30), organizaciones de la región presentaron un llamado claro: exigir más ambición climática a los países desarrollados, pero también coherencia a los gobiernos propios. La transición energética, dicen, debe ser justa, inclusiva y basada en derechos. No puede construirse a costa de nuevos desplazamientos ni de falsas promesas verdes.

    Entre las principales demandas están el acceso real a financiamiento climático, la creación de empleos dignos, el reconocimiento a los pueblos originarios como actores clave, y la urgencia de abandonar progresivamente los combustibles fósiles. Esta visión, nacida desde abajo, es la que realmente está empujando una justicia climática con rostro humano.

    Desafíos de una justicia climática progresista

    Los gobiernos progresistas de la región enfrentan desafíos complejos. El primero es de coherencia: ¿cómo impulsar energías limpias sin debilitar las instituciones públicas que aún dependen del modelo extractivo? Otro reto es financiero: aún faltan mecanismos sólidos que permitan a gobiernos locales y comunidades acceder a fondos climáticos internacionales sin depender de intermediarios o grandes consultoras.

    Además, el modelo de desarrollo continúa anclado en la idea de explotar los recursos naturales como fuente principal de riqueza, lo que muchas veces contradice las promesas de sostenibilidad. Por último, la implementación efectiva del Acuerdo de Escazú sigue siendo una deuda. No basta con firmar tratados; hace falta voluntad política y estructura institucional para proteger, de verdad, a quienes defienden la vida y el territorio.

    Un camino en construcción

    La justicia climática en América Latina no es una meta lejana, sino un proceso en marcha, lleno de contradicciones, aprendizajes y esperanzas. Los gobiernos progresistas han avanzado en colocar este tema en el centro de la agenda pública, pero aún tienen mucho que demostrar. Mientras tanto, las comunidades, movimientos sociales y pueblos originarios continúan siendo los verdaderos guardianes de la vida en el continente.

    Solo si se escucha a quienes históricamente han sido silenciados, si se redistribuyen de manera justa los recursos y las responsabilidades, y si se pone la vida en el centro de las decisiones, podremos hablar, algún día, de una justicia climática verdadera. Una justicia que no sea solo ambiental, sino profundamente humana.

  • Se vienen los nuevos partidos políticos. Parte III y última

    Se vienen los nuevos partidos políticos. Parte III y última

    La presente entrega dividida en tres partes, (por fin esta es la última) no precisamente tiene como objetivo analizar el avance de las fuerzas que se registraron en el proceso del Instituto Nacional Electoral para convertirse en partidos políticos a tres semanas de la primer entrega, sino de constatar lo que aquí se ha venido señalando: el objetivo real de casi todas las expresiones, salvo honorables excepciones, lejos está de aparecer en la vida partidista en las elecciones del año 2027, más bien, aunque suene reiterativo, en la de dejar clara su verdadera presencia para acordar de qué manera podrían sumarse a las siglas que hoy existen y con las que pudieran obtener espacios de representación popular, más cobijados por estas siglas que por tener una incidencia real en la ciudadanía.

    En esas honrosas excepciones que aquí expresamos, hay verdaderos luchadores sociales que buscan trabajar desde abajo identificándose con causas que parecieran estar abandonadas, tanto por MORENA como por el bloque opositor; sin embargo, es una realidad que las condiciones no les son favorables y no puede ser más que una verdadera lástima porque estas compañeras y compañeros ofrecen una visión crítica de la situación política actual y su aparición sería de beneficio para el acontecer democrático. 

    Por otro lado, las fuerzas colectivas que hoy van a la cabeza en términos de las asambleas realizadas, muestran con claridad que sólo una terminará convirtiéndose en partido político, como es el caso de CSP, mientras que, el segundo lugar, con 27 asambleas de diferencia, matemáticamente ve alejada la posibilidad de llegar a la meta, situación extraña porque los actores de esa fuerza vienen pregonando una representación que parte más de la narrativa opositora que de su verdadera incidencia en la sociedad. Luego entonces, si tanta gente (como dicen) está en contra de MORENA, ¿cómo explican el desdén de la ciudadanía hacia su proyecto o de qué manera explican el gran número de asambleas canceladas? La única respuesta a mi parecer es que permea más el alto nivel de aprobación hacia Sheinbaum que el descontento de aquellos que la reprueban más allá de las redes sociales.

    Revisando el último informe del INE actualizado al 15 de julio 2025, se constata que CSP lleva un total de 120 asambleas intentadas de las cuales han prosperado 82, es decir, 38 han sido declaradas nulas por falta de quórum, aunque es preciso señalar que este dato, el de las “cancelaciones” no es así realmente, muchas de ellas fueron reprogramadas por CSP con anticipación, luego entonces, no quedan en sí canceladas por falta de quórum como asienta la publicación del INE. Personas Sumando en 2025, A. C. lleva un total de 106 asambleas intentadas de las cuales han prosperado 55, es decir, 51 han sido declaradas nulas por falta de quórum y, finalmente, Que Siga la Democracia, APN. lleva un total de 16 asambleas intentadas de las cuales han prosperado 11, es decir, 5 han sido declaradas nulas por falta de quórum. Si tomamos en cuenta el número de semanas que faltan para culminar el proceso y faltando, cuando menos a quien va en segundo lugar, casi 150 asambleas por celebrar, pues por donde se vea está muy cuesta arriba.

    Pero aquí entra un dato importante que analizar si ponderamos desde ahora la posibilidad de que se apruebe la reforma electoral, es decir, los alcances de la reforma están trazados ya pero en ellos se visualiza la posibilidad de que en esta nueva etapa, un partido pueda coaligarse desde inicio a una fuerza existente, si eso llegara a presentarse, entonces estaríamos ante un escenario distinto que dará mucho de qué hablar pues cambiaría las reglas del juego y esto no podría ser más que una señal de preocupación para quienes utilizan este proceso de creación de nuevos partidos, sólo como moneda de cambio.

    En ese mismo sentido, hay que recalcar entonces qué puede llegar a pasar con CSP para 2027 y, sobre todo para 2030, pues ir en coalición, siendo un aliado conocido del morenismo, estaría en posibilidades de alcanzar espacios de representación importantes que darían un viraje hacia la consolidación de una presencia territorial. Si a eso sumamos que el panorama dentro del morenismo se ve ya complejo en la carrera por la sucesión, en una de esas les aparece una nueva propuesta en el 2030. Yo no perdería de vista por ejemplo a Hugo Érik Flores.

    • Luis Tovar
      Secretario General de la Fundación para la Defensa del Medio Ambiente.
  • Semana de 40 horas

    Semana de 40 horas

    La semana de 40 horas representa para los empresarios una derrota. Un logro del adversario sobre un proyecto en el que no han querido ceder nada. No se trata de una pérdida económica la reducción de horario sino de un golpe al corazón de su gremio.

    La actual lucha de la derecha ya no reside en la recuperación de sus privilegios, sino en detener el avance que decisiones que progresivamente lastimen las canonjías que habían adoptado como un derecho vitalicio y una posesión patrimonial.

    La batalla se centra en acercar la distancia entre las abismales diferencias sociales del país. En eso reside la lucha de una derecha que ya no quiere que le regresen lo que considera suyo sino que no le quiten nada más. Tiene siete años cediendo espacios y la semana de 40 horas está saturada de significados ideológicos en medio de una lucha ancestral entre patrones y trabajadores.

    Consideran que cada milímetro de retroceso acerca al gobierno mexicano a la izquierda. La derecha se niega a que los derechos de la mayoría aumenten, a pesar de que ellos fueron los que multiplicaron el número de mexicanos pobres.

    Sus economistas pueden elaborar pronósticos, proyecciones, cálculos, análisis y previsión de riesgos que pueden nulificar las posibles pérdidas en este proceso de reducción del horario de trabajo. Hay muchas alternativas, lo saben desde hace muchos años. El problema no es la aparente pérdida de ganancias sino regalar a su contraparte, los trabajadores, un derecho que desde hace tiempo es de ellos.

    Saben que, en concreto, no les afecta la reducción de horarios, por eso no opusieron resistencia notoria, las discusiones al interior de las cofradías empresariales fueron intensas. El recuerdo de los viejos tiempos, cuando sólo existían victorias sobre los derechos laborales, les dice que perdieron terreno.

    Los conservadores temen más a los símbolos que a los números rojos. Creen que son rojos por influencia de la izquierda. Cada palabra implícita en el proceso de reducción de horario de los trabajadores mexicanos tiene un significado que les remite a un viejo fantasma que desde pequeños los asustó: el comunismo.

    Horario, salario, derechos laborales, reivindicaciones obreras, son palabras extraídas de los textos clásicos de la izquierda, representan un lenguaje cuyos significados merman la supremacía de los empresarios y su simple mención es todavía un espectro que se les aparece de noche y de día. Su negativa a la semana de 40 horas, su petición de que se implemente progresiva y lentamente, muestra el miedo a las repercusiones en la práctica cotidiana, de la producción.

    Así como la derecha se expresa con un lenguaje violento esperando que se convierta en descontento social generalizado, y surja una revuelta multitudinaria contra el régimen, ven en esas palabras una victoria del enemigo, que deja de ser en ese momento su contraparte o complemento. Hasta ahora recuerdan que en sus clases de la universidad pintaron a los asalariados como un rival ancestral que lucha a muerte por su emancipación, cuyas fortalezas era la propiedad privada de los medios de producción.

    Es mentira que los empresarios haya adquirido conciencia acerca del papel histórico donde los engranajes de la producción arrojan ganancias en armonía, todavía ven a sus trabajadores como los hacendados veían a los peones y los industriales a sus obreros.

    El empresario en México repele al trabajador, no lo quiere cerca de él. La distribución de espacios físicos en las empresas mexicanos, donde muestra la segregación de los obreros en sus talleres, luego, los empleados de oficinas, separados por muros y pasillos, cuya limpieza y mantenimiento da fe de la diferencia de clases y finalmente las cómodas oficinas de los ejecutivos que tienen como barrera protectora a los empleados por si acaso los obreros quisieran invadir sus espacios. Cuando son quienes le regalan la riqueza.

    Las palabras que acompañan, desde el inicio, con el antecedente medible y comprobable de que el trabajador mexicano es de los que más tiempo trabajan a la semana comparado con la mayoría. Así, el significado de esas palabras ha tenido mutaciones que, para algunos, se convierten en armas. La hoz y el martillo dejaron de ser herramientas para el campesino y el obrero, se convirtieron en bandera.

    Como herramientas han sido superadas a lo largo de los años y son instrumentos adicionales en la práctica diaria del campo y la fábrica, ahora tiene en más valor que su uso cotidiano. Cobran vida a la hora de que hay un cambio en la relación obrero patronal, y eso ahora lo tiene más presente el empresario que el obrero.

    Son símbolos de una lucha que cabalga en el tiempo como fantasma que sigue quitándole el sueño a los potentados.

  • Ovidio es mi pastor

    Ovidio es mi pastor

    Llegó el nuevo ídolo de papel de la oposición en México, nada más sugerente que su héroe sea Ovidio Guzmán, un narcotraficante. Los pinta de cuerpo completo. Aquí hablaremos un poco de ese extravío de la derecha mexicana.

    RIP

    La oposición de derecha en México ha estado extraviada y derrotada desde 2018 en que llegó el obradorismo y la izquierda al poder. Fue un Knockout que los dejó en la lona y por más que patalean no se han podido levantar.

    La victoria arrolladora de Claudia Sheinbaum hace un año así lo ratifica, la izquierda también se llevó la mayoría calificada y pudo modificar la constitución en beneficio de las mayorías. La oposición de derecha ya no tiene injerencia en prácticamente nada.

    Tampoco tienen un liderazgo que aglutine sus demandas individualistas. Los Maynez, Alitos, Salinas Pliegos, Anayas, Romeros, Téllez, Rabadáns, X. González, Alazrakis, Foxes, Calderones, Chumeles, son solo payasos que opinan, mienten y mienten, pero sin mayor efecto.

    Por eso recurren a liderazgos de papel, así adoraron el regreso de Zedillo y de Peña Nieto. Los idolatran y hacen ver como personas ejemplares a esos criminales. No es casualidad, representan lo que son: corruptos beneficiados por el neoliberalismo y que violentaron a millones de mexicanas y mexicanos.

    Y dentro de sus sueños y deseos se encuentra la ficción de que AMLO siempre fue un narcotraficante (es que saludó a la mamá del Chapo jaja) que va a ser sentenciado y extraditado con los gringos, todo porque su nuevo héroe Ovidio Guzmán, al que detuvo el gobierno mexicano de AMLO y lo extraditó a Estados Unidos, va a cantar y ya es testigo protegido de los gringos.

    Ya hasta el abogado de Ovidio salió a querer polemizar contra Sheinbaum, ya le va a caer una demanda por difamación al wey por mentiroso. Pareciera que sus dichos son los de la oposición.

    Siempre será criticable el modelo de justicia gringo. Declara a los narcotraficantes como terroristas, pero pacta con ellos y les perdona sus crímenes por ayudaditas. Está muy claro que los gringos se hacen bien weyes con el tema del narcotráfico, solo quieren administrarlo y tener injerencia en otros países para beneficiarse de su explotación y sometimiento.

    Compromiso

    La oposición le seguirá rezando a Ovidio y a las figuras de papel que aparezcan para tratar de fortalecerse. Seguirán perdiendo y no se van a levantar de la lona. Nuestra tarea ante esa situación es continuar profundizando la transformación del país de forma crítica y autocrítica. Nuestra responsabilidad es grandísima, no podemos fallarnos.

    Redes sociales

  • SUPERMAN Y TRUMP

    SUPERMAN Y TRUMP

    En su cuenta de X, antes Twitter, la Casa Blanca publicó una grotesca imagen generada con inteligencia artificial, en la que se ve al presidente estadounidense Donald Trump caracterizado como Superman, con motivo del estreno de la nueva película del superhéroe dirigida por James Gunn y protagonizada por David Corenswet, Rachel Brosnahan y Nicholas Hoult. Dicha publicación venía acompañada de un mensaje “El símbolo de esperanza, verdad, al estilo americano…Superman Trump”. Por otro lado, presentadores del programa conservador Fox News y Kellyanne Conway, ex estratega de campaña de Trump, han criticado a la película de ser “woke” y “pro-migrante”, “No vamos al cine para que nos den sermones ideológicos”, así se refirió Conway para criticar el filme de exceso de corrección política.

    Las reacciones no se hicieron esperar, el director de la película respondió con un firme mensaje “Creo que esta es una película sobre la amabilidad y creo que es algo con lo que todos pueden identificarse. Habrá idiotas que se ofendan solo porque habla de ser bondadoso. Que les den”. Tampoco faltaron las reacciones en redes sociales en las que resaltaron el origen extraterrestre del personaje y su creación por dos hijos de inmigrantes judíos, al igual que su narrativa de “un extranjero” que abraza los valores estadunidenses. “Ok, but Superman is an Inmigrant”, fue lo que respondió en inglés la periodista y conductora Arlin Medrano a la publicación. Otro usuario en X replicó, “Superman apoya a los inmigrantes porque él es uno mismo, Superman representa la verdad, la justicia y un mejor mañana, también es de la clase trabajadora y además salva a todos. Este es un criminal que hace berrinches cuando los estadounidenses y otros países no se inclinan ante él. No es Superman”. Incluso el Partido Comunista Británico aprovecho dicha publicación para hacer un llamado a la izquierda y el movimiento sindical británico para detener el ascenso de la derecha en Gran Bretaña y forzar el fin del apoyo del Estado al imperialismo estadounidenses y sus guerras.

    Aunque generalmente los cómics de superhéroes presentan la batalla del bien contra el mal, también reflejan las creencias de sus creadores y permiten a los lectores resolver inmediatamente los problemas que enfrentan en el mundo real. La historia del Hombre de Acero refleja la vida de sus creadores el escritor Jerome “Jerry” Siegel, hijos de padres judíos provenientes de Lituania. De forma similar, el dibujante Joseph “Joe” Shuster, era hijo de padres judíos, su padre era de Rotterdam y su madre de Kiev (en ese entonces perteneciente al imperio ruso). Ambos eran unos adolescentes de Cleveland, Ohio, cuando se conocieron en la preparatoria y tenían gustos afines por las revistas pulp, las revistas de ciencia ficción y las tiras cómicas. En el siglo XX, Cleveland era la quinta ciudad más grande de los Estados Unidos con una fuerte tradición de política democrática liberal. 

    Originalmente, Siegel y Shuster concibieron al personaje como un villano calvo con poderes telepáticos determinado a dominar el mundo en un cuento llamado The Reign of the Superman (El Reino del Superhombre), incluido en el tercer número de la revista Science Fiction. Después, el personaje fue reescrito como una poderosa fuerza del bien, inspirado en los personajes mitológicas como Moisés, Sansón y Hércules hasta llegar a la historia que todos conocemos, la del pequeño Kal-El enviado en una nave por su padre tras la destrucción de su planeta natal Krypton. Una vez en la Tierra, fue criado por una pareja de bondadosos granjeros de Kansas, el niño creció para convertirse en el más grande protector de la Tierra. Las primeras historias de Superman ofrecían a los lectores otras perspectivas sobre problemas como la corrupción y la injusticia social afectaban la vida cotidiana. El fenómeno causado el personaje entre sus lectores demostraba las convicciones de sus creadores en el New Deal de Franklin Delano Roosevelt y que tales injusticias eran desafíos que la sociedad estadounidense de los años de la Gran Depresión podía superar.

    Por otro lado, el mandatario estadounidense tiene más similitudes con su Lex Luthor, “Construí el personaje como una mezcla entre Donald Trump, Ted Turner, Howard Hughes y tal vez el mismo Satanás… Se sabe que todos los empresarios tienen un ego enorme, pero la comparación con Satanás es especialmente notable” mencionó el escritor estadounidense John Byrne, quien tuvo la tarea de reinventar al villano en los años ochenta. Desde su debut en junio 1938, el “gran Boy Scout” ha enfrentado contra toda clase de enemigos a lo largo de su carrera, desde Lex Luthor, Brainiac, Bizarro, Doomsday y Darkseid. Ahora el personaje debe de luchar contra la ideología del odio y la peculiar patología narcisista del presidente estadounidense y sus simpatizantes quienes malinterpretan e ignoran la historia del personaje para construir una narrativa, en este caso presentando a Trump como un poderoso defensor de los intereses del pueblo estadounidense. Todas estas respuestas han encendido el debate y es necesario recordar que Superman no sólo es un inmigrante de otro planeta, es el resultado de la imaginación de dos jóvenes convencidos en los ideales de justicia y no en el odio

  • ¿Qué es “clase media” en México hoy?

    ¿Qué es “clase media” en México hoy?

    En el México contemporáneo, decir “clase media” es invocar una ilusión. No tanto una categoría económica precisa, sino un imaginario: el del ascenso, el esfuerzo personal, el éxito posible. En su núcleo, habita el mito meritocrático que ha servido para justificar desigualdades estructurales mientras mantiene encendida la esperanza de movilidad. Pero ¿qué tan reales son esas promesas? ¿Y a quién le sirven?

    Por mucho tiempo, los grupos que se creen de la “clase media” han servido de contención ideológica para el sistema establecido. Con sus sueños de grandeza, su individualismo extremo y su férrea defensa del “mérito”, han adoptado un discurso que los lleva a despreciar a quienes tienen menos y a envidiar a los más afortunados. Tal vez sus sueldos alcancen justo para alquilar un pequeño piso en la Benito Juárez o para vivir ahogados en deudas tratando de mantener ese nivel de vida que creen merecer; al final, lo esencial es aparentar, no necesariamente tener.

    La presentación de la meritocracia — “si sudas la camiseta, alcanzarás tu meta” — es la leyenda fundadora del neoliberalismo. Sin embargo, en México eso cohabita con un estado de las cosas brutal: el 90% de aquellos que surgen de los deciles más bajos no llegan a escapar de esa condición perniciosa. No es que falten talentos o que la gente no se esfuerce, sino que hay una maquinaria social para la construcción de la desigualdad. Bajo ese panorama, la “clase media” es, más que una clase arraigada, un modo inestable, quebradizo, siempre al acecho del camino a la caída.

    Curiosamente, esa misma vulnerabilidad es lo que, en potencia, alimenta los discursos de odio contra los de abajo y de servilismo hacia los de arriba. Por eso vemos el clasismo del día a día, esa manía por no parecerse al “naco”, al “mantenido”, al que le dan ayudas del gobierno. Esa idea equivocada de la clase social se manifiesta en posturas políticas conservadoras: el de clase media está en contra de los programas sociales, aunque nunca ha tenido seguridad social de verdad; vota por los partidos de derecha porque se imagina que, quién sabe, algún día él también vivirá como rico.

    Lo cierto es que la mayoría de esta llamada “clase media” no tiene patrimonio, vive al día, y su estabilidad depende de condiciones laborales cada vez más precarias. No son los herederos del capital, ni los dueños de los medios de producción. Son trabajadores asalariados, profesionistas con títulos que se devalúan, burócratas sobreexigidos, freelancers sin derechos laborales. Son clase trabajadora encubierta por un discurso que les promete lo que el sistema no puede cumplir.

    La transformación que está atravesando o sufriendo México, ha puesto el dedo en la llaga, porque cuando se habla de redistribución, de justicia fiscal, de bienestar colectivo, lo que está presente en los interioridades de los clasemedieros es el temor a perder sus “privilegios” (o sus beneficios), sin percatarse de que esos “privilegios” son migajas. Su indignación es intensa pero está mal canalizada; no contra los monopolios que les exprimen, no contra las élites que han capturado al Estado, sino contra los pobres, contra los “ninis”, contra las personas que reciben los programas sociales.

    Desmontar el mito de la meritocracia es urgente, no como gesto académico, sino como necesidad política. Solo cuando quienes se piensan como “clase media” comprendan que su destino está ligado al de las mayorías trabajadoras, será posible construir una sociedad más justa. Mientras tanto, seguirán siendo carne de cañón para las élites, votando contra sus propios intereses, defendiendo un orden que los oprime, y soñando con un ascenso que nunca llega.